Mis oídos, mi corazón, mis manos, mi pecho. En cada parte de mi cuerpo siento las vibraciones altas de las notas tocadas por los músicos que tocan música clásica frente a miles de personas detrás de mí.
Un espectáculo fenomenal al que Daney me trajo como par de nuestro día juntas.
Creo que para cerrar la noche es una buena idea después de lo que paso hoy.
Hemos pasado un día largo juntas, primero fuimos de compras, algo que resultó agobiante para mí cuando mi corazón se llenó de sentimiento y emociones complicadas, pero Daney vino a mí y me dio la paz y tranquilidad que necesitaba, así que termino por ser una buena experiencia.
Incluso conocí por primera vez a una asesora de imagen de renombre.
Después de las compras fuimos a un salón de belleza de primera clase. Era grande, elegante y con muchas chicas que lucían estupendas, las cuales nos ayudarán a estar arregladas para este evento.
Me trataron de lo mejor, me arreglaron el cabello, me dieron un masaje fácil y tratamientos para la piel. También me hicieron las uñas de pies y manos, y un maquillaje algo diferente al usual.
Nos trataron de maravilla, incluso nos dieron bebidas y cosas para picar en lo que cada procedimiento se llevaba a cabo.
Lo disfrute mucho, jamás había ido a un lugar así. Fue realmente lindo que cada una de las chicas me hiciera sentir cómoda, no me sentía fuera de lugar, fue excelente, pero no tanto como estar en este lugar hermoso al que nunca había siquiera imaginado entrar.
Miro fijamente cada cosa que pasa en el escenario. Los músicos interpretan una canción bastante conocida, pero mi ignorancia no me ayuda a saber el nombre.
Mientras miro fascinada a los músicos, Daney toma mi mano llamando mi atención.
- ¿Mm?
Bajo la mirada a nuestras manos al sentir que deslizó algo en mí. Creo que me puso algo en la muñeca, pero lo logro ver que es, porque ella cubre perfectamente con sus manos.
- ¿Qué sucede? - pregunto curiosa.
- Me disculpo, tengo que dejarte un momento aquí, pero por mi ausencia dejaré algo aquí que representará mi compañía - murmura cerca de mi oído.
No entiendo lo que quiere decir, solo veo que empieza a descubrir mi mano y me deja ver lo que puso en ella.
Es una pulsera dorada con diseño en la tira entrelazada y un dije colgado de ella.
- Tengo que irme, pero volveré - me besa en la mejilla mucho antes de que termine de mirar lo que tengo en la muñeca - Espero puedas escucharme con atención.
- ¿Qué? - balbuceo.
Daney se levanta y se va deprisa recorriendo el camino por el cual llegamos aquí.
- ¿Daney? - la miro hasta perderla de vista.
La música sigue sonando, pero en mí ya solo resuenan sus últimas palabras y una pregunta que se repite haciéndome doler.
- ¿Por qué me deja aquí? - susurro.
Empiezo a entrar en pánico, mi respiración se acelera, mis manos sudan y mis pies se agitan mientras sigo mirando el lugar que dejo vacío.
- Respira - susurro.
Respirar es lo que me enseño la psicóloga para momentos así. Debo recordar calmarme y así podre entender la situación.
Comienzo a ordenar mis pensamientos y los acontecimientos sucedidos mientras inhalo y exhalo.
Primero, Daney de la nada puso esta pulsera en mi muñeca. Debe tener un significado por la manera en la que me la dio, así que debo encontrarle coherencia.
