sᴇᴠᴇɴ

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Para Bakugō los recuerdos de los últimos días estaban como una película dañada en su cabeza.

Desde que llegó el lunes y su madre le había gritado desde el piso de abajo que se levantara sintió que todo había sido un largo sueño.

Sabe bien que no lo fue pero simplemente no lograba unir dos ideas de qué pudo pasar en ese fin de semana, cada vez que intentaba recordar solo obtenía pequeñas imágenes que en realidad no le decían mucho, ¿Acaso lo habían drogado? 

Decidió por una vez en su vida no pensar mucho más en algo y así arreglarse para ir a la escuela, se dio una ducha para luego lavarse los dientes, y allí lo notó, apenas sus ojos se encontraron contra el espejo lo notó.

Mandó una maldición al aire mientras se acercaba más al vidrio reflectante para abrir más su boca mirando como sus colmillos aún estaban abajo dándole un aspecto más perruno.

Maldita mierda, había perdido contra su subgénero.

Apenas se tocó los dientes y bueno, se lastimó un dedo otra memoria se le pasó por la cabeza: el sabor a sangre y el rico olor que rodeaba a esa persona.

No logra ver a quién mordió pero mierda, es consciente de que mordió a alguien, ¿Y sí le había hecho algo más y solo eso recordaba?

No, no estaría allí, estaría en la cárcel, o en alguna clínica que lo retendría, no estaría en su casa.

Por un segundo sintió que el alma le volvió al cuerpo y así se permitió respirar, se permitió lavarse los dientes para bajar al primer piso dónde un gran desayuno le estaba esperando, tenía mucha carne y algunos platillos que le gustaban mucho, la actitud de su madre le hizo alzar una ceja.

ー¿Qué mierda? ー

Preguntó sin saber qué más decir, logrando una mirada algo confusa de parte de su padre y una enojada de su madre.

ー¿Cuándo va a ser el puto día que bajes y saludes como cualquier mocoso normal? ー

Reclamó Mitsuki dejándole frente a su puesto un platillo de papas fritas con tocino y huevos, fue tanta su sorpresa que ni le respondió el reclamo.

Decidió comer sin decir nada, le costaba bastante comer puesto que sus colmillos estaban mucho más largos, pero por alguna razón no podía evitar comer más y más, tenía hambre, tanta hambre que no podía evitar comer con ganas, sentía que no había comido en días y de pronto se dio cuenta que posiblemente pudo ser así, después de todo no tenía recuerdos de haber comido en esos días.

Por un día decidió no pelear con su madre.

Fue de vuelta al baño a sacar desde el botiquín una mascarilla para ponérsela y así se fue a clases, sí el problema era el olor debía desde el comienzo sellarlo, hasta se había golpeado mentalmente por no haberlo pensado antes, pero por lo menos ahora sentía como un pequeño peso se le iba del cuerpo, sentía que perder el control esta vez no fue tan terrible como antes, por lo menos ahora habían alfas fuertes que lo retuvieron.

Pasó a comprar en la farmacia unas cuantas mascarillas blancas antes de ir a clases, por suerte le quedaba suficientemente cerca para llegar caminando así que no se molestó en apurarse, lo que sí le molestó fue la actitud de todos los malditos bastardos al girarse a verlo apenas avanzaba entre los demás.

No podía sentir tan bien los olores gracias a la mascarilla así que de una u otra forma se sentía bastante más calmado, sentía que un peso se le había ido de los hombros y solo debía concentrarse en estar en clases y retomar lo que fuera que hubieran pasado días antes. Toda esa calma se fue apenas entró al salón, apenas lo hizo su nariz aún siendo cubierta sintió ese olor que le hizo picar los dientes, aunque de pronto se neutralizó al tener a Kirishima a su lado, preguntándole mil y una mierda que no respondió porque inconscientemente quería ir y seguir ese olor que le rodeaba.

Gruñó mucho más bestial de lo que quisiera mientras tomaba camino a su asiento, de una u otra forma se sintió bien de estar de nuevo en medio de ese grupo, en medio de imbéciles tan cabeza hueca que ni siquiera se habían molestado por su actuar antes y aunque le preguntaron una vez no volvieron a hacerlo cuando notaron que no quería hablar de eso.

ー¿Y cómo te fue con Todoroki? ー

Esa pregunta le hizo alzar la vista de golpe a Kirishima quién preguntó sin una pizca de culpa sobre una preocupación real, pensó mandarlo al carajo, pensó preguntar porqué demonios decía eso, pensó en gritarle sin motivo pero lo que se sobrepuso sobre eso fue el propio recuerdo de sus dientes clavándose en la piel de un cuello, un cuello que ahora tenía rostro.

Puso una mano sobre su boca, como si no quisiera creerlo, pero lo sintió, apenas se tapó la boca varios recuerdos sin sonido vinieron a su mente, pudo sentir un olor que le hizo bajar los hombros y comenzar a relajarse, recordó el cabello de dos colores con la pared llena de pósters en su espalda, recordó la mísera sonrisa que tuvo Todoroki mientras le hablaba de algo que no tenía idea de qué, y recordó de pronto la necesidad de llevarlo a su cama y comerlo en más de un sentido.

ーNo me preguntes mierdasー

Gruñó dándose cuenta de lo que posiblemente había pasado ese día viernes, pensó que era raro haber dormido el sábado y domingo pero ahora tenía sentido, ¿Ese bastardo le había inyectado algo? ¿Le había mareado con algún tipo de sustancia especial? Pero, ¿Cómo pudo soportar sus feromonas?, incluso su madre se sentía incómoda con ellas a pesar que las de ella eran mucho más fuerte, ¿Acaso Todoroki no tenía olfato?, en primer lugar, ¿Qué puto subgénero era Todoroki? ¿Alfa? ¿Beta? ¿Omega?, no, no creía ese último, era imposible que un Omega se hubiera resistido a sus feromonas.

Bajó la cabeza y la escondió entre sus brazos intentando calmar el torbellino que estaba en su mente, miles de teorías pasaban sin explicarse ninguna, incluso llegó a pensar que Todoroki era un no evolucionado, de esos donde el humano no poseía subgénero y no sentían las feromonas, pero pronto lo descartó, lo hubiera sabido.

Sabía bien que su nariz era mucho más sensible que todas las demás, sabía bien que en todo el área del instituto habían de todos los géneros menos no evolucionados, lo sabía, cuando estuvo encerrado de joven había un chico que le ayudaba con las comidas que era uno, después de todo no era sensible a sus olores.

Carajo, ya tenía sueño de nuevo.

No, no era sueño, era relajo.

Quiso alzar la cabeza para saber de quién venía ese tan rico olor pero simplemente no pudo, simplemente se quedó con la cabeza apoyada en la mesa y así cerró sus ojos, solo disfrutó el olor que venía desde su espaldas.

Quería tanto saber de quién veía ese olor que le hacía sentir tan relajado.

Todoroki solo pudo sonreír al poder sentir el cambio de olor en Bakugō, en esa calma que expresaba su olor cuando realmente estaba relajado y que tanto le gustaba.

Alfa [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora