CAPÍTULO 28 JÜRGEN

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Giselle, se fue, fui a buscarla a su oficina, pero no estaba supongo que al escapar de mi oficina se marchó. George me dijo que le diera tiempo, pero no puedo simplemente mi lado controlador, no me permite dejarla necesito saber dónde está.
Llamó a José —necesito que localizes a Giselle, luego infórmame —entendido señor.
Salgo a mi casa al llegar me doy un baño, José me llama —señor —sí dime José, ella está en su casa, okey permanece ahí, si sale me avisas, —Entendido.
Me quedo, recostado en mi cama, pero no puedo más me visto y bajo, me dirijo a la biblioteca allí, me sirvo un Whisky necesito relajarme.
Mientras estoy bebiendo, Alicia entra y dice —¿estás bien? —Si lo estoy  digo —¿entonces que haces aquí, bebiendo?
—Sólo necesito, desestresarme —Okey dice —¿y Giselle? —Está en su casa suspiro, Alicia sabes que te quiero, pero en verdad hoy no es el momento.
—Está bien dice ella, sólo quiero que sepas que estoy aquí para tí pase lo que pase, —Gracias espeto, sonrió sin ganas, ella sale dejándome, sólo me sirvo otro trago no puedo dormir.
Mi teléfono suena ¿dime José qué novedades me tienes? —Señor la señorita Giselle acaba de salir, síguela —sí señor, cuándo llegué a dónde quiera que se dirija llámame. —Entendido.
Rayos, que demonios está pasando con Giselle, a dónde crees que va a esta hora, A los diez minutos José  me llama nuevamente, —señor está en un bar se encontró con Isabella. —Envíame la dirección, —enseguida señor.
Subo a cambiarme ya que me había puesto sólo unos shorts y franelilla, cuándo estoy listo me llega la dirección de la ubicación del bar, llamo a George.
—¿Dónde demonios estás? Espeto —hola a ti también —George gruñó, tú Maldita mujer y la mía están en un bar! ¿Lo sabías? —No responde él, estuve muy ocupado y no hable con Isabella.
—¿Y dónde están pregunta? —Te envío la dirección nos vemos allá —okey dice él y cuelgo.
Salgo en mi camioneta, cuándo llegó estaciono y George va llegando al mismo tiempo, vamos digo, cuándo entramos la busco, pero no la veo por ningún lado hasta que veo al imbécil de su Abogado en una mesa, maldición este imbécil es peor que su sombra. Buscó con la mirada a Giselle, pero no la veo hasta que dirijo mi vista a la barra y no lo puedo creer, en medio de un montón de hombres está Giselle en brasiere.
—Maldita sea, ¿dónde demonios está su blusa? ¿Qué locura está haciendo Giselle?

DAME TUS CARICIAS  (De La BilogíaHazme Sentir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora