¿Saben que es estar al borde de quitarse la vida? ¿Ha presenciado tu propia muerte? ¿Han pensado en cómo sería su velorio si algún día deciden irse de esta tierra? Sabía que no tenía una salud mental sana, pero no dejaba de pensar en nada más que no...
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Capítulo 14
Bryan y yo entramos a casa a carcajadas, pasar tiempo con mi hermano me hace feliz, fuimos al estilista y mi cabello estaba hecho un desastre, me los cortaron más de la cuenta para poder emparejarlo ahora lo tengo más corto que antes, la estilista me dijo que tenía un cabello hermoso que lo dejara crecer sanamente y creo que me llevaré de su consejo.
Bryan y yo nos miramos al ver a papá y a mamá peleando, sus gritos se escuchan en casi toda la casa, Bryan y yo nos pusimos serios y terminamos de entrar a casa.
— ¡Te lo dije! — le gritó papá a mamá — ¡te dije que no eras buenas ideas! ¿Por qué nunca me escucha? — mi padre le da un golpe a la pared con fuerza, mi madre se sobre salta, al vernos nos sonríe, le da una mirada asesina a papá y luego sube la escalera, es obvio que está llorando, papá siempre hace llorar a mamá con sus palabras rudas.
— No debería de tratarla así — trata de decir Bryan, mi papá lo mira mal.
— ¿Cómo crees que la estoy tratando según tú? — dice mi padre y se cruza de brazo.
— Siempre la hace llorar papá — Bryan entra a la cocina abre la nevera y coge una manzana — te diré algo papá, Brithany es mi madre y la quiero más que cualquiera cosa en la vida, a la hora de que yo me dé cuenta que usted le puso un dedo encima se la verá conmigo — dice Bryan con calma.
— ¿Me está amenazando? — masculla mi padre con enojo y se le acerca con pasos rápidos.
— No, jamás me enfrentaría a usted, es mi padre — dice eso último y se retira — trate a mamá como se merece, es una mujer incomparable — dice Bryan mientras sube la escalera.
— ¿Y tú qué es lo que hace ahí para? — me grita mi padre con mala cara, sin decir nada subo la escalera corriendo no valla ese hombre y se quite su pique conmigo.
Pero no voy a mi habitación si no a la habitación de mamá, toco hasta que escucho que ella me dices pasa. Abro la puerta y la encuentro sentada en su sofá marrón, la habitación de mamá es súper amplia, tiene una cama matrimonial, dos mesitas de noches, las paredes están pintada de amarillos, tiene un sofá súper amplio y un cuarto de baño.
— Mamá — ella me sonríe, la abrazo con fuerza.
— ¿Cómo te fue hoy en la escuela? — me da un beso en la frente y luego nos separamos.
— Me fue bien, gracias al cielo no me molestaron — ella me sonrió ¿Cómo puede ser capaz de seguir sonriendo y seguir siendo cariñosa aun estando destrozada por dentro? Sin embargo, yo soy lo contrario.
— Tú cabello está diferente y más corto ¿Lo volviste a cortar? — me pasa la mano por mi cabello negros.
— Bryan me llevo para un estilista hoy y me arreglaron el cabello — ella me sonrió — ¿Cómo está usted?
— Estoy bien cariño.
— Mamá — la miro con tristeza.
— Estoy bien Ava — me sonríe.
— No lo está, no me mientas ¿Por qué estaban peleando papá y tú?
— No quiero hablar de ellos — me da una sonrisa leve.
— Mamá, soy tu hija puede confiar en mí no iré de soplonas a contarle a medio pueblo porque usted y papá pelearon — me cruzo de brazo.
— Lo sé y confío en ti, te prometo que cuando quieras hablar de ellos te contaré — sigue sonriendo.
