La cama tiembla, mis hombros se tensan y mi estómago se revuelve, esto es demasiado, pero a pesar de esas sensaciones incómodas trato de lucir tranquila y normal.
- Alba...
- ¿Mm? - contesta a mi llamado.
- Estoy segura de que los temblores de tus piernas han hecho que la cama se mueva de lugar - murmuro con calma.
- Oh - se para de la cama de golpe - Lo siento, es que...
La miró fijamente mientras va hacia el espejo y se mira de nuevo. Aquí vamos de nuevo, va a querer cambiarse.
- ¿En serio estoy decente o debería cambiarme? - pregunta en pánico.
La observo, ha hecho esa misma pregunta unas cinco veces.
- Ya te has cambiado dos veces, ¿No crees que ya es mucho? - señalo.
- No, no termino de convencerme... ¿Tal vez sea el maquillaje? ¿Es mucho o muy poco?
Su pánico va en ascenso con el pasar de los segundos y el mío no se queda atrás debido a eso.
- Alba...
- Es que de verdad no siento que vaya acorde - murmura.
Se sigue mirando en el espejo mientras que me quedo congelada en la cama.
Estamos a punto de salir de casa para ir a la cena que mi padre organizo.
Había estado haciendo como si no me importará, pero justo ahora me siento igual de afectada que ella.
- ¿En la cena solo estaremos nosotras y la pareja de tu padre? - Alba corrobora - Eso dijiste, ¿No?
- Sí, eso dijo él - respondo.
- Bien... no importa la cantidad de gente, debo dar una buena impresión, así que, ¿Podrías darme una opinión de como voy vestida?
- Te ves muy bien - digo sincera.
- Eso has dicho con la ropa anterior - se queja - Ayúdame, por favor, en la cama hay otra opción.
- Ok...
La mezcla de nervios entre ella y yo están haciendo que haya un desastre total en la habitación. La cama esta destendida, llena de ropa y maquillaje, sin mencionar que era cierto que los nervios de Alba hicieron que la cama se deslizará unos centímetros de su ubicación habitual.
No vamos a tener tiempo de arreglar todo eso, vamos a tener que dormir en la habitación que antes usaba ella.
- ¿Crees que hay algo de ahí que luzca mejor? - pregunta presionado.
- Yo...
- Me cambiaré - decide de golpe antes de que pueda contestar - Creo que mejor...
Me levanto de la cama mientras habla y la abrazo por la espalda pasando mis manos por su cintura y apoyando mi mejilla en la suya. Es momento de detenernos.
- Cariño... - susurro en su oído - Respira.
Su cuerpo se tensa al sorprenderse, pero se relaja al segundo y deja de temblar al darse cuenta de que soy yo y que no tengo una mala intención.
- Te ves perfecta así - aseguro.
La veo a través del espejo, lleva puesto ese lindo vestido negro que utilizo en una de nuestras citas en casa, (El vestido con el que le hice el amor la primera vez). Un vestido que me encanta y que va muy bien con el maquillaje sencillo que lleva.
- Solo mírate - le pido - Estás hermosa, no hay nada que te haga ver mal y este vestido está perfecto, luce muy bien en ti.
Alba se obliga a mirarse. Sus ojos van de arriba hacia abajo en su reflejo.
