¿Saben que es estar al borde de quitarse la vida? ¿Ha presenciado tu propia muerte? ¿Han pensado en cómo sería su velorio si algún día deciden irse de esta tierra? Sabía que no tenía una salud mental sana, pero no dejaba de pensar en nada más que no...
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Capítulo 19
— Fue un placer cenar con tu familia — añadió — cuando quieras volver a la librería de mi madre la puerta están abierta para ti siempre — me sonríe.
— Eres muy elocuentes conmigo — me sonríe, menuda sonrisa, doy por sentido que me gusta su sonrisa.
— Tengo que irme mi madre debe de estar preocupada.
— Mándale saludó de mi parte, ya quiero conocerla.
— Pronto la conocerá — me guiña un ojo — adió — se me acerca y me da un beso en la mejilla para luego irse, "me sorprendió" qué manera tan linda y educada, me quede ahí parada pasmada por un largo rato.
Entre a casa nuevamente y subí a mi habitación sin darle mente a Bryan y a su novia que no paraban de hablar.
Después de casi media hora tuve que bajar nuevamente a buscar los libros que me hubiera regalado Jetson para iniciar a leerlo, lo hubiera dejado en la cocina inconscientemente, cuando voy a entrar a la cocina mi corazón se detiene al ver lo que estaban haciendo Bryan y su novia en la encimera de la cocinas, él al verme se sobre salta y masculla por lo bajo, dice una palabras fea y su novia le sonríe y le pregunta que por qué hubiera mascullado palabrotas que eso era raro en él, luego ella también se dio cuenta de mi existencia, me volteé con rapidez dándole su tiempo para que se vistan, Bryan no me dice nada ni ella tampoco, entro a la cocina tomo lo que baje a buscar y subo nuevamente sin decir una sola palabra. Que momentos ni más incómodo.
— ¿Está enojada? — escuche que ella le preguntaba, pero él no le respondió ¿Que estará pensando? Seguro está muerto de vergüenza.
Después de diez minutos la puerta de mi habitación suena y sea quien sea le digo que pase y veo a Laurel entrar a mi habitación ¿Qué quieres?
— ¿Mi hermano te mando para que hable conmigo? No pasa nada — dije con frialdad.
— Yo, como no hubiera pasado ni siguiera mirada conmigo, di por hecho que no te caí bien — dijo muy bajitos, apenas y logré escucharla.
— No todo el mundo me cae bien — sigo sin mirarla.
— Tú si me caíste bien, se ves que quieres muchos a tu hermano — le digo que se siente — ¿Que lees?
— Un libro — ella me mira con decepción — se llama; poesía para ti — se sonroja.
— Me gustaría pasar un día contigo tal vez así nos conozcamos un poco y te caiga mejor.
— Nunca es dicho que me cae mal — la miro, tienes unos ojos hermosos, son color avellanas, wow, que linda es ¿Como le pude caer bien a alguien tan bonita como ella? ¿Por qué no soy bonita como ella?
¿Envidia?
No es envidia.
— De mí no te preocupes, sólo quiero que haga feliz a mi hermano y que no le haga la vida imposible — masculle de repente.
— Te prometo que no le haré la vida imposible, Mhm, el martes de esta semana Bryan ira a casa de mis padres a conocerlo me gustaría que tú los acompañara, sería genial.
— Gracias eres muy generosa Laurel — le sonrió.
— Respeto a lo que viste en la cocina te pido disculpas la...
— No pasa nada Laurel, no es visto nada ¿Cuál es tu apellido?
— Casanovas — se siente avergonzada está más roja que un tomate, desventaja de ser blancos.
— Señorita casanovas no pasa nada, agradezca a Dios que fui yo la que los encontró si hubiera sido mi padre no... no importa ¿Te quedará esta noche?
— No, tengo que trabajar mañana, tengo el primer turno.
