Capitulo 18.

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Capitulo 18.

Me desperté por un llanto que sentía casi a mi lado. A penas abrí mis ojos pude ver a Lauren parada al lado de la cama con Taylor entre sus brazos. La pequeña lloraba y lloraba sin detenerse, que casi se ahogaba.

Lauren: Tenemos.. tenemos que ir al hospital.

Dijo completamente afligida al ver a su hermanita de esa forma.
Asentí y me levanté de la cama rápidamente, cogiendo la ropa que estaba en el suelo para colocármela sin mucho cuidado.

Lauren: Sh.. Tay. -mordió su labio, ya a punto de llorar con ella.- No llores, cariño.

Coloqué mi abrigo y seguí a Lauren hacia la primera planta, saliendo rápidamente de la casa para subirnos al auto.
Yo cargué a Taylor y mientras que Lauren arrancaba el auto, dirigiéndose rápidamente al hospital más cercano. Ella estaba realmente asustada, y quizás enojada, por como apretaba con fuerza su quijada y el volante. Por esa razón no quise mencionar ni una palabra por varios minutos, pero sentía la obligación de hacer algo para que ella se tranquilizara al menos un poco.

-Lauren..

Lauren: No, Camila.

-Esto no es mi culpa. -la regañé, acariciando la mejilla de Taylor.- No te enojes conmigo, porque no tienes una razón para hacerlo.

Ella suspiró y me miró por un segundo, arrepentida por el como había reaccionado.
Rodé mis ojos y miré a Taylor. La pequeña aún no dejaba de llorar, y eso me ponían muy triste.
Llevé mi mano hacia su frente y la dejé allí unos momentos, esto indicándome que tenía fiebre por lo ardiente que estaba su piel.

Lauren: Yo.. lo siento. -dijo entre un sollozo.- Es solo que.. si le pasa algo.. yo.. no me lo perdonaría. Estoy tan asustada.

Le sonreí levemente y volví mi mirada hacia Taylor, y el mohín que me estaba haciendo me causó mucha ternura hasta que volvió a llorar, cogiendo mi ropa y tirándola.
Miré la hora en el pequeño reloj del auto y suspiré al sentir como el sueño nuevamente se hacía presente, ya que eran las 4:30 de la madrugada.

Lauren aparcó el auto fuera del hospital y se bajó rápidamente, abriéndome la puerta.
Bajé lentamente para no mover tanto a Taylor y se la ofrecí a Lauren para que la cargara. Ella con sumo cuidado la cargó, como si su hermanita fuera la gema más delicada y preciosa de todo el mundo.

Lauren: Estarás bien, cariño. -le besó la frente con delicadeza, logrando que el llanto cesara un poco.- Te lo prometo.

Caminamos hacia la entrada del hospital y buscamos un médico. Una mujer se acercó a nosotras para atender a la pequeña, pero para mala suerte de Lauren, ella no pudo acompañar a Taylor, por lo que la llevé a la sala de espera casi obligada, deseando que todo estuviera bien con Taylor, o al menos, que no fuera algo para preocuparse.

Abracé a Lauren de costado, dejando que situara su cabeza sobre mi pecho. Se veía tan asustada y a punto de llorar, pero sabía que se estaba conteniendo lo mayor posible, por lo cual, no se iba a desahogar.

-Ella estará bien.

Lauren: No quiero que le pase nada.

-Amor.. -acaricié su cálida mejilla.- duerme un poco, por favor.

Lauren: No, ella puede necesitarme y..

-Lauren, duerme un poco. -suspiré.- Tranquila.

Lauren: Pero es que..

-Pero es que nada. -besé su cabeza.- Te despertaré si algo sucede. Lo juro.

Alcé un poco su rostro y le di un ligero beso en los labios, sin tener la oportunidad de saborearlos ni un poco por la brevedad del beso.
Supuse que se había rendido con eso, porque solo suspiro y se acomodó mejor sobre mi pecho, abrazándome por la cintura para más cercanía entre nuestros cuerpos.
Por mi parte trataba de abrir mis ojos cada vez que estos se cerraban por si solos por el cansancio, pero pensaba en que Lauren podría enojarse conmigo por no estar pendiente de si algún médico se nos acercaba.
Solo estuve un par de minutos así, luchando contra mi misma para no caer dormida, hasta que un médico salió con Taylor en sus brazos. Ella continuaba llorando, pero con menor intensidad y al parecer el llanto despertó a Lauren de golpe.
Se levantó y se acercó a ellos, acariciando la cabeza de Taylor con mucho cuidado, esto deteniendo el llanto casi de inmediato, convirtiéndolo en un simple y tierno mohín.

Lauren: ¿Qué.. qué es lo que tiene?, ¿Qué pasa?.

Médico: Es solo un resfriado. -le sonrió.- Estará muy bien en un par de días, solo necesita medicamentos.

Lauren asintió y cargó a Taylor, besándole la mejilla a penas la tuvo entre sus brazos, para luego abrazarla con delicadeza y cariño, mientras que la pequeña continuaba con su mohín.

Lauren: Lo siento, pequeña. -le susurró, pero fui capaz de escuchar lo que decía.- Ya iremos a casa y estaremos bien. ¿Si?. Te amo, cariño.

Sonreí y tomé su mano, caminando hacia la farmacia para ir a buscar los medicamentos recetados para Taylor, y salimos, yendo de vuelta a la casa de Lauren.
Estuve viendo la ciudad por todo el viaje, y me sentí extraña porque hace ya por bastantes días que no veía la ciudad. Me sentí apartada del mundo, y no fue algo malo pensándolo bien.

Bajamos del auto, yo con Taylor entre mis brazos, siguiendo a Lauren a la segunda planta, terminando por acostar a la ya dormida bebé y cubriéndola lo mejor posible para que no sintiera frío en ningún momento.

Lauren: Sabes.. -se acercó a mi y me abrazó por la cintura.- He estado pensando en que deberíamos tener una cita. ¿Te gustaría tener una cita conmigo?.

Asentí mientras reía por su petición, la que supuse que nunca llegaría, y me acomodé contra su pecho, sintiendo como temblaba levemente por el frío que sentía.
Caminé en retroceso hacia mi habitación, y me volteé para acostar a Lauren en la cama, bajo mi cuerpo. Acariciando sus sonrojadas y suaves mejillas. Esto logrando que una sonrisa se formara en su rostro, y eso me trajo un gran alivio por verla sonreír nuevamente.
Ella alzó su cabeza y me besó, pero este beso hizo que todo mi cuerpo se estremeciera, que las cosquillas se formaran en mi estomago, y que mi mente diera vueltas. Diablos, la amaba.

Six Stars. «Camren»Where stories live. Discover now