Capítulo 16 - Enamorado

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Nikolay

Decir que estoy embobado es poco, la miro dormir abrazada a mí y me provoca despertarla y hacerla mía. Estoy jodido por esta mujer y nadie me la va a quitar. Soy capaz de ir al infierno y volver con tal de tenerla a mi lado. Mis padres tenían razón, cuando encuentras a la persona adecuada, no puedes separarte de ella. Siento una posesividad como nunca había tenido en mi vida, mataría al que le hiciera daño.

Al despertarse, me mira, se pega más a mí y comenzamos una sesión de besos que corta la muy descarada para irse a vestir. Nos miramos y reímos como tontos, mientras la abrazo le digo cositas dulces en ruso, pero se las traduzco; cosa que ella no hace con las que me dice en croata y me molesta bastante. Ese secretismo y el querer ocultar cosas me vuelve loco de cualquiera persona, pero de ella, más. Luego de insistir y obtener una negativa bajamos a desayunar.

Al acabar, camino hacia el despacho, Ailín me llama diciéndome algo en croata y que quiere hablar conmigo. Fiel a mi carácter le digo que sin problemas siempre y cuando me traduzca lo que dijo. ¡Para qué habré hablado! Se puso a la defensiva y como una moto. Volvió a ser toda una tigresa. Traté de calmarla pero tuvimos una pequeña confrontación que se solucionó rápidamente. Esta mujer puede llevarme al cielo o al infierno en un abrir y cerrar de ojos. Tiene un carácter de los mil demonios; mis padres la amarán, ya que yo soy igual a ella y disfrutarán riéndose de mí diciendo que encontré la horma de mi zapato.

Cuando por fin me contó lo que deseaba, sentí pánico de que quisiera escaparse. Pero me tranquilizó e hizo ver que lo que me pedía no era ilógico.

Luego de hablar con dos de mis hombres y decirles las directrices sobre la seguridad de Ailín, la dejé ir a cambiarse, no sin antes darle un beso fogoso.

Hoy tenía muchas cosas que arreglar en el trabajo, toca blanquear dinero y lo hago en una de las constructoras. Sí, señores, soy constructor e invierto en bienes raíces. Aunque en el bajo mundo todos me conocen, para la sociedad soy un gran empresario, como todos los mafiosos. Entra Viktor al despacho y se sienta en silencio.

—¿Qué pasa, Viktor? Te veo callado. —Mi hermano está triste.

—Es que escuchar ayer a Ailín me removió el pasado y verla tan rota, pero a su vez tan fuerte, me hizo recapacitar en algunas cosas que no he llevado bien. —Sé a lo que se refiere y lo entiendo.

—Si la hubieras visto cuando llegué a la habitación se te hubiera partido el alma, pero mi tigresa es fuerte y se repone pronto. —Sonrío como tonto.

—Eso he visto. Por cierto, parece que te ha aceptado, o al menos eso se ve. Destilan ternura y mucho fuego contenido... Ja, ja, ja, ja. —Se burla de mí el cabrón.

—¡Tampoco te pases, eh! No voy a ocultarme, es mi casa y, aunque no quiero que me vean como perrito tras ella, no puedo evitarlo, me trae loco de amor. —Para qué negarlo.

—Ella es la única que podría destruirte si se lo propone, amigo —me dice, y sé que es verdad.

—Y que lo digas, ella no sabe el poder que ejerce sobre mí, nunca podría dañarla, pero si me traiciona, no sé de lo que sería capaz. —Siento tanta posesividad con ella que no es normal.

—Tranquilo, Nikolay, no es de esas. Se ve a la legua lo legal que es y cuando te mira se le iluminan los ojos. Está igual que tú de enamorada. —Por primera vez en mi vida me sonrojo delante de alguien.

—Eso espero, hermano, eso espero... —No soportaría que no me amara.

—Cambiando de tema —me dice Viktor—, ¿ya les has dicho a tus padres que te casas en dos meses? —me dice.

—Se me ha pasado, pero ahora mismo los llamo. Muchas gracias por el recordatorio. —Se volverán locos con la gran noticia.

—A las cuatro tenemos que revisar un cargamento de droga, hay que verificar la ruta para que nadie lo intercepte. —Hemos recibido un chivatazo y estoy intranquilo.

—Sí, de eso te quería hablar. Hay que planificar bien y poner los camiones cebo, no confío en Ignasio y temo que nos venda a nuestros enemigos. —Últimamente ha actuado raro.

—Si sabe lo que le conviene, no lo hará, pierde demasiado, no es tonto. Te espero afuera a que acabes y nos vamos —dice Viktor y sale del despacho.

Mis padres... Debo llamarlos y acabar con esto. Además quién diga y nos ahorran tiempo preparando todo para la boda.

Привет. (Hola).

Привет, папа, я звоню, чтобы сказать тебе, что выхожу замуж через два месяца. (Hola, papá, llamo para decirte que me caso en dos meses).

Что ты собираешься делать? (¿Qué te vas a qué?).

Я нашел это, папа, это было, как ты мне сказал, электричество, огонь, все... (La encontré, papá, ha sido como me contabas, la electricidad, el fuego, todo...).

Я рада за тебя, твоя мама и сестры сойдут с ума. Когда они придут, все будет готово. Поздравляю сына. (Estoy feliz por ti, tu madre y hermanas se volverán locas. Cuando vengan ya estará todo. Felicidades, hijo).

Спасибо, папа, когда мы приедем, я обещаю тебе все рассказать. Поздравления маме и моим сестрам. (Gracias, papá, cuando lleguemos prometo contarte todo. Saludos a mamá y mis hermanas).

Ya es hora de ir a inspeccionar el cargamento de droga. Si todo sale bien podré estar más tiempo en Rusia con mi tigresa sin tener que viajar a Italia. Intentaré delegar más en Viktor y Aleksei, no quiero que nada empañe mi felicidad.

Y con estos pensamientos me voy en la camioneta blindada, seguido de cuatro más, donde van mis mejores hombres, armados hasta los dientes por si surge algún problema.

******

Aleksei conduce a toda prisa, nervioso por llegar a casa. Alguien nos ha traicionado; no ha sido Ignasio porque lo han matado. Se formó una balacera que casi acaba con la vida de mis hombres. Solo hemos tenido una baja y tres heridos; no sé si están graves, ya que yo recibí dos impactos. Sangro pero no siento dolor y antes de poder ver nada, Viktor ordenó a Aleksei que me metiera en el carro. Salió como alma que lleva el diablo y en el camino avisó al médico de confianza para que tuviera todo listo en el quirófano que tengo para estas situaciones en el sótano de la mansión. No sé qué ha pasado con la entrega. Eso me cabrea mucho, pero en mis condiciones no puedo hacer nada.

Siento un sudor frío, mi cuerpo está lleno de sangre y cada vez me cuesta más respirar, el dolor comienza a ser insoportable; la adrenalina está bajando y esto no es buena señal, significa que mis heridas son peor de lo que pensaba, sé que en cualquier momento me desmayaré, solo pienso que no puedo dejar a Моя королева (mi reina) sola. Todo iba tan bien, y ahora puede que no la vuelva a ver... Y con estos pensamientos me desmayo.


Los secretos de mi esposaWhere stories live. Discover now