Miro fijamente el reloj que tengo en la muñeca, faltan dos minutos para la hora que me dijo que llamaría, solo dos minutos faltan para que la poca calma que logre obtener estas últimas horas, se vayan a la basura.
-Me está escuchando, ¿Abogada? - Alexa vuelve que preguntar.
- Sí, te escuché. Lograste cambiar mi agenda - respondo quitándole la vista al reloj.
- Lo hice, pero mañana será un día muy pesado, ¿Está segura que quiere esas modificaciones?
- Sí.
- Bien - apunta en su tableta - ¿Necesita algo más? ¿Quiere que le traiga un café? Luce como si se fuera a quedar dormida en cualquier momento.
- Sí, estoy muy cansada - le digo - No dormí mucho, pasé la noche en un maldito estacionamiento.
- ¿Qué?
- Pase la noche en el estacionamiento de un hospital, porque...
Me quedo callada al darme cuenta de que estoy hablando sin pensar.
- En fin, estoy cansada - admito - Pero no quiero café.
- Está bien, entonces...
A mi celular entra la llamada prometida.
- Puedes irte - le digo al verificar que se trata de él - Necesito tomar la llamada.
- Sí.
Alexa sale rápido al ver que espero a estar sola para contestar.
Debes calmarte, debes ser fuerte como siempre, no te dejes manipular. Tú puedes.
- Hola - respondo.
- Espero que hayas pensado en todo lo que te dije ayer, creo que te di bastantes horas para que pudieras analizar que no tienes muchas opciones - Andrew dice seguro.
Tengo desventaja en este maldito juego. No tengo mucha idea de porque quiere que lleve un caso con él. Lo único que sé me ocurre es que debe tratarse de algo que yo sepa manejar y que tenga seguro que podría ganar, ¿Pero qué caso es exactamente?
- Andrew - tomó aire - Ya te dije que tus amenazas no me importan.
- Tendrían que importarte, ¿O acaso toda esa mierda de que tú y Benet tienen algo es solo para molestarme? - me provoca.
- ¿Por qué piensas que vales tanto? Yo no haría nada por ti, incluso algo malo, porque nunca estas en mi presente. Se me olvida que existes hasta que regresas con alguna estupidez.
- No puedes negar que siempre regreso con entradas triunfales, ¿Verdad? - ríe - Siempre fui el que le dio sentido a tu aburrida vida.
- Eso crees - le digo intentando contener el odio que estoy sintiendo por él.
- En fin - suspira - Entonces déjame entender. ¿Te estás negando al trato que te ofrecí sin importarte llevarte la vida de alguien entre los pies?
- No, tú estás amenazándome con la vida de alguien más y sabes... eso es muy peligroso, ¿Sabes que puedo ir legalmente detrás de ti?
- Yo no he amenazado a nadie y menos he puesto la vida de alguien en peligro, tú si - murmura.
- Andrew, no seas imbécil...
- Lo soy, pero uno muy listo, así que - vuelve a suspirar dramáticamente -Sí quieres seguir hablando de esto, saca tu culo de esa silla y ven a la dirección que te mandaré, hablaremos.
- No iré a... - cuelga - ¡Hijo de puta!
Sabe que me tiene, que solo finjo no querer saber lo que sucede.
