ꜰᴏʀᴛʏ-ᴏɴᴇ

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Por todos lados la conmoción era inminente, el tema que pasaba de boca en boca no era ninguno más que el compromiso de uno de los alfas más codiciados en la escuela, y es que, al estar expuestos a una feromona tan fuerte como el patriarca Setsu, apellido de soltera de Todoroki Rei, las resistencias a ellas que estaban recién desarrollando la gran mayoría de los alumnos estaban alteradas, muchos de ellos se habían sentido deseosos de seguir el camino que el hombre había dejado por el suelo, algunos inclusos quisieron ponerse de rodillas y con su cabeza al suelo arrastrarse tras el hombre pidiendo que por favor los tomara, porque al sentirse tan vulnerables solo podían rogar por las vidas que sentían que les habían arrebatado.

Por suerte, Aizawa había llegado a la escuela y se había plantado en la puerta calmando esa sensación tan abrumadora de que no eres nada si no tienes la aprobación de alguien, aprobación de ese mal  nacido hombre que veía a todos como sus peones, incluyendo a su descendencia, porque para él no eran más que una extensión de lo suyo, y aunque Shōto no lo fuera realmente porque pertenecía la linaje de su yerno, podía hacer lo que quisiera con él ya que no tenía real importancia para ninguna de las dos familias, desde que había sido marcado no le servía para nada. Nadie quiere a un alfa defectuoso en realidad, y que esa mujer asquerosa lo quisiera para su colección de alfas lindos y delicados le servía idealmente. 

Solo necesitaba llegar al acuerdo, porque por supuesto que quería sacar lo más rápido que podía a ese adefesio de su familia. 

Solo le quedaban dos más que tenía que deshacerse también.

Por otro lado, Todoroki seguía sentado en silencio en su banco, por un lado sabía que esas palabras eran una especie de ley que debía cumplir sin una pizca de su voluntad, pero por otro lado quería creer que tenía la suficiente fuerza e independencia para no volver jamás a esa casa y mandar a la mierda a ese hombre que se hacía llamar su abuelo.

Quizás, ¿Y si se atrevía a llamar a la abuela? ¿Y si le pedía ayuda a esa mujer que había huido de la familia después de que se divorció del padre de su padre?

¿Le ayudaría? ¿Podría con la fuerza que tenía uno de los hombres más fuertes del mundo?

Nadie en esa clase quería hablar, el ambiente estaba bañado en un aroma de confusión que nadie podía ignorar, ni siquiera Midoriya quien de por si tenía resistencia al dueño del olor.

Kirishima harto de todo se levantó de su lugar caminando directamente dónde su amigo y se sentó en la silla del frente para verlo.

Bakugō se estaba mordiendo los labios.

Y en ellos los colmillos estaban enterrados.

ーOh mierda ー

Comentó Kirishima mientras se buscaba en los bolsillos, ahí encontró la cajita que cargaba siempre y se la entregó a Bakugō quien la abrió y tomó un par de pastillas.

Después de poder abrir la boca Bakugō se relamió los labios retirando la sangre que ahí estaba, Kirishima no comentó sobre la facilidad con lo que las heridas ya estaban comenzando a sanar.

Aizawa terminó por entrar al salón rompiendo el silencio que estaba ahí. Midoriya se puso de pie al escuchar como el profesor pedía explicaciones de lo que había sucedido.

Caminó un poco dudoso pero llegó al frente del salón para hablar con el profesor que ponía atención a cada una de sus palabras.

ーTodoroki-san ー

Yaoyorozu estiró su mano para ponerla sobre la mano de quién consideraba su amigo de la infancia y así poder llamar su atención. Jamás había podido sentir el olor de Todoroki pero jura que está empapado en una sensación de miedo justo en ese momento.

ーNo olvide que no está solo en esto ー

Le confortó Yao con una pequeña sonrisa, sabe que si habla con su padre podría intentar impedir las órdenes del patriarca, pero Todoroki sabe que si la familia de Momo interviene su abuelo usará todos sus medios para aplastarla, como lo hicieron con la familia que aparecía en el vídeo que le mostraron.

Todoroki retiró su mano del agarre que tenía Yao de la suya y volteó su mirada a otro lado, lado que quizás por instinto quería ver, ese lado que su alma anhelaba.

Y ahí estaba, dándole la espalda, soltando el mismo olor de enojo que siempre cargaba, con esa confianza que no se veía reducida con nada.

Pero, no podía meterlo en eso, porque a pesar que Bakugō se había enfrentado a su abuelo no creía que tenía la fuerza para enfrentarse a toda la familia, y quizás los señores Bakugō tampoco podrían defenderse de su abuelo.

No quería arruinarle la vida solo porque lo quería.

Quería protegerlo.

Incluso si eso significaba no volver a verlo.

Alfa [BakuTodo]Where stories live. Discover now