Preparándome para mi primer día de trabajo.

2K 247 16
                                    

Capítulo 12: Preparándome para mi primer día de trabajo.

Guillermo.

Hoy era mi primer día de trabajo y realmente, nervioso era muy poco para describir como me sentía. Por extraño que suene, incluso a mi mismo, hoy me había levantado animado y... quizás algo ¿feliz?. Era una extraña sensación, la verdad, sobre todo si habías pasado semanas y semanas metido en una cama odiándote, llorándo desde el amanecer hasta el anochecer. Si, era extraño pero... a la vez bastante gratificante.

Me levanté enérgico y gritandome a mi mismo que debía dar lo mejor, se lo debía a Rubén. Fuí al baño para asearme; cuando fuí a mi habitación a por la ropa, miré la hora y me sorprendí a mi mismo, me había levantado casi tres horas antes de lo que yo solía hacerlo, pero me sentía mucho más descansado que si hubiese dormido esas tres horas; cogí la ropa y me encerré en el cuarto de baño para ducharme. Ducharse por las mañanas era una de las mejores sensaciones que jamás experimentaría, el agua corriendo por mi cuerpo me tranquilizaba se sobre manera, el calor que sentía me hacía sentir seguro, el olor del champú, el gel colporal... todo se unía en un cúmulo de cosas gratificantes.

Salí de la ducha sintiéndome como nuevo, me vestí, arreglé el pelo y salí del baño para mirarme al espejo de mi armario. Creo que fue la primera vez en mucho, mucho tiempo que me sentí bastante agusto conmigo mismo. Vi mi reflejo y pude volver a reconocerme. Fue una extraña sensación, pero... no pude evitar sonreír.

¿Cuánto tiempo hacía que no me sentía seguro?”- Me pregunté mientras bajaba las escaleras para preparme el desayuno intentando no hacer mucho ruido para no despertar a mis padres.

Llegué a la cocina y justo cuando pasé por el umbral de la puerta me sorprendí, aunque no sabía si decir que mi sorpresa fue grata, ya que encontrarme con mi madre un rato antes de irme a trabajar suponía que ahora empezaría con las preguntas...

-Hola- La saludé sonriente.

Ella me mostró una de sus grandes sonrisas, de esas que intentan hacerte sentir bien, que le llegó hasta los ojos pues estos le brillaban de forma intensa. ¿Sería que quizás estaba feliz de volverme a ver 'mejor'?.

Una parte de mi, momentáneamente, se sintió fatal por haberla preocupado tanto, pero me reprimí a mi mismo. Hoy no habría negatividad en mi. ¡No!.

-Hola, cariño- Se acercó y me besó la mejilla. ¿Cuánto tiempo hacía que mi madre no me besaba dulcemente en la mañana?.

Ella me miró atentamente, de arriba a abajo, detenidamente, como analizándome, cosa que me puso mucho más nervioso.

-¿Qué?- Le pregunté intrigado intentándo que parara de hacer eso.

-Nada, solo... que ese nuevo aspecto te sienta genial.- Me sonrojé por sus palabras. ¿¡Cómo podía decir eso de forma tan normal, conociéndome?!.

Relatos de un roto corazón. (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora