Capítulo 35 - Enemigo al acecho

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Ailín

Todo lo que he vivido en este corto tiempo es maravilloso. Nikolay me apoya con los críos, nos turnamos para cambiarlos y alimentarlos. Hacemos un gran equipo y no se ha quejado ni una vez por cambiar pañales.

Han pasado seis meses del nacimiento de nuestros hijos, mi hermano y Anya se casaron, obviamente ella se trasladó a Italia; estoy deseosa de visitarla para saber cómo le va todo. Además, quiero poner un club exclusivo y que sea la estrella principal.

La vida nos sonríe, o eso creo, porque noto a mi hombre un poco raro, está distante, serio, ya no me cuenta cosas del negocio, evita hablar de trabajo delante de mí y siempre hay un guardaespaldas cuando está en el despacho con Viktor y Aleksei. No quiero comenzar con paranoias pero sé que algo anda mal, intento no pensar,por lo que voy a entrenar más seguido. Han sido meses sin ejercicio, así que estoy dando el 200%, me sirve porque saco la frustración que traigo, tengo un mal presentimiento; Fiorella ha estado muy quieta.

La seguridad en la casa es más extrema desde el parto, las niñeras de mis príncipes son lo máximo, las adoro. Nadie lo sabe, pero han sido entrenadas personalmente por mí. Confío en ellas ciegamente, sé que darán su vida por mis niños, Nikolay las escogió de una agencia de seguridad privada, las ha investigado, por supuesto no ha encontrado nada, están limpias.

El secreto es que la agencia es mía, todo muy legal pero aparece un apoderado como el dueño; es una de las tantas que tengo para vigilar a los mafiosos más importantes de Europa. Siempre consigo lo que quiero, por eso dirigí desde la sombra los pasos de Viktor hasta mi agencia. No confío en nadie que no sea de mi equipo, hay muchas traiciones en este mundo, pero yo no tengo esos problemas porque he sacado a todos mis empleados de la miseria. Les he dado otra identidad, otra vida, jamás morderían la mano del amo. Somos como una familia, nos cuidamos mutuamente, por eso al llegar las chicas me han puesto un chip otra vez, aunque no quería. Di órdenes de hacer lo mismo con mis polluelos, debo tenerlos vigilados todo el tiempo.

Me la estoy jugando, porque cuando Nikolay descubra quién soy y lo que significa mi nombre...no sé si podrá perdonarme. Mi idea era decirle pero lo he visto tan distante que he pensado que lo mejor es dejarlo estar. De todos modos no pienso volver en activo. Puedo llevar mis negocios con un ordenador y con una simple llamada dar órdenes de lo que se debe hacer.

Dejaré de agobiarme y pensar cosas que tal vez no ocurran, pero si debo salir a la luz, lo haré sin pensarlo, ya que para defender lo que es mío no me importa nada, aunque eso signifique perderlo todo. Ruego que si algún día pasa lo inevitable, me perdone; si Nikolay me deja no sé si sería capaz de salir adelante otra vez, lo amo demasiado, no soportaría su desprecio.

Nikolay

Aunque soy un hombre dichoso con la familia que tengo, no puedo sacarme de la cabeza la loca idea del Dragón. Así que desde hace tres meses con Viktor y Aleksei estamos investigando a mi mujer y sus negocios.

Sé que es una locura pensar que ella pueda ser ese mafioso que me ha robado millones en armas y drogas. En realidad, le ha robado a todos los grandes de Europa y nadie da con él. Lo que más me hace dudar es que desde hace más de un año está quieto, no ha vuelto a molestar a mis socios ni a mí. Estoy por volverme loco.

—Nikolay, no sé qué pensar. Tu mujer está limpia, sus asociaciones no tienen nada ilegal, tampoco los negocios y contadurías. ¿De verdad piensas que ella es el Dragón? —me dice dudando.

—Es que se mueve en un mundo extraño, no sabemos nada de su círculo, solo lo que deja ver, luego está todo lo que hace y sabe. Parece que no mata a una mosca pero es calculadora, logra lo que se propone al milímetro sin que nadie se entere —contesto frustrado.

Los secretos de mi esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora