Capitulo 13.

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Capitulo 13.

Gruñí al sentir pequeñas caricias en mi rostro, intentando despertarme. Al principio siquiera abrí mis ojos y me cubrí hasta la cabeza con las sabanas, pero cuando escuché la risa de Camila abrí mis ojos de inmediato, quitando las sabanas de mi cabeza y dejándolas a la altura de mi pecho.

Camila: Hola, mi amor..

Estaba hermosa con su cabello alborotado y sus mejillas sonrojadas. Mi corazón se estaba volviendo loco solo al verla, y sabía que era porque me estaba enamorando rápida y perdidamente de ella.

-Hola, Camz.

Le sonreí, alzando mi mano y acariciando su mejilla. Ella sonrió ampliamente, pero su sonrisa fue remplazada por un tierno bostezo.
Reí y la abracé, para que situara su cabeza sobre mi pecho.

-¿Qué hora es?.

Camila: Son las 7pm.

-Se va oscurecer pronto. -acaricié su cabeza.- ¿Me ayudas a preparar la cena?.

Camila: Por supuesto. -besó mi cuello.- Pero no quiero que te pongas la camisa, quiero verte así, solo con sujetador.

Reí y levanté su barbilla para besarla lentamente, sus labios estaban fríos, pero muy suaves, lo que me hizo morder y succionar ligeramente su labio inferior.
Me quejé cuando sentí el dolor punzante en mi labio inferior, donde estaba la herida. Volví a quejarme cuando ella se alejó con preocupación.

Camila: ¿Te hice daño?.

-No.. -la acerqué a mis labios otra vez.- Solo.. continua besándome que me encanta.

Ella rió y me puso sobre mi, besándome y moviendo su cuerpo de manera provocativa sobre el mío. Camila sabía como hacerme perder el control, sabía como manejarme, y caer por ella.

Gemí al sentir como acariciaba y apretaba mis pechos por sobre el sujetador, y los apretaba. Volviéndome torpe y estúpida.
Acaricié su labio inferior con mi lengua, queriendo sentir mucho mas su sabor en mi boca.
Ella me levantó un poco, situando su mano en mi cuello, para desabrochar mi sujetador y sacarlo, tirándolo a algún lugar de la habitación.

Camila: Mejor quiero verte sin sujetador. -sus besos remplazaron a mis labios por mi cuello.- Quédate todo el día sin sujetador. Por favor..

Reí solo un momento, volviendo a gemir cuando mordió mi pulso. Su respiración golpeaba contra mi piel, erizando la zona.
Sujeté a Camila por los hombros y de un solo movimiento la dejé bajo de mi. Quería tomar el control de la situación, pero ella al situar sus manos en mi trasero y apretarlo supe lo difícil que sería que ella me cediera el control.
Sus manos se escabulleron dentro de mis vaqueros, cortándome la posibilidad de respirar con normalidad y seguir correspondiéndole el beso.

-Ca.. Camz..

Camila: Shh.. déjame hacer esto.

Reprimí un gemido cuando volvió a besarme, esta vez con más profundidad. Bueno, podría decir que su lengua llegaba hasta mi garganta, y no me molestaba en lo absoluto.
Camila se quedó sin respiración, así que se alejó y comenzó a besar desde mi barbilla hasta justo al medio de mis pechos.

Ella sacó las manos desde dentro de mis vaqueros y los desabrochó para tener mejor acceso.

-Dios..

Quité la parte superior de su pijama y lo dejé a un lado, para de inmediato sacar su sujetador y jugar con sus pechos, succionándolos y lamiéndolos lentamente, torturándola.

Camila: Me encanta sentirle, Lauren.. -acarició con sus pulgares mi abdomen, situando su rodilla contra mi centro.- Y me encanta tocarte..

Movió su rodilla, presionando de golpe contra mi centro. Para mi suerte aún tenía puestos mis vaqueros, por lo cual no estaba tan descontrolada, aún podía mantener la calma.

Cuando ella metió la mano dentro de mi ropa interior, y comenzó a mover sus dedos, el llanto de Taylor se escuchó.

Camila: ¡¿Qué?!. -se alteró, sacando sus manos y llevándolas a su cabello, tirándolo un poco.- Esto es una maldita broma.

Cerré mis ojos y apoyé mi cabeza contra su cien, besando su mejilla, mientras abrochaba mis vaqueros.
Me levanté de la cama y cogí mi sujetador, poniéndomelo rápidamente mientras miraba a Camila, la que me miraba provocativamente, incitándome a ir por ella y besarla, pero no podía dejar a mi hermana llorando en la otra habitación.

Salí de la habitación sin siquiera ponerme la camisa y fui donde Taylor.
Estaba sentada en la cama pasando sus manos por sus ojos torpemente, llorando con fuerza.

-Tay.. ¿Qué pasó, cariño?.

Me acerqué a la cama y la cargué, caminando por la habitación dando unos saltitos.
No bastaron ni cinco segundos para que ella dejara de llorar, posiblemente solo se puso a llorar para que viniera por ella.

-Vamos a jugar, ¿si?.

Besé su cabeza y tomé uno de sus osos para bajar a la primera planta. Nos sentamos en el sofá, a ella sobre mi regazo con la mirada hacia la televisión la que prendí poniendo caricaturas.
Intenté jugar con ella, haciendo bailar al oso, pero la televisión obviamente era más interesante, así que dejé que la viera por un rato.

Camila: No sabes como me encantaría verte como madre alguna vez.

-¡Ja!. -reí, mirando como se cercaba a mi y se situaba tras del sofá, abrazándome por el cuello.- Ni lo pienses.

Camila: ¿Y por qué no?.

-Porque es un trabajo muy difícil.

Camila: Si es fácil no vale la pena.

-¿Eso fue una indirecta?.

Camila: Tómalo como quieras, mi amor.

Me besó en la mejilla y acarició la cabeza de Taylor, la que se rió, mirando a Camila fijamente, como si la admirara, o como si estuviera hipnotizada.

-Tay.. -susurré.- No la mires tanto que es mía.

Camila: Lauren por Dios. -rió a carcajadas.- Es una bebé.

-¿Y eso qué?.

Sonreí, girando un poco mi cabeza para besar su mejilla.
Ella me miró fijamente, sonriendo de la misma manera, lo que hizo que mis mejillas ardieran. Miré hacia otro lado, avergonzada.

Camila: Ouw, te has sonrojado. -puso su mano bajo mi barbilla, para que la mirara.- Que cosa mas tierna. ¡Te has sonrojado!.

-Ay, cállate.

Cubrí mi rostro, esta vez mucho mas sonrojada que antes. No sabía por qué me había sucedido, porque podía contar las veces que esto me había pasado con los dedos de una mano. Rara vez pasaba, y aún no sabía el por qué.

Camila: Te quiero..

Besó mi nuca un par de veces, dándome escalofríos por todo mi cuerpo.
Odiaba, y a la vez me encantaba todo el poder que podía tener sobre mí con un simple roce de su parte. Era algo tan fuerte que me asustaba, mas bien, me aterraba, porque la idea de que me volviera a hacer daño seguía presente en mi mente.

Camila: Puedes creer que no había notado este tatuaje en tu nuca. -acarició el lugar.- Es una libélula muy bonita.

-Gracias.

Camila: ¿Qué significa?.

-Otro día te lo diré, junto con los significados de todos los demás tatuajes.

Camila: Yo quiero hacerme uno.

-¿De verdad?.

Camila: Sí. -besó mi cabeza.- Una llave en mi muñeca.. una llave para ese candado que tienes sobre tu corazón. La llave de tu corazón.

Six Stars. «Camren»Where stories live. Discover now