Capitulo 21.

14.9K 904 23
                                    

Capitulo 21.

*POV Camila*.

Acaricié la sudada frente de Lauren, observando si su hombro seguía sangrando. Cuando me di cuenta de que no lo hacía la moví un poco con la intensión de despertarla, pero conseguí que solo se quejara de dolor.
Suspiré y dejé que continuara descansando, a pesar de que ya llevaba haciéndolo hace siete horas.
Ya había sacado la bala de su hombro gracias a las pinzas que estaban en el botiquín de emergencia del auto, y había vendado ligeramente el lugar, esperando que eso sirviera al menos para que la herida no se infectara.

Dejé con cuidado a Lauren, la que estaba acostada en el asiento trasero, y cerré la puerta del auto, rodeando este para ir a ver a Taylor.
La pequeña tenía hambre, y no sabía cómo alimentarla, porque Lauren solo tenía leche en polvo en el auto, así que le he estado dando agua cuando ella lloraba y al parecer se conformaba con eso.
No había ido a la ciudad solo porque no sabía manejar, y me he regañado internamente por eso.

Saqué mi abrigo y con eso cubrí a Taylor, yo comenzando a temblar del frío ya que el atardecer se aproximaba, cambiando los colores del cielo rápidamente de un celeste a uno rosa, con una mezcla de anaranjado.
Acaricié la cabeza de la dormida Taylor y me volví hacia el asiento trasero, verificando si Lauren continuaba durmiendo. Esta vez ella movía ligeramente su cabeza, comenzando a despertar.

Abrí la puerta y me quedé allí, observándola y esperando que despertara completamente.
No podía evitar mirar su desnudo abdomen, era imposible no hacerlo, por eso trataba de estar pendiente tanto de Taylor como de ella.

Lauren abrió sus ojos y examinó lentamente el lugar en donde se encontraba, y sonrió un poco cuando me vio.
Trató de levantarse, pero se lo impedí colocando mis manos sobre su pecho, sintiéndola otra vez fría. Así que no me quedó otra opción que quitar mi camisa y cubrirla lo mejor posible con ella, yo quedando solo con sujetador.

-¿Cómo te sientes?.

Lauren: Como si me hubieran disparado en el hombro.

Sonreí y me acerqué a su rostro, besándola cortamente, pero ella profundizó el beso con una mordida en mi labio inferior, esta acción logrando que soltara un suspiro por haberme dejado unos segundos en las nubes.
Acaricié su mejilla y me alejé, besándole la frente, sintiéndome feliz de que al fin haya despertado.

Lauren: Me.. me curaste. -miró su hombro y volvió a sonreír.- Gracias, ¿Cómo estás?.

-Sí, estoy bien, pero tengo esa pregunta dando vueltas y vueltas en mi cabeza, ¿Cómo supieron dónde estábamos?.

Lauren: No lo sé. -gimió al moverse un poco.- Tal vez siguieron a Keana el otro día, o a nosotras cuando fuimos al hospital.

-Debemos salir de aquí. -suspiré.- No quiero apresurarte ni nada, pero Taylor tiene hambre, y hace frío. Sé que te duele, pero yo no sé manejar, y tengo miedo de que nos vean aquí y..

Lauren: Estás divagando, Camz.

Rió, y eso me quitó un gran peso de encima.
Lauren con algo de esfuerzo se levantó y salió del auto, entregándome mi camisa, la que yo rechacé en un principio, pero sentía tanto frío que terminé por colocármela.

Lauren: De acuerdo. -se quejó de dolor al entrar al asiento del conductor, quizás preparándose internamente para el intenso dolor que se le aproximaba.- ¿Podrías cambiar a Taylor hacia atrás e ir con ella, por favor?.

Asentí y fui hacia el lugar del copiloto, sacando la sillita junto con Taylor para cambiarla hacia el asiento trasero, asegurando perfectamente la sillita en el asiento, y me senté a su lado, observando como dormía plácidamente.
Lauren arrancó el auto con dirección a la ciudad.
Me sentía muy mal por prácticamente obligarla a que manejara porque podía ver claramente su expresión de dolor cada vez que pasaba un cambio, que me dio ganas de decirle que parara el auto, que no importaba nada si ella no se encontraba bien, pero teníamos que ir a un hospital para que la curaran de manera correcta, y no como yo lo había hecho.

Lauren: Nos hospedaremos en un hotel, ¿Si?.

-De acuerdo, pero primero vamos a ir al hospital.

Lauren: Estoy bien, Camz. -apretó su quijada, tratando de reprimir un gemido de dolor.- Con lo que hiciste basta.

-Se va a infectar, Lauren. Y lo sabes. Deben colocarte puntos de sutura.

Lauren: Estoy bien, Camila. -dijo comenzando a enojarse.- Iremos a un hotel, y nos quedaremos allí unos días, luego nos iremos a otro.

-¿Y después qué?, ¿Iremos a otro hotel, luego a otro y otro?. -alcé la voz.- Yo no puedo con eso.

Lauren: ¿Ni siquiera por mi?. -me miró por el espejo retrovisor con una expresión herida.- ¿Ni siquiera por nosotras?.

Guardé silencio y volví a mirar a Taylor, queriendo bajar del auto lo mas pronto posible.
El resto del camino estuvimos en completo silencio, el que me daba la sensación de estarnos separando de a poco, esto volviéndome desesperada por decir algo que mágicamente arreglara las cosas, pero nada se me ocurría, y seguí igual hasta que nos bajamos del auto, entrando rápidamente al hotel.

Lauren nos registró, recibiendo una mirada confundida y curiosa del recepcionista por el simple hecho de que Lauren estaba sin camisa, pero se le hizo mucho más confuso, guiándome por su expresión, cuando Lauren le pidió una camisa.
El hombre terminó por darle una camiseta con el logo del hotel en una esquina, lo que sirvió para cubrirse de todos modos.

Recibió las llaves de la habitación y caminamos hacia el elevador, subiendo hacia la tercera planta.
Cuando entramos a la habitación, lo primero que hice fue acostar a Taylor en la cama para mirar a Lauren con la disposición de arreglar las cosas.

-Lo siento.

Me acerqué a ella y rodeé su cintura con cautela por si ella quisiera alejarse de mi, lo que por suerte, no pasó.
Ella bajó su mirada y me correspondió el abrazo supe que estaba haciendo las cosas bien hasta el momento.

-Es solo que no sirvo para actuar como una prófuga. Quiero estar normal contigo.

Ella asintió y me besó la cabeza, tomándome la mano para guiarme hacia la cama, acostándome con lentitud al lado de Taylor, mientras que ella caminaba hacia el clóset de donde sacó una manta, volviendo a la cama y cubriéndonos antes de que se acostara al otro lado, dejando a la pequeña en medio.
No pasaron ni dos minutos para que me quedara dormida con nuestros dedos entrelazados por sobre la cabeza de Taylor.
La amaba, y me aterraba la idea de que no volviera a entrelazar nuestros dedos, porque de lo contrario sabría que todo se había acabado.

Six Stars. «Camren»Where stories live. Discover now