~ ALBA ~ 27

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- Entonces... solo para ver si he entendido todo hasta ahora - el abogado Lee toma de su copa de agua - Dices que fuiste ayudada por la abogada, pero que nunca tuvieron una relación amorosa, solo fingían para que su familia la dejara en paz y procediera con su divorcio.

- Sí - asiento intentando convencerlo de mi mentira - Así es.

- Eso tiene sentido, las familias de dónde venimos, suelen arreglar los matrimonios - me dice - Pero... ¿Por cuánto tiempo dices que han fingido?

- Un año - respondo - En lo que yo pagaba una deuda que tenía con ella.

- Ella fue la que te dio el dinero que le debías a Miguel, ¿Cierto?

- Eh...

- Miguel me contó un poco de ti, casi nada, porque no veía que me sirviera de algo, pero ahora...

- Por favor, solo pido que me ayude a hablar con "El jefe" - le vuelvo a pedir - Debo hablar con él.

- ¿Y de qué quieres hablar?

- De esto, quiero que deje en paz a la abogada... Ella es una buena persona.

- Nadie ha dicho lo contrario, señorita Benet - me dice con una sonrisa pronunciada.

Este hombre da un poco de miedo. Siempre está sonriendo, pero es una clara sonrisa fingida, parece un muñeco poseído o algo así.

- ¿Me ayudará? - pregunto.

- Está bien, lo haré, pero no podrás verlo personalmente, sin embargo, tal vez pueda hacer que hables con él con una llamada.

- Bien, eso serviría - le digo.

- Entonces andando - se levanta - Debemos irnos y... por cierto, ¿Tienes tu celular?

- ¿Mmm? Sí, lo traigo conmigo, pero está pagado.

- Tíralo - ordena - No quiero que haya más celulares presentes.

- ¿Qué?

- Sígueme.

Se levanta de la mesa, pone varios billetes en ella y comienza a caminar.

Tengo que apresurarme para ir detrás de él.

- ¿Tiraste el celular? - pregunta al sentir que estoy detrás de él.

- No, ¿Por qué...?

- Hazlo - gruñe.

¿Qué tire el celular? ¿Por qué?

- Dijiste que escapaste de la seguridad de esa mujer, así que hazme caso y tira el celular - me dice - Incluso si lo tienes apagado, ellos pueden seguirte.

Maldita sea, no sabía eso.

Agarro mi celular y miro en dónde tirarlo. No quiero hacerlo, si lo hago, perderé los recuerdos que hay en él.

- Tíralo - vuelve a repetir sin dejar de moverse.

Lo tiro y lo sigo mientras hace una llamada.

- Sí, iremos hacia allá - dice - Hay alguien que quiere hablar con él... sí, pero...

Se detiene de golpe haciendo que choque con su espalda.

- Te hablo en un momento - cuelga la llamada y mira al frente - Señorita Benet, ¿Cómo es el hombre que cuidaba de usted?

- ¿Eh?

- No me digas que es ese que está ahí - señala.

Veo a un hombre alto y moreno que corre entre la calle sosteniendo algo en la mano y preguntando cosas a la gente.

Mi amante Where stories live. Discover now