El cumpleaños de Alba termina y llega el mío días después.Al abrir los ojos por la mañana, siento con una mujer hermosa encima de mí felicitándome animadamente entre besos y sonrisas.
- Feliz cumpleaños - susurra un mi oído - Debemos salir de la cama, hay un lugar al que debemos ir.
- ¿A dónde? - pregunto tocando sus piernas.
Verla así es muy sexy, me gusta que esté tan contenta.
- Vamos a desayunar fuera de casa - Alba pone sus manos sobre las mías al sentir que la acaricio con dobles intenciones - Pero parece que vamos a llegar un poco tarde.
- Eso parece - sonrió - Quiero el desayuno en la cama.
- ¿El desayuno o a mí? - pregunta juguetona.
- Claramente a ti, siempre te quiero a ti.
- Lo que pida la cumpleañera - se quita la parte de arriba del pijama dejando al desnudo su hermoso torso.
Sus pechos firmes quedan a mi vista mientras subo las manos a su cintura.
- Gracias por el regalo - sonrió - Es lo mejor que puedo recibir.
- Entonces termina de abrirlo y úsalo... no pierdas el tiempo.
No pierdo el tiempo, hacemos el amor hasta que nuestros celulares y el teléfono de la casa colapsan en llamadas y mensajes.
Ese gran regalo nos hizo llegar tarde a la primera sorpresa del día, el desayuno familiar que Alba y mi padre planearon.
Los miembros de mi familia más cercana se reunieron en un restaurante cercano a la oficina y desayunaron conmigo. Presentes también estuvieron Ivy y Robert.
Fue un buen comienzo, todo bastante fácil de llevar, pero mi trabajo no pudo esperar más y tuve que irme a atenderlo.
- ¿Prometes llegar temprano para la cena? - Alba me insiste - Sí quieres vengo a recogerte con Cooper.
- Te avisaré cuando esté por terminar, trataré de liberarme temprano - le digo.
- No, promételo - toma mis manos con fuerza y me mira con esos ojos de gatito a los que no me sé negar.
- Está bien, prometo salir temprano - le doy un beso - Gracias por las sorpresas de esta mañana, me encantaron.
- ¿Sí? - pregunta - Pensé por un momento que sabías algo, cuando llegamos al restaurante y esa chica nos llevó directo a la mesa, no te vi sorprendida de que ni siquiera preguntara tu nombre, soló supuso que eras tú y nos llevó con los demás.
- No me sorprendió porque el personal de ahí me conoce, he ido algunas veces y.… bueno, por parte de mi abuelo, somos socios de algunos restaurantes y ese es uno de ellos.
- ¿Eh? ¿Qué? - la sorprendida resulta ser ella.
- ¿No lo había mencionado? - pregunto intentando recordar.
- No, no tenía ni idea - murmura - Tal vez por eso tu padre menciono ese restaurante, dijo que tu familia le gusta.
- Sí, pero... - mi celular suena - Creo que es Alexa, ya debo irme.
- Está bien - Alba me suelta - Te amo, espero tu día sea muy bueno, te veré esta noche.
- Así será - le doy otro beso - Te amo, tengo que salir ya.
- Sí.
Salgo de la camioneta y corro hacia el edificio.
Cooper es quien nos trajo a la oficina, estacionando enfrente para que yo bajara, así que hoy entro por la puerta principal.