Cuelgo el teléfono después de hacer la quinta llamada a la cárcel para avisar que iría.Al principio se negaron a interrumpir las actividades de Víctor Ramírez, pero no me hizo falta hablar demasiado para dejar en claro que puedo ir y hablar con él, aunque será hasta mañana.
- Ese maldito tendrá que decirme qué está pasando - gruñó.
Conecto mi celular a su cargador para que la batería se llene y no me deje a media llamada como lo hizo hace unos minutos, después me levanto de mi silla y salgo a ver si alguien ya está en el piso.
- Aún no...
Pero hoy es domingo, claro que no iba a haber gente aquí.
Que estúpida soy.
Estoy tan perdida en mis pensamientos que olvidé ese gran detalle. Hoy no es un día laborable, entiendo por qué me negaban la visita a la cárcel, aparte de que es demasiado temprano, apenas está comenzando el día.
- Carajo...
Vine aquí solo con la intención de hacer llamadas, hice todas las que fui capaz de hacer a estas horas, pero aún me siento demasiado impotente, no sé nada de Alba, no sé dónde está pasando la noche, si está herida, si ha comido o si está bien.
- Maldita sea - maldigo al imaginar que podría volver a su vida de antes.
Pensar que no tendrá para comer, que tendrá que hacer cosas que no quiere para sobrevivir, me hace mal.
- Abogada - el ascensor se abre de repente y de él sale Alexa - ¡Aquí está!
- ¿Qué haces aquí? - pregunto al verla correr hacia mí - No se supone que trabajes hoy...
- Me llamo la abogada y uno de sus guardaespaldas - me dice sofocada - Me preguntaron si estaba aquí en la oficina con usted. Sonaban muy preocupados así que vine a ver que todo estuviera bien.
Si estuvieran preocupados, ¿Por qué no han venido?
Tal vez porque no estoy de humor para lidiar con ellos y lo saben.
- No está todo bien, hay problemas - me doy vuelta para volver a la oficina.
- Es... ¿Es sobre Benet? - indaga yendo detrás de mí.
No quiero darle detalles, pero tal vez le pida ayuda con algunas llamadas.
- ¿Recuerdas que, en uno de los casos de trata de blancas, hubo un agente especial que me dio su número? - le pregunto ignorando que ella preguntó algo primero.
- Eh... creo que sí - responde.
- No encontré su número, ¿Puedes ayudarme a encontrarlo? Tal vez esté en la agenda de aquí.
- Buscaré - me dice - Solo necesito un segundo.
De su bolso saca su tableta y comienza a revisar.
En lo que hace eso yo preparo otra taza de café. Siento que ya no tengo energía, no he pegado el ojo desde hace dos días o desde hace más.
Todo este estrés no me deja dormir adecuadamente, incluso duermo menos que los días en los que estudiaba.
- ¿Paso la noche aquí abogada? - Alexa pregunta mientras sigue buscando.
- No.
- ¿Ha dormido algo?
- No.
No es momento para dormir, necesito saber qué pasa con Alba. Quiero asegurarme de que esté bien.
- Debería intentar dormir un poco en el sofá, buscaré todo lo que me diga y la despertaré después - Alexa me dice.
- No necesito dormir - murmuro.