Salgo de casa después de recibir un dulce y fuerte beso de mi amada.
Ayer fue un día de locos, un día donde tantos problemas juntos me hicieron quedar en shock.
Después de mi reunión con el abogado Lee, en la que me hizo saber que saben de mi relación con Alba, quedé tan en blanco que tuvieron que echarme agua en la cara para reaccionar.
Mi padre y Nelly estuvieron sobre mí, haciendo que recobrara la conciencia. Estaban todos tan sorprendidos por mi reacción, que estaban a punto de llevarme al hospital, pero me negué a ser ingresada, solo pedí ir a ver a Alba y asegurarme de que estuviera bien.
Afortunadamente, así fue, ella estaba a salvo con Cooper y eso me hizo entrar en sí.
- Me sorprende demasiado que hayas elegido Disneyland, pensé que querías algo más… serio y adecuado para adultos - Mia me dice con voz burlona.
Ella sigue ayudándome con los planes del viaje, así que le llame de camino al trabajo.
- Quiero hacer algo diferente, creo que esta es una buena opción - le digo - ¿Puedes conseguir los pases o no?
- Sí, ya lo hice. Tienes suerte de que conozca a alguien - responde - Lo que me está costando conseguir es el vuelo, tal vez tengas que viajar en clase turista.
- Consigue lo que sea, eres buena con esas cosas.
- Bien, te avisaré entonces.
- Sí, gracias...
- Llegamos, señora - Bruce me avisa.
- Bien. Mia, tengo que colgar - le aviso.
- Sí, adiós.
Cuelgo la llamada y salgo de la camioneta para subir lo más rápido posible a mi piso.
Sorprendentemente, las miradas que pensé que iba a recibir, no las tengo sobre mí, lo que significa que lo que sucedió ayer se ha mantenido en secreto como se acordó.
- Abogada...
- Pídele a Wilson que venga a mi oficina, ahora - le ordenó a Alexa mientras entro.
Llego a mi escritorio y boto todo lo que tenía conmigo.
Debo ordenar mis pensamientos, ¿Qué es lo que debo hacer hoy?
Sé que dije que seguiré negándome a formar parte del equipo de abogados de Miguel, pero si me tiene en sus manos no tengo más opción que aceptar.
No dejaré que me amenacen con hacerle daño a Alba.
- Abogada - Wilson toca a mi puerta.
- Entra - respondo.
Wilson abre la puerta lentamente y entra dudando.
- Por favor, siéntate - le pido.
Wilson asiente y lo hace obediente.
- ¿Se encuentra mejor hoy, abogada? - se atreve a preguntar.
- Sí...
Él también vio cómo quedaba fuera de sí, como me bloqueé por completo, así que supongo que pregunta por eso.
- ¿Qué necesita, abogada? - me pregunta.
- Quiero saber si en verdad te irás de aquí - interrogó - Tus razones para hacerlo, siguen siendo un tanto... absurdas y no confiables.
- Lo sé - sonríe ligeramente - La verdad es que hay otra razón más por la que haré algo así.
- ¿Puedo saber cuál es?
