Capítulo 18 - Desconfianza

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Ailín

Me bajo del taxi por la calle lateral a la mansión, entro por la puerta de servicio y me dirijo al sótano para disimular mi escapada. Cuando estoy bajando, una voz me sorprende y sé que estoy en problemas. Nikolay está furioso.

Nikolay

Luego de despertar con mi hermosa tigresa enrollada en mi mano, mis hombres me llevan a la habitación. Al rato entra Aleksei y me pregunta cómo estoy, también me da el reporte de lo que han descubierto hasta el momento para saber quién me ha traicionado. Después cuenta obnubilado todo lo que mi mujer hizo con los heridos y en especial cómo le hizo de enfermero mientras ella quitaba las balas, cosía y curaba las heridas de Boris, uno de mis mejores hombres de seguridad.

Los celos que me entraron eran descomunales. Si ella seguía llamando así la atención tendría que matar a cada uno de mis hombres, porque poco a poco todos iban cayendo con su manera de ser.

—¿Dónde está ella ahora? —le pregunto molesto a Aleksei.

—No lo sé, jefe, posiblemente viendo a Boris y a los demás que ya se han despertado. El médico dejó las directrices de la medicación que debían tomar, así como el horario de las curas. Supongo que se encargará ella personalmente de todo —me dice, y estoy hirviendo de rabia.

—¡Ella solo debería encargarse de mí que soy su marido! —le digo prácticamente perdiéndose los papeles, esto nunca me había pasado con una mujer.

—Nikolay, creo que estás exagerando. Ella solo tiene ojos para ti, el médico la echó de donde tú estabas y no la dejó ayudarte. Le dio la orden de que fuese con los demás y eso hizo con lágrimas en los ojos. Me parece injusto que te enfades así cuando lo único que hace es el papel de jefa. Tú te comportas de igual modo con tus empleados, los has cuidado y curado cuando han salido heridos. Su actuar es impresionante, es más, si no fuera porque la hemos investigado a fondo, diría que conoce muy bien este mundo. Hasta podría ser hija de algún mafioso... Ja, ja, ja..., pero eso no es posible. Sabe cómo comportarse y tiene una mente fría para actuar, no le tiembla el pulso —me dice sinceramente Aleksei y sé que tiene razón en todo. Esta posesividad, con ganas de que nadie la mire y le hable creo que raya la obsesión compulsiva y no es sano. Si no logro calmar mis demonios le haré daño y no podría perdonarme jamás.

—Tienes razón, estoy exagerando. Gracias por hacerme entrar en razón amigo. Tengo miedo a perderla o que se enamore de otro y eso despierta lo peor de mí. Ve a llamarla, por favor. Dile que necesito de sus caricias y besos. —Me mira abriendo los ojos y levantando una ceja debido a lo último que digo—. Solo llámala, dile que quiero hablar con ella, nada más —digo serio y Aleksei se ríe negando con la cabeza. Sé lo que está pensando, pero no me importa. Ya le tocará enamorarse y ahí me reiré.

Al cabo de media hora, sube Aleksei y me dice que no la ha encontrado, que tal vez fue a buscar medicina a la farmacia. Algo no me cuadra y una desconfianza comienza a crecer en mí. Llamo a Marko, que es su chófer y seguridad junto con Igor, para saber si están con ella o la han llevado a algún sitio. Me dicen titubeando que no la han visto.

Me levanto a pesar de los regaños de mi amigo y me dirijo al despacho para ver las cámaras de seguridad. Necesito saber cuándo salió. Visualizo que hace una hora y poco, no llega a la media. Se fue corriendo por la puerta principal, la rabia fluye en mi ser y mi mandíbula apretada solo hace ver que rodarán cabezas. Esta falla de seguridad no puede pasar, no importa que estuviera herido, la casa debe estar sellada a cal y canto por los anillos de seguridad.

Ailín es una mujer muy astuta y aprovechó el revuelo para huir. Qué tonto he sido al pensar que realmente sentía lo que decía, soy un ingenuo. Pero de mí no sé va a burlar y mucho menos jugar con mi amor. Ahora entiendo lo tranquila que estaba por la boda y a todo le decía que sí, estaba planeando tener la mínima oportunidad y escapar.

Los secretos de mi esposaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang