Relatos de un roto corazón. (Wigetta)

Pregunta.

Samuel.

Las palabras eran claras y las tenía plasmadas en mi mente. Fáciles, sencillas, directas, escuetas. ¡¡Eran solo eso, palabras, un maldito conjunto de letras, chaval!. ¿¡Entonces, por qué no querían salir?!. Suspiré frustrado repetidas veces.

-Yo he...- Y de nuevo tenía que detenerme, y es que no podía pronunciarlas, solo salían sonidos huecos y carentes de sentido. En mi mente estaban lúcidas, pero a la hora de articularlas, parecía haber un abismo invisible que no me dejaba.
-Coño, Samuel, llevo como 30 minutos al puto teléfono, son las dos y media de la puta mañana. ¿Qué cojones tienes que decirme?.- Y a pesar de que la frase de Rubén era larga, yo solo había escuchado palabras mal sonantes en ella. Bien, no era de extrañar. Había despertado a quien era, seguramente, el mejor amigo que tenía porque no podía dejar de pensar en Guillermo. Mínimo me merecía unos insultos y alguna que otra grosería,  ¿no?

-Es que... yo... um...- No podía, de verdad que no podía. Impotencia me recorría de arriba a abajo.

-Samuel de Luque, estoy a un 'em... um...' de colgarte y mandarte a la mierda. Mañana he quedado con Mangel, ¿sabes lo que llevo esperando esto?, así que date prisa de una puta y santa vez y dime qué cojones quieres. Gracias.
-¿Nunca te han dicho que te deberían lavar la boca con picante? ¿Deberían?.- Escuché como gruñía y armándome de valor, continúe.-¡¡He besado a Guillermo!!.- Y corté la línea. ¿Qué me pasaba?. No es como si el idiota/mal hablado de Rubén me fuese a juzgar, y yo no era un cobarde ni de broma, siempre me había gustado afrontar las cosas de cara. ¿Entonces?. ¿Qué pasaba conmigo?. Seguramente eran 'remordimientos', porque por mucho que odiase eso, yo estaba engañando a una persona. Bien, no engaño como tal, pero si estaba siendo... infiel, dentro del campo de la misma palabra. Eso era lo que me tenia tan amedrentado y huidizo, pero es que Guillermo era tan indescriptiblemente bueno, tierno y... se veía como un pequeño gatito al que debes cuidar, porque se podría perder o dañar en cualquier instante, pero que cuando de verdad lo necesita, sabe sacar las garras y defenderse, a él y a lo que es suyo, que simplemente no podía luchar contra ello. Era como si tuviese un imán invisible que me atrajese hacia él constantemente, y no sabía detenerle, y para ser sinceros, tampoco es como si quisiese.

Y ayer exploté, metafóricamente hablando. Lo vi tan tierno y a la vez perdido y asustado en la puerta de su casa que mi cuerpo gritaba seguidamente 'hazlo' y me dejé guiar por mis bajos instintos.

Y ahora, estaba tumbado en mi cama, haciendo el pringao' a unos niveles insospechados' preguntándome qué haría con mi vida a partir de ahora, y sintiéndome como un estúpido adolescente perdido.
¿Seguir mis sentimientos e impulsos, camino que me llevaba hasta Guillermo, con la alarmante posibilidad de que fuese rechazado y mandado a la mierda por este, o por el contrario, hacer lo que el deber mandaba, véase esto como seguir con mi actual pareja?. Dios, deberían venir instrucciones ante este tipo de situaciones, algo como: "Conquistar el chico que te gusta y reparar su corazón, aunque este posiblemente te rechace, porque su novio era un hijo de su... mamá" y otro que fuese: "Cómo explicar tu pareja nada-comprensiva-con-que-has-besado-a-otra-persona gay en 10 sencillos pasos". ¿Era mucho pedir?. ¿No?. Gracias.

Cerré los ojos, ignorando mi teléfono que no dejaba de sonar repetidas veces, imaginando una hipotética balanza donde se contemplaban ambas partes: Sentimientos y deber. Lo inalcanzable contra lo seguro.
¿Qué seguir?. ¿Corazón o cerebro?. Suspire, con mi cabeza hecha un auténtico lío. Si solo supiese lo que Guillermo siente, o no, por mí, todo seria más fácil.

Estaba atrapado, acorralado, ente lo que deseaba y lo que podía controlar.

Y pensé en mi futuro. ¿Con quién quería yo estar allí?. ¿Con quien quería vivir ese futuro, con algo incierto o con lo que ahora tenia firme y seguro?. Y la respuesta la tuve ante mis ojos antes de lo que me hubiese querido desear.

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¡¡Aquí estoy de vuelta!!. ¿Creian que había olvidado este fic?. Nop, solo se me borró del ordenador, duh~ ;-;

Pobre Samu, con su cabecita hecha un lío, sin saber que camino seguir,. ¿Cuál quereis vosotros, el deber o el corazón?. ¿Y cual creéis que sinceramente ha escogido? :)

¡¡Nos vemos pronto, estrellitas!!

Gracias por todo el apoyo y los ánimos, de verdad. Vosotros me sacais sonrisas a cada segundo y os debo mucho... Oc. La Pinky cursilona se pira, bay~ x3 (?)