Six Stars. «Camren»

Capitulo 6.

Capitulo 6.

11 días.
Suspiro al recordar cuantos días llevo aquí.

Me siento en el sofá y llevo mis piernas a mi pecho, para darme un poco más de calor ya que con el chocolate caliente entre mis manos no funcionaba mucho.

Era una noche muy fría y no tenía otra opción más que quedarme frente a la chimenea cubriéndome con al menos tres mantas.

Observé el fuego de la chimenea.
A veces me preguntaba cómo algo tan llamativo, provocativo y misterioso, como el fuego, podía causar tanto daño al estar solo un segundo a su lado.

Me sobresalté cuando el cuerpo de Lauren llegó a mi lado, sacando la manta que la cubría y me la entregó a mi, situándola sobre mis hombros con cuidado.

Ella había quedado sin nada para abrigarse, solamente tenía su camisa, que al parecer no abrigaba nada.

-¿No tienes más mantas?.

Lauren: No, las otras se las puse a Taylor.

-Ven aquí.

Le dije, dejando el chocolate en la mesa de noche que estaba a mi lado y le hice un espacio a mi lado para que ambas nos cubriéramos con las mantas.

-Lauren, ven.

Reproché, porque ella se había quedado mirándome sin siquiera moverse.
Ella se acercó lentamente y la cubrí con las mantas mientras ella me abrazaba por los hombros, acercándome a ella discretamente.
Lauren estaba fría, y temblaba, así que la abracé por la cintura.

-Tienes mucho frío..

Ella asintió con una risa de por medio y me miró fijamente.

Lauren: Lo siento.

Dijo con tristeza y yo solo le acaricié la mejilla con ternura.

-¿Por qué?.

Le pregunté ya sabiendo la respuesta, pero solo quería volver a escuchar su voz nuevamente.

Lauren: Por tenerte prácticamente secuestra.

-Ya no es secuestro.

Le sonreí mirando sus labios y sus ojos gran cantidad de veces.

Lauren: ¿Por qué?.

-Un secuestro es en contra de la voluntad. -lamí mis labios.- Yo ya no estoy en contra de esto.

Ella quedó algo impresionada pero luego se acercó a mi y me besó.
Sus labios estaban cálidos a pesar de que todo su cuerpo estaba helado.

Continué acariciando su mejilla mientras nos besábamos, me sentía inexplicablemente bien al sentir sus labios bailando contra los míos.

Lauren mordió mi labio inferior y me dio un pequeño beso.
Luego se separó de mi y besó mi mejilla.

-Necesito respuestas. -acaricié su rostro con ambas manos.- Necesito saber todo, ¿Cuando fue?, y ¿Por qué?.

Ella trató de levantarse, pero se lo impedí tomando su mano.

-Lauren, por favor.

Se veía que tenía una guerra en su cabeza, tal vez entre decirme o no. También se veía dolida y asustada.

Lauren: Mi padre había muerto.. -comenzó y se volvió a sentar a mi lado, apoyando su cabeza en mi hombro.- lo perdimos todo. Eramos pobres. Mi madre un año más tarde comenzó a salir con tu padre... yo se lo advertí. -su voz se rompió.- Yo sabía que él no era un buen hombre, pero no me escuchó. Ella solo quería ser feliz luego de la muerte de mi padre. -suspiró tocando mi mano con cuidado y entrelazó nuestros dedos.- Ella quedó embarazada seis meses después. Mi madre ya estaba enamorada del tuyo y solo quería estar con él, sin ocultarlo. Ella estaba dispuesta a decirle a tu madre, pero él no quería. -sollozó, y ahí me di cuenta de que ella lloraba.- Era mi cumpleaños.. cumplía dieciocho años, luego del pastel mi madre y mi hermano se quedaron en la sala, viendo televisión y yo quería hacer dormir a Taylor por primera vez, ya que tenía dos semanas de nacida. -secó sus lagrimas.- Tu padre llegó y discutió con mi madre sobre decirle a la tuya. Chris se interpuso en la discusión y él.. él solo le disparó. -se aferró a mi.- Bajé rápidamente a la sala y escuché otro disparo. Los había matado a ambos.
Él estuvo a punto de dispararme a mi, pero unos hombres llegaron y se fue con ellos. Corrí tras el auto y logré ver la matricula. -suspiró.- Lo que vino después fue lo más difícil, porque no tenía de dinero, me quitaron la casa y me hice responsable de Taylor, si no hubiera tenido dieciocho años no habría podido encargarme de ella, si no la tenía a mi lado, juro que moría, ella es lo único que tenía y lo que tengo. Estuve meses buscando e ideando un plan para matarte a ti, el cual no resultó.

-¿Taylor es mi hermana también?.

Lauren: Sí. -se levantó y secó sus lagrimas con enojo.- Ahí están tus respuestas. ¿Qué más quieres?.

-Quiero ir a casa, Lauren. Mi madre y mi hermana... ellas no.. -me detuve.- Necesito que él me lo diga, que me explique.

Lauren: Él no te explicará nada, porque no le importas, Camila.

Me habló con impotencia, la cual intentaba no demostrarme.

-¡Soy su hija!. -le grité, levantándome y quedando a su altura.- Claro que le importo.

Lauren: Si le importaras al menos hubiera pedido algún rescate. -habló enojada.- Si le importas ya no estarías aquí. -se acercó a mi oído.- Y si le importaras, no le hubiera dicho a tu madre que te fuiste de vacaciones con tus amigas.

Sin decir más caminó hacia las escaleras, dejándome ahí.
Ella tenía razón.

Cogí las mantas que había dejado en el sofá y la taza de chocolate, ahora frío, y subí a la segunda planta.

Llegué a su habitación y mi corazón se rompió al verla llorando mientras tomaba las manitas de Taylor, quien dormía plácidamente.

Me acerqué a ella, dejé la taza en la mesita de noche y la abracé por detrás.
Ella se volteó y me abrazó con fuerza, escondiendo su cabeza en mi cuello.
Se notaba tan débil en mis brazos.. tan triste.

Lauren: Te juro que no sabes cuanto lo odio.

-Shh.. ven conmigo. -comencé a caminar sin soltarla y la lleve a mi habitación.- Duerme conmigo, Lauren.