Winter Flower. (Namjin)

Capítulo 28.

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Capítulo 28.

Seokjin veintidós años.

El hecho de haber regresado a casa y Seokjin descubrir que no había nadie más que ellos, lo hizo soltar una risa pequeña mientras negaba, su madre podía ser un peligro intentando armar planes que al final le salían como ella quería.

—Seokjin. —El menor salto en su lugar ante la voz de Namjoon detrás de él.

Mordió su labio inferior fuertemente y lo soltó antes de girarse para darle la cara al mayor.

—¿Quieres tomar algo? —Pregunto y Namjoon asintió.

Seokjin le pidió que lo siguiera hasta la habitación de la planta de arriba, Namjoon miro la cabaña con detalle, tan perfectamente hecha, pero eso sí, con la esencia de Seokjin en cada pieza.

Entraron a una habitación completamente grande, espaciosa y que gritaba a todo pulmón Seokjin por todos lados.

—¿Cómo te ha ido? —Pregunto el menor mientras destapaba una botella de vino tinto.

—Bien, bastante bien. Han sido tres años de trabajo completamente duro, pero finalmente he logrado lo que me propuse. Actualmente comencé a trabajar en un museo, me cambiaron a Seúl junto a Taehyung, pero algunas veces tendremos que viajar a nivel internacional. —Seokjin asintió mientras le extendía el vino y Namjoon agradecía.

—¿Qué hay de ti? —Pregunto y el menor lo miro con una sonrisa.

—Por el momento he terminado la universidad, mi graduación es dentro de unos meses. En otro punto aparte pues he abierto una florería y me ocupo de los invernaderos de aquí. —Namjoon asintió y bebió de su copa de vino.

—Taehyung te ha extrañado mucho, yo también. —Seokjin miro a Namjoon con sus ojitos brillando.

—Estoy seguro de que yo también he extrañado a Taehyung, también a ti. —Dijo y Namjoon deslizo su copa sobre la pequeña barra y se sentó en un banco logrando rozar su pierna con la de Seokjin.

—Quiero saber de tu vida privada, porque estoy tan confundido. —Pidió y Seokjin sonrió ligeramente.

—No hay mucho que decir realmente, sigo soltero desde la última vez, no negare que hubo chicos que intentaron cortejarme, pero no los deje, no podía engañarlos. ¿Y tú? —Namjoon se tensó de inmediato y desvió su mirada hacia la copa sobre la barra.

—Bueno, hubo alguien que me insistió demasiado, pero no lo podía, no había forma. —Seokjin asintió y suspiro.

—¿Es normal que aún me sienta así contigo? —Pregunto y alzo su mirada encontrándose con la de Namjoon brillando ante la pregunta.

—Bueno, compartimos muchos momentos juntos, no lo veo anormal. —Respondió el moreno y Seokjin asintió mientras bajaba la mirada a su copa semi vacía.

—Intente de todas las formas posibles olvidarte, fue tan tonto. —Conto Seokjin y Namjoon miro como las lagrimas del castaño se desbordaban por sus mejillas.

Namjoon se colocó de pie rápidamente y tomo el rostro del menor entre sus manos, lo acuno y limpio sus lágrimas con sus pulgares.

—¿Y lo lograste? —Pregunto Namjoon y Seokjin negó mientras hacia un puchero tan tierno.

Ambos acercaron sus rostros de forma lenta, sus respiraciones mezclándose y encontrándose con los labios de ambos, logrando que un escalofrío recorriera sus cuerpos rápidamente.