Mi completa y total atención están en un artefacto que suele no tener mucho tiempo de mi día, pero en este día se ha convertido en la cosa más importante que tengo en mis manos, mi celular, en el cual espero tener noticias de Daney.
- ¿Señorita, se le ofrece algo más? - el amable mesero que me ha atendido desde que llegue me pregunta por tercera vez.
Lo miro de reojo mientras hago otra llamada, una llamada de la cual estoy segura de que no va a ser contestada, pero guardo aún algo de esperanza para que así sea.
- Yo...
Suspiro cuando la llamada se va al buzón de voz, es definitivo, debo irme de aquí.
- Sí, la cuenta, por favor - le pido al mesero.
- Claro, enseguida - se retira.
Dios, esto no empezó nada bien, la cena que tanto planee, acaba de arruinarse por completo.
- Su cuenta, señorita - el mesero vuelve.
Pone la cuenta en la mesa dejándome pagar de inmediato.
Tomo el bolso fino que recibí de regalo en navidad y después, salgo con la mirada en el suelo, de aquel restaurante, donde todos fueron testigos de que fui a una cena cancelada porque también tuve que decir al violinista que se presentó que ya no tocaría, pero claro que le pague.
- Aún puede salir bien - susurro cruzando la calle - Seguro todo saldrá bien.
La razón por la cual el día es especial y la cena que esperaba era tan importante, es porque hoy es el cumpleaños de Daney.
Por la mañana estuvimos juntas, tuvimos un buen despertar en la cama, para después ir a desayunar con su familia, pero la cena que había planeado para antes de su sorpresa más grande del día, no se realizó, quede plantada por ella debido a su trabajo.
Intento olvidar e ignorar lo que siento y voy directo hacia la sorpresa, donde termino siendo sorpresa el hecho de que estoy llegando sola.
- ¿Eh? ¿Por qué vienes sola? - Nelly es la primera en verme entrar al bar-restaurante que se rentó para la sorpresa.
- Daney no llego a la cena - respondo entrando al lugar.
- ¿Qué? ¿Cómo que no llegó?
Siento varias miradas a nuestra dirección, la mayoría son de personas conocidas.
- ¿Alba? - Amber se acerca - ¿Qué pasa? ¿Daney va a entrar sola?
- No, digo... no sé - respondo - Ella no llego a la cena, así que no sé.
- ¿Qué? ¿Cómo que no llego a la cena? - pregunta sería - ¿Dónde está?
- No lo sé - me encojo de hombros - Dijo que tenía trabajo, que llegaría tarde, pero no llego.
Amber y Nelly se miran entre sí comunicándose. No saben qué decirme.
- Ella seguro llegará, solo es trabajo. Le avise que estoy aquí, que me avise cuando estés cerca, saldré por ella y todo seguirá como lo planeamos - comienzo a caminar adentro - Necesito un trago, disculpen.
Diciendo eso, espero que no se den a la tarea de intentar tranquilizarme, porque no lo necesito. Lo único que quiero es saber cuándo llegará Daney.
- Un Martini seco, por favor - pido al llegar al bar.
El encargado asiente y comienza a servirlo.
- Hola, Alba - Rebeca, la amiga de Daney se acerca a saludar - ¿Cómo estás?
- Hola... bien, ¿Y tú? - pregunto por cortesía.
- Bien. Escuche que hace poco también fue tu cumpleaños - comenta.
