Donde una noche de pasión es la clave para cambiar bastantes cosas
⚠️Ni la imagen de la portada, ni los personajes son míos, esto lo hago como entretenimiento⚠️
Iban regresando del cementerio, directo a casa, seguro Dumbledore o sus prefectos se harían cargo de guiar a sus alumnos hasta su sala común, su esposo y él necesitaban un vaso de Whisky añejado de Ogden.
Al llegar a casa pudieron encontrar a dos leones, su pequeña hija y su ahijado, jugando un juego de mesa, seguramente Draco estaba tan tranquilo por esta más concentrado en ganarles a Granger y Weasley; Regulus decidió que si su hermano los había llevado a casa, su hermano se encargaría de cuidarlos.
Se acercó y besó la frente de la pelinegra y el rubio, dejando algo impactados al otro par, al romper esa máscara Sangre Pura, jaló a Severus hasta su habitación, antes de que Sirius pudiera aparecer y entrometerse en el momento.
–¿Qué te parece continuar con lo del cementerio?– preguntó directamente.
–Eso sonó mal pero sí quiero– respondió el pocionista.
Estaban a punto de atacarse a besos cuando la puerta sonó, Severus al estar más cerca, abrió la puerta, dejando ver al animago con unas cuantas copas encima –¡Estás a salvo!– ignorando totalmente la presencia de su hermano y abrazó al más bajo.
–Sirius, ve a bajo y cuida la señorita Granger y al señor Weasley, tú los trajiste, eres responsable por ellos– Severus lo regañó, aunque fue totalmente ignorado.
Quizás eran las copas de alcohol que tomó antes o su impulsividad natural, pero el más alto, ignorando los regaños del maestro, tomó su rostro entre sus manos y lo besó, dejando en segundo plano a su hermano menor, quien los veía con incredulidad.
Era un beso casto pero cargado de sentimientos de alivio y felicidad, el animago cortó el beso y abrió los ojos, encontrándose a un Severus muy confundido, Regulus al saber que su esposo probablemente lo estaba sobre pensando, interrumpió.
–¡Sirius, lo acabo de besar!– el menor definitivamente no se iba a andar con rodeos.
–¡¿Qué?!– preguntó el otro con impacto, cerró la puerta y se dirigió hacia su hermano.
–Es el papá de mi hija ¿que te da derecho a besarlo?–
–¡Es mi esposo! y Alexia también es mi hija–
Mientras ese par discutía, Severus decidió reclamar ese vaso bien cargado de Whisky, ignorando como los hermanos competían por quien sí tenía derecho a besarlo; después de un rato, el pocionista ya había tomado lo suficiente como para interrumpir la pelea y soltar la verdad.
–¡Alto! Ambos me gustan o me gustaron ¿por qué se pelean?– preguntó enojado, mientras arrastraba algunas palabras.
–¿Te gusto?– preguntó Regulus emocionado.
–Si, eres muuuuuy guapo, tu hermano también es muuuuuy guapo ¿es de familia?– admitió el más bajo entre risas.
–¿Lo ves? cree que soy guapo– presumió Sirius.
–Pero tienes que escoger a uno– decretó el menor.
–¿Por qué? tengo a los infames hermanos Black enamorados de mi ¿por qué tengo que deshacerme de uno?– el aterrador profesor Black, parecía un niño haciendo berrinche.
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Alexia iba camino a despertar a sus padres, Dadfoot había llevado a Hermione y Ron a la casa con la promesa de devolverlos a Hogwarts después de que volvieran sus papás pero ellos volvieron y Dadfoot desapareció detrás de ellos.
Por el exceso de sueño, prefirió dejar que la morena y el pelirrojo durmieran en el cuarto de Harry, Draco y ella tenían uno propio.
Invadió la habitación de sus padres sin tocar como era costumbre, sin esperar el panorama con el que se encontraría; ¡sus padres estaban dormidos en la misma cama! Sirius abrazaba por la espalda a Severus con la pierna encima, mientras que el de en medio, tenía su cara hundida en el pecho de Regulus, los tres estaban cambiados a medias y un aroma a alcohol inundaba la habitación.
La joven tenía dos opciones, dejar a sus papás descansar e irse para luego preguntar al respecto o... no lo pensó y se escabulló en la cama, si bien estaba preocupada por Harry, prefería mil veces más, acurrucarse con sus padres y faltar a la escuela.
Se metió entre su padre y su papá como cuando tenía 6, con cuidado de no despertar a ninguno, llamó suavemente a Kreacher y le pidió preparar el desayuno, hasta el momento, se quedaría ahí calentita entre sus cuidadores.
Estaba casi dormida cuando un sonido de sorpresa la despertó, era Draco, viéndolos incrédulo desde la puerta, ya no podía negar más que Sirius Black era su tío; el solo iba a reclamarles regresarlo a la escuela, necesitaba asegurarse de que Harry estaba completo.
