¿Saben que es estar al borde de quitarse la vida? ¿Ha presenciado tu propia muerte? ¿Han pensado en cómo sería su velorio si algún día deciden irse de esta tierra? Sabía que no tenía una salud mental sana, pero no dejaba de pensar en nada más que no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasar por los pasillos de la escuela por la mañana es un calvario, los chicos y algunas chicas se colocan de un lado a otro dejando libre sólo la parte del pasillo para que podamos cruzar los torpes los estúpidos, y los mediocres del curso.
Mientras voy cruzando por el pasillo no observo a nadie, paso con mi cabeza agachada, para no cruzar mirada con nadie, siento que alguien me atraviesa un pie, tropiezo con ese pie de un momento a otro sin darme cuenta, caigo al suelo de golpes, siento un fuerte golpe en la rodilla derechas, del impacto tan fuerte siento que me duele y no puedo levantarme, escucho la carcajada de todos, todos se ríen de mí, alzo mi vista y a la primera que veo es a Hannah, la miro con enojo, luego veo a Mariana, Mariana es la que hace todos lo que Hannah le dice, es una de la títere de Hannah.
— Negra fea — me grita Mariana y me patea, todos ríen.
— No entiendo por qué no te cambia de escuela — grita Hannah, Hannah se abaja para estar a mi altura — te voy a hacer la vida más imposible que nunca — me amenaza, me da un jalón de moño — negra fea, no entiendo a quién saliste tan fea si tus hermanos son tan diferentes a ti— dice eso y se para, me escupe en la cara y luego me tira arriba el café que se estaba tomando, todos hacen lo mismo mi camisa blanca esta arruinada.
Lágrimas salen de mis ojos, no puedo entrar todas sucia para mis clases.
No te preocupes, mía es la venganza.
Señor no sé si aguante todos estos insultos.
Eres débil pero no es con tu fuerza, diga el débil fuerte soy. Joel 3:10
La campana suena y todos se dirigen a sus aulas, yo intento pararme, pero no puedo por el dolor tan fuerte que siento en mi rodilla.
— Ven te ayudo — un joven blanco de ojos verdes, cabello oscuro, delgado y alto se ofrece en ayudarme.
— Yo...
— No tiene por qué decir nada, acabo de ver todos — me ayuda a levantarme — ¿Puede caminar?
— Si, pero me duele muchos mi rodilla derecha — hablo con timidez, él me sujeta y me ayuda a llegar a la enfermería.
— Muchas gracias por ayudarme, mi señor te lo vas a recompensar — le sonrió.
— De nada ¿Eres cristiana? — me pregunta, se supone que lo correcto es preguntar por mi nombre, es lo primordial, pero no importa.
— Si, lo soy — digo con firmeza.
— Es genial, yo también soy cristianos — me sonríe.
— Tienes que irte, llegará tarde a tu clase por mi culpa — le digo para que se valla, agradezco su ayuda, pero no quiero que falte a su clase por mi culpa.
— ¿Cómo te llamas? — me pregunta antes de irse.
— Brithay Ava.
— Lindo nombre — me sonríe — mi nombre es Jetson William fue un placer hablar contigo — me sonríe.
¿De verdad fue un placer hablar conmigo? Por qué no creo que sea cierto.
— Gracias antes de irte me gustaría preguntar algo — digo con timidez, él asiente con la cabeza — ¿Eres nuevos aquí en la escuela?
— Prácticamente si, el año se está terminando, pero fue mi único año en esta escuela.
