Dieciséis

20 3 0
                                    

Resaca.

En todo lo que Matthew podía pensar al despertar era que la cabeza le iba a reventar y que el mareo no se detenía por lo que no podía levantarse de la cama.

No volveré a tomar alcohol nunca más.

Ja. No se lo creía ni él mismo.

Cuando por fin logró sentarse en su cama se quedó mirando fijamente un zapato mientras le llegaban recuerdos de la noche anterior. Algunos más claros que otros. Recordaba a la perfección su impactante charla con John, pero no quería pensar mucho en eso. En ese instante sólo podía pensar en tomar una ducha y buscar una pastilla lo más pronto posible.

Luego de su ducha ya estaba más despierto y recordaba todo con más claridad. En especial cierto momento de la noche que había sido algo... extraño. Había besado a un chico, era lindo, no tenía ni idea de cuál era su nombre. Lo que destacaba del recuerdo no era eso, era que, mientras se besaban, Matthew no había podido evitar abrir los ojos y buscar a John con la mirada, solo para encontrarse con que este estaba en un sofá cercano mirándolo también; A lo que, en su ebriedad, había sonreído en el beso y él había sonreído devuelta. O al menos eso creía Matthew, lo más seguro era que se lo estuviera imaginando. La cuestión es que... Bueno, eso le causó ciertas sensaciones inesperadas que, por una cosa u otra, no se sentían precisamente mal, en realidad eran ¿Placenteras? O algo así. Se estaba obligando a no pensar mucho en eso tampoco.

Después de un buen desayuno y una pastilla (cortesía de Gabe) ya estaba muchísimo mejor.

Cuando volvió a la habitación encontró a John ya despierto, sentado en su cama mirando muy fijamente a la pared. Lucía como si necesitara tres caldos de pollo, cuatro pastillas y una pequeña siesta de cuatro días seguidos.

Se quedó un segundo en el marco de la puerta mirándolo, tratando de encontrar algo para decirle. No logró pensar en nada que no se escuchara extraño.

"Actúa como si no te hubiese dicho nada"

Matthew suspiró y pasó junto a McCain derecho hacia su cama para tenderse ahí y tratar de no mirarlo. No quería usar mucho su teléfono porque luego el dolor de cabeza sería peor. Y como no tenía nada con lo que distraerse, su cabeza le llevaba una y otra vez a la conversación de la noche anterior.

"Probablemente no recuerde tu reacción mañana. Me gustaría disfrutarla ahora."

Estaba segurisimo que todo lo que John le había dicho era para molestarlo pero ¿Y si no era así? ¿Y si lo decía de verdad?

Ugh. Lo peor de todo era que, en el fondo, esperaba que fuera cierto. Deseaba que lo dijera en serio y no tenía muy en claro el por qué. También quería saber si John recordaba o no.

Tantas dudas y tanta curiosidad pero la vergüenza le ganaba. Sabía que no había forma de preguntar o decir algo sin parecer un metiche e imprudente.

Miró a John, ahora estaba acostado en su cama mirando al techo con los ojos muy abiertos. Se veía tremendamente mal.

—¿Estás bien?—preguntó Matthew, fingiendo que no le importaba en lo más mínimo cuando por dentro estaba más que preocupado.

—No.

—Ya. Se te nota.

—Gracias por tu ayuda Fox.

En su defensa, no esperaba que le respondiera.

Con determinación a hacer algo, que absolutamente nadie le había pedido, se levantó de la cama y fue directo a la habitación de Dan y Gabe.

—¿Qué hacen?—preguntó con la mayor naturalidad posible.

the broken & the sinnerWhere stories live. Discover now