~ DANEY ~ 16

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Miro a Nelly quien sale de mi oficina después de venir a pelear conmigo y darle un regalo a Alba.

Ella no soporto ver que Alba venía con lentes que no se veían tan adecuados con su ropa y fue inmediatamente a comprarle unos lentes mejores. Creo que debo de agradecerle después, tampoco me gustaba la idea de verla con los lentes de Cooper.

Miro de reojo a Alba, ella se mantiene algo tensa en el sofá esperando a que termine un trabajo de imprevisto.

Esto es cada vez más raro, no se supone que estuviéramos pasando el día así. Yo debería estar corriendo arreglando las cosas para su fiesta y no, ahora estoy en mi oficina con ella, deseando que no tenga de nuevo uno de los ataques que ha tenido a lo largo del día.

Aún no sé cómo se atrevió a pedirme acompañarme hasta aquí. Sé que se volvió más fuerte, pero justo ahora su fuerza se está desvaneciendo, la Alba de antes está regresando.

Me recuerdo de los días en lo que la obligaba a esperarme para irse conmigo y cenar, cuando todo era una neblina oscura.

- Dios - suspiro ese mal recuerdo.

¿Por qué hice eso en su momento? Creo que tenía la necesidad de tenerla cerca, ya que quería saber todo de ella, pero lo hice mal, ¿Cómo es que no me odio por eso?
Ya lo hago.

- Termine, solo debo entregarle esto a Alexa - le anuncio a Alba - Ya podemos irnos.

Alba se levanta del sofá lentamente como si ahora no quisiera irse.

La verdad, tenerme que enfrentar de nuevo a las miradas y murmuros de todos, me hace ponerme algo irritada al saber que es algo que le afecta a Alba, pero ella insistió en venir conmigo, no podemos flaquear ahora, debemos salir seguras, mostrando que no nos importa lo que piensen.

- Cariño...

Me levanto de mi silla tomando mis cosas y los documentos que debo dejarle a Alexa y después me acerco a Alba.

- Sé que es difícil tener que enfrentarse a todas esas miradas, pero ya hemos avanzado mucho, las personas más importantes ya están enteradas de nuestra relación, ya no importan los demás.

Trato de darle un poco de paz a todos esos pensamientos malos que seguramente está teniendo, al igual que yo.

- Debemos irnos para poder llegar a tu turno a tiempo - murmuró - ¿Estás lista?

- ¿La verdad? - pregunta alzando la cabeza para mirarme.

- Sí, puedes ser sincera conmigo.

Lo piensa un segundo, necesita tiempo para hablar.

- Desearía no causarte más problemas con lo que seguramente ya causé ahora que están hablando de mí - me dice - Pero, ya estoy aquí y no puedo esconderme en tu oficina por el resto de mi vida, no estoy lista, pero quiero estarlo y lo haré.

Escucho orgullosa como habla está vez sin titubear tanto.

- Cariño - susurro.

- ¿Si?

- Antes de irnos, ¿Puedo darte un beso? - le pregunto al no aguantar más el deseo.

- ¿Por qué preguntas?

- Porque quiero tener tu consentimiento - respondo.

Alba sube las manos a su rostro para quitarse los lentes que Nelly le obsequió, dejándome ver sus ojos por primera vez desde que llegamos.

- Eres la única persona en el mundo que tiene mi total consentimiento... El verdadero - murmura - Yo también quiero besarte, siempre quiero.

Me hace la mujer más feliz, tener su consentimiento en verdad lo es todo.

Mi amante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora