Six Stars. «Camren»

Capitulo 5.

Capitulo 5.

Me despierto por el llanto de un bebé. ¡Eso era!, ¡Había un bebé aquí!.

Me levanto de golpe de la cama y en silencio voy hacia la habitación de Lauren.
Con mucho cuidado abro la puerta, agradeciendo internamente que esta no estuviera con seguro.
Cubro mi boca ante la sorpresa de ver a una pequeña bebé en brazos de Lauren. y comencé a concentrarme en la situación, notando la voz de Lauren. Le estaba cantando mientras la mecía suavemente..
Su voz melodiosa me acelera el corazón y me asusté ante esa sensación, nunca lo había sentido, pero sabía perfectamente lo que era.

-Tienes una hija..

Ella se tensó al escuchar mi voz y con cuidado dejó a la pequeña bebé en la cama.
Una enorme ternura invadió todo mi cuerpo al ver a la pequeña que hacía un mohín mirando a Lauren.

Lauren: No es mi hija. Es mi hermana.

Dijo volteándose y mirándome atentamente. Se veía algo asustada, o eso podía ver en su mirada. Sus ojos me mostraban tanto y tan poco a la vez.

-¿Pero por qué la tienes aquí?.

La pequeña comenzó a llorar, impidiéndole a Lauren responder.
La preciosa ojiverde cargó a la bebé otra vez, y esta dejó de llorar inmediatamente. Lo sabía, ella no tenía ese poder solamente en mi, posiblemente tenía ese poder en muchas personas.

Lauren: Soy la única que puede cuidarla.

Dijo pasando su dedo por las mejillas de ella, haciéndola reír a ligeras carcajadas. La pequeña sonreía ampliamente al ver a su hermana mayor.

-¿Cómo se llama?.

Lauren: Taylor.

Sonreí.
Lauren besó la cabeza de Taylor y la meció un par de minutos para que cayera totalmente dormida, sorprendiéndome al haberlo logrado tan rápido. Mostrándome lo acostumbrada que estaba haciendo eso.

La ojiverde dejó a Taylor en la cama y le puso un oso de peluche al lado, para que lo abrazara.
Unas cosquillas me dieron en el estomago y sonreí un poco más, borrando mi sonrisa cuando Lauren volteó a verme.

Lauren: Llevaré el desayuno a tu cuarto...

Salió de la habitación dejándome algo desconcertada, porque su cambio de actitud era extraño.
La seguí escaleras abajo silenciosamente para no despertar a la pequeña Taylor.

-¿No puedo desayunar contigo?. -pregunté llegando a su lado en la cocina.- digo.. desayunar aquí. No quiero estar en esa habitación. Me siento muy deprimida allí.

Ella asintió con un toque de felicidad en su rostro y comenzó a picar fruta en trozos.

Yo me senté a observarla tanto a ella como al alrededor.
Era un lugar bastante lindo y acogedor. La madera lo hacía ver antiguo, pero los muebles y la decoración lo modernizaban.

En la silla de mi lado había un libro. Matar a un ruiseñor.

-Ay Dios..

Lauren: ¿Qué pasa?. -preguntó preocupada.- ¿Estás bien?.

-¿Es tuyo?.

Ella me miró con confusión, pero cuando tomé el libro y se lo mostré, ella captó de lo que hablaba.

Lauren: Sí. -me sonrió.- Es mi libro favorito.

-También el mío.

Lauren lamió sus labios mientras miraba los míos.
Di gracias por estar sentada, porque de lo contrario hubiera caído por culpa de mis piernas que comenzaron a temblar, al sentirme cohibida por su mirada..

Ella volteó y colocó un plato con waffles y frutas frente a mi, con un vaso de jugo de naranja.

Lauren: ¿O prefieres café o no lo sé..?

-No, está bien. -le sonreí.- gracias.

Desayunamos en silencio.
Ella dibujando en un cuaderno lo que me pareció un retrato de su pequeña hermana sonriéndo.
Cada vez Lauren me sorprendía más y más con las cosas que hacía, porque toda la maldad y el odio que vi en sus ojos el primer día cuando tocó a la puerta, se estaba desvaneciendo.

Yo por mi parte me dediqué a mirar sus tatuajes y descubrí uno nuevo en su muñeca derecha.
Unas golondrinas.

Lauren: ¿Te gustan?.

Preguntó aún con su mirada en su dibujo, asustándome.

-¿De qué hablas?.

Lauren: Mis tatuajes. -me miró y me sonrió, para luego levantarse y comenzar a lavar los dos platos y vasos, dándome la espalda.- Miras mucho mis tatuajes, Camila.

Y descubrí otro cuando movió su cabello hacia un lado.
Su crop top blanco me dejaba admirar mucho su cuerpo.

Un atrapa sueños con tres de esos círculos bajaba por toda su espalda, hasta el dobladillo de su ropa. Las plumas fluían perfectamente con su piel y era increíble que su cuerpo quedara tan bien con esa tinta.

-Es que tienes muchos tatuajes.

Lauren: Lo sé. Y todos tienen su significado.

-Me gustaría saber los significados de tus tatuajes.

Ella se acercó a mi, y mi respiración se cortó al sentir sus labios rozando contra mi mejilla.

Lauren: Algún día te los diré.

Me alejé un poco de ella, lo cual fue un error porque quedé frente a ella, con mis labios a solo centímetros de los de ella.

Lauren: ¿Sería un error si te beso justo ahora?.

Lamí mis labios y la besé.
Sentía la necesidad de hacerlo y ella me correspondió de inmediato.

Ella se colocó entre mis piernas y me abrazó por la cintura, acercándome a ella para moldear mi cuerpo contra el suyo.

Pasé mi lengua por su labio inferior, sintiendo el delgado metal de su piercing y mordí este con delicadeza.
El beso fue aumentando de velocidad y justo en el momento en el que mi lengua iba a entrar en su boca el llanto de Taylor se escuchó.

Lauren cortó el beso y me miró solo unos segundos para luego correr a la segunda planta.

La seguí y llegué a la habitación.
Lauren mecía a su hermanita quien jugaba con su cabello y le secaba las lagrimas de sus mejillas con ternura.

Me puse a su lado, sonriéndole a la pequeña que me sonreía de la misma manera.
Sus ojos eran pardos, una mezcla de color avellana y verde.

Lauren: ¿Quieres cargarla?.

Me preguntó con una hermosa sonrisa.

-No quiero hacerle daño... -dije con temor.- ¿Y si se me cae?.

Lauren: No le harás daño, y no se caerá. Tranquila.

Me entregó a la pequeña con cuidado y yo temblorosa la cargué entre mis brazos. No pesaba nada, y eso me asustó.

Las manos de Lauren estaban bajo las mías, para ayudarme a sostenerla.

La pequeña comenzó a chocar sus manos, como si aplaudiera.
Mi corazón se hinchó de emoción al verla sonreírme y jugar con mi dedo índice.

-Es preciosa.

Lauren: Sí. -dijo mirándome.- Es preciosa.