Sábado por la mañana.
Miro constantemente el celular mientras intento desayunar.
Estos días han sido de mucho estrés. Arregle más horas en el trabajo, Daney hace acto de presencia de vez en cuando viéndonos menos, haciendo que me sienta incómoda por ser la única que realmente vive en esta casa.
Aunque entiendo la situación en la que está, no dejo de pensar en muchas cosas que me hacen sentir mal, pero intento remplazar esos pensamientos con algunos buenos, como mantener ocupada mi mente pensando en hacerle algún detalle a Daney.
Ella a veces me manda pequeñas cosas, incluso me manda la cena de algunos restaurantes con servicio a domicilio. Aunque supongo que la que realmente hace eso es su asistente, sin embargo, quiero agradecerle haciendo algo parecido, pero aún no tengo idea.
También he tenido la idea de contactar a la persona que se encarga de mantenerme al tanto de Daney, para pedirle algún tipo de información sobre algo que Daney necesite y yo no sepa.
- ¿Por qué debo recurrir a ella? - me pregunto sin ánimo.
Se supone que yo soy la novia, pero es ella la que debe saber más de Daney porque está siempre a su lado, cosa que no me agrada del todo, pero aún no sé por qué me molesta. Sé que deben estar juntas por el trabajo, pero empieza a molestarme que ahora sea quien me mantenga al tanto de Daney.
- Igual puede ser de ayuda... - me animo.
Decido hablar con ella esperando que no esté cerca de Daney. Quiero saber si hoy volverá a casa, si es así podría preparar una mejor cena de lo que he hecho y tal vez conseguir un presente. Es lo más que se me puede ocurrir.
La llamo al número que suele tener consigo, ella no tarda mucho en responder.
- ¿Hola? - contesta en voz baja.
Suena como si estuviera dormida aún, tal vez salió tarde de trabajar y aún no este con Daney.
- Hola... habla Alba - murmuro.
- Oh... - se aclara la garganta - Dígame, señorita Benet.
- Bueno, quería preguntarte algo, pero primero debo saber si Daney está cerca.
- Ella... - se toma un tiempo - No, no está, parece que se fue ya a la oficina, me dejo una nota.
¿Le dejo una nota? ¿Se fue a la oficina?
- ¿Tú no estás en la oficina? - pregunto curiosa.
- No, yo estoy en su depar...
Se queda callada antes de terminar la frase. ¿Estaba por decir departamento? ¿En su departamento?
- No estoy con ella... así que dígame en que puedo ayudarla, ¿Necesita dejarle un mensaje? - pregunta.
- No, no necesito dejarle ningún mensaje - digo dudosa - Quería preguntarte si sabes si hoy regresara a casa.
- No podría decirle con seguridad, muchas veces salen cosas de último momento y es la causa por la cual no vuelve - responde - Pero en cuanto ella me diga, yo le haré saber si llegara o no.
Ahora me molesta aún más que sea ella la que me dé esos recados.
- Bien, si eso es todo... - intenta deshacerse de mí - Colgaré, debo atender unos asuntos.
- No - la detengo - Hay algo más.
- ¿Qué?
- Quiero saber si ella necesita algo - lo suelto con dificultad
- ¿Si necesita algo? - pregunta sin entender nada.
- Sí, si necesita algo... tal vez alguna cosa que no pueda conseguir o en lo que pueda ayudar.
