¿Saben que es estar al borde de quitarse la vida? ¿Ha presenciado tu propia muerte? ¿Han pensado en cómo sería su velorio si algún día deciden irse de esta tierra? Sabía que no tenía una salud mental sana, pero no dejaba de pensar en nada más que no...
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La mañana siguiente no fui a la escuela, le dije a mi madre que hubiera amanecido mejor que podía caminar, cojeaba un poco pero no era tan grave, ella me dijo que no iré, que me quedara hasta que mejore por completo, mi rodilla no me dolía tanto, mi hermano Bryan me dio un masaje antes de dormir anoche y amanece mucho mejor y más aliviada.
Me levanté de mi cama, me puse a ordenar mi habitación era una habitación un poco pequeña, tenía un pequeño closet, una mesa de estudiar con su silla giratoria, tenía al frente un pequeño sofá negro, y la pared estaban pintada de púrpura. Tenía una ventana que dejaba ver casi toda la ciudad desde aquí arriba, y tenía mi propio cuarto de baño.
Hice lo que tenía que hacer y luego bajé a desayunar eran la nueve de la mañana y la casa estaba en silencio, cuando llegué a la cocina vi a mi padre que estaba sentado en el mueble leyendo el periódico de hoy.
Mi padre tiene el mismo color de ojos que yo marrones oscuro, su cabello negro, pero a la vez castaño tenía una liga hermosa y más con sus canas, tenía un bigote, su color de piel era un poco más clara que la mía, no entiendo porque no soy su hija favorita si yo soy la que más se parece a él.
— Buenos días, bendición — el alza su vista y me sonríe, mi padre me acaba de sonreír, impresionante, el señor está escuchando mis oraciones.
— ¿Como sigue? — me pregunta dándome todas sus atenciones.
— Estoy mejor — le sonreí.
— Que bueno — dice con frialdad, él continúa leyendo el periódico, yo me adentro a la cocina a ver qué hay de desayunar — tú madre te dejo el desayuno preparado, está en el microondas — me informa — me iré para la granja, si necesita algo ya sabe dónde encontrarme — le digo que está bien, busco mi desayuno en el microondas, mi madre me preparo un puré de papá con chuleta fritas y cebolla, también me hirvió dos huevos y me dejo una nota.
Nota:
Espero te guste tu desayuno, lo hice con mucho amor para ti, también te deje preparado jugos de tamarindo y te deje una manzana verde para que te la comas después del desayuno. Con amor. Mamá.
Mi madre es la mejor, amo esa mujer.
Después que me desayuné me puse a ver algo en la televisión.
Horas más tarde mi madre llegó de la escuela hecha furia, entro a mi habitación y me dijo que no volveré a esa escuela jamás, esperabas que esté bromeando porque falta poco para que este año culmine, serie una lástima perder un año casi terminado.
— Falta poco para que este año culmine mamá, sería una pena que perdiera un año casi terminado, es muy tarde para trasladarme a otra escuela — hable para calmarla un poco, ella respiro profundo.
— No te puedo dejar en esa escuela Ava, esta vez fue solo una rodilla ¿la próxima ves que será? — hace una pausa — No quiero que te hagan sentir que no vales nada, aun no entiendo como eres tan valiente para poder aguantar todo ese rechazo.
— ¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron en la escuela? — pregunté con preocupación.
