Un boleto de avión.
Un joven sin casa.
Y una chica deseosa de encontrar respuestas.
Damian quiere dejar de vivir en la calle y Quinn necesita de un acompañante si quiere irse a Italia de viaje.
Aunque lo nieguen, el destino entrelazó sus caminos...
Me cuesta comenzar a escribir esto porque sinceramente todavía no me creo que ya llegamos hasta aquí.
Esta historia es, casi indudablemente, la mas difícil que me tocado escribir. Y es porque, la muerte de Damian no fue una decisión sencilla; pero sí una que tomé al principio de la historia y que a pesar de todo, no desistí. Siempre tuve en claro cual sería su final, pues Damian está echo con cada pedacito de todos esos enamoramientos que tuve en en la infancia y en mi adolescencia. Sus ojos, sus gustos, su fecha de cumpleaños, todo tiene un sentido simbólico para mi. Y el final que le di a la historia, me ayuda a dar vuelta la página sanamente y seguir.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, la escritura no fue un proceso fácil a lo largo de este año, pero Quinn y Damian me ayudaron a hacerlo más llevadero. No puedo terminar esto sin escribir un último apartado para todo aquel que le dio una oportunidad a esta obra. No me queda más que darles un enorme agradecimiento y un abrazo a la distancia.
Ojalá muy pronto nos reencontremos en otra historia.
Los quiero mucho, Briss.
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