Kim Seokjin ama las flores, sobre todo aquellas que florecen en el invierno, aquellas que le recuerdan el amor de su madre como el toque de sus manos delicadas y heladas. También el recuerdo de un invierno, cuando la nieve se encontraba en su máximo...
Seokjin había escapado de su habitación por la madrugada, se encontraba sentado en una banquita del pasillo mientras miraba el ventanal del lugar, la nieve caer y las calles vacías siendo gobernada por la inmensa profundidad de la noche. Escucho unos pasos detrás y suspiro.
—¿Es hermosa no? —Pregunto Kai a sus espaldas y Seokjin sonrió ligeramente mientras le asentía.
—Si, es hermosa, pero tan lastimera a la vez. —Respondió secamente y pudo escuchar el suspiro de su hermano.
El chico se sentó en la otra esquina de la banca y Seokjin bajo su mirada ligeramente a la calle de afuera.
—Lo siento tanto. —Dijo el mayor después de unos minutos en silencio y Seokjin regreso su mirada hacia el cielo.
—No, no lo sientes Kai, no deberías de estar aquí, es más no se como es que llegaste aquí. —Comento Seokjin y entonces se giro a verlo. Kai lo miraba con lágrimas en sus ojos.
—Tengo influencias y el poder para saber a donde vas, no quiero pelear, no vengo a eso. Madre me ha contado todo, no merecías vivir esa vida. —Seokjin soltó un poco de aire por su boca y giro su rostro nuevamente al ventanal.
—No Kai, es demasiado tarde para pedir perdón, mi vida fue una completa basura los primeros años en que pude ser consciente de las cosas, tal vez ella no tuvo la culpa, pero pudo poner un alto y en cambio no lo hizo. —Respondió y nuevamente sus lagrimas se derramaban por sus mejillas.
—Lamento no haber estado ahí, si lo hubiera sabido yo, tan solo....
—Es demasiado tarde para haber deseado Kai, es mejor que te alejes de mi y de mi familia, la demanda que va contra tu padre no es un juego, advierte a Luhan, debe de retirarse de esto ahora o pagara las consecuencias de todo. No quiero saber de ustedes, no quiero verte, no quiero escucharte, no quiero nada, solo quiero que te vayas y me dejes estar solo. —Kai se levanto de la banca mientras asentía a lo que Seokjin decía.
—Y dile a Kim Xiaotong que mi única y autentica madre siempre será Kim Jihyo. —Y sin más el chico se fue.
Seokjin cerro sus ojos y ahogo sus sollozos, aun lado de él se encontraba un carrito de suero, su mano dolía debido a las incontables agujas que habían perforado su piel, Seokjin recargo su cabeza en el respaldo de la banca y se hizo bolita, quería dormir, tenía mucho sueño y poco a poco se quedo dormido en el incomodo lugar.
Cuando volvió a abrir los ojos se encontraba con Namjoon a su lado sujetando su mano.
—Seokjin. —Susurro el mayor y el castaño sonrió ligeramente.
—Namjoon quiero irme de aquí por favor. —Pidió entre lagrimas y el mayor asintió.
—Solo espera un poco más, solo un poco más y podremos salir de aquí. —Pidió mientras besaba la mano de este y el menor asentía.
Se abrazaron entre la incómoda cama y cerraron sus ojos, las horas pasaron y con ello el alta de Seokjin llego, el menor se cambio despacio con ayuda de su madre, Namjoon y su padre esperaban afuera de la habitación.
—Luhan ha recibido la demanda Namjoon, todas las pruebas que me diste han servido, he encontrado un lugar seguro para que puedas irte de aquí con Seokjin por un tiempo, no quiero que Luhan tenga algún contacto con Seokjin. —El moreno asintió rápidamente y tomo los papeles que su padre le pedía.
Cuando Seokjin salió con su madre, los cuatro caminaron hasta la salida trasera del hospital, en el estacionamiento subterráneo los esperaba una camioneta negra, Seokjin subió despacio a la parte trasera y Namjoon a su lado, el chofer manejo lejos de ahí con ambos, Seokjin cerro sus ojos en todo el viaje por lo que no sabia a donde se dirigían con claridad, cuando volvió a abrir los ojos fue por Namjoon quien lo movió ligeramente y el mayor sonrió al ver a su pareja sonreírle ligeramente.
—Hemos llegado. —Susurro Namjoon y Seokjin se enderezo en su lugar con ayuda del moreno.
El menor localizo un edificio enorme y acogedor, miro a su alrededor, todo era tan familiar, se bajo de la camioneta he ingreso con Namjoon dentro del gran edificio, el chofer les ayudo a subir su equipaje y cuando pudieron estar solos dentro de aquel gran apartamento Namjoon miro a su pareja observar la gran vista desde el balcón.
—Papá dijo que es mejor que por un tiempo estés fuera de Seúl, no es recomendable y tampoco queremos arriesgarte, este departamento es nuestro ahora, no podrán encontrarte tan fácilmente. —Seokjin miro a su pareja y asintió.
Su cuerpo aún se sentía adolorido por lo que se sentó en el mueble de la sala y suspiro.
—Se que esperas que hable o diga algo, pero realmente no tengo ganas de ello, aun necesito pensar demasiadas cosas, iré a dormir, aun me duele un poco la cabeza. —Dijo y se coloco de pie del sillón.
Camino a la habitación con ayuda de Namjoon, se acostó en la cama y se cubrió con las mantas.
Nadie tenía la culpa de que aun se sienta realmente mal, pero necesitaba dormir un poco, pensar y después tomar una decisión, aún tenía miedo.
Y eso es lo peor.
El miedo.
El invierno no tenia sentido desde la muerte de su madre, hasta que llego Namjoon.
Y ahí estaba su respuesta, solo que aún le faltaba ubicarla.
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