Las intrépidas aventuras del chaval pito en llamas y su novio el fósil viviente

➤ Capitulo 47: Conferencia de las mil sectas

¿Qué es lo que puede destruir la fuerza de voluntad de una persona?

Puede ser una atmósfera ambigua, o puede ser un beso de máxima dulzura.

Desde la resistencia interior, el rechazo inconsciente, hasta la acogida posterior, la cooperación y luego la inmersión en ella.

Chi Muyao quiso levantar la mano para empujar a Xi Huai, pero en ese momento Xi Huai no estaba en condiciones de ser tocado, sólo pudo empujar la mejilla de Xi Huai.

Pero Xi Huai no se alejó.

Invasión.

Degustación.

Dominante y excepcionalmente suave.

¿Por qué se desarrolló así? Obviamente quería rechazarlo, pero todavía seguían enredándose.

Era incapaz de evitar a este hombre, incapaz de rechazarlo, y una vez más se sometió ante él.

No tuvo la oportunidad de recuperar el aliento hasta que Xi Huai estuvo dispuesto a dejarlo ir.

Chi Muyao sentía que la forma en que se llevaban ahora era muy inapropiada, y tras sentarse de nuevo, dijo inmediatamente: "¡Xi Huai! ¡No puedes hacer eso!". 　　

"Mn Mn". Xi Huai sólo respondió muy vagamente, buscando su ropa en la campana de Los Diez Mil Tesoros.

Sabía por la actitud despreocupada de Xi Huai, que no había tomado en serio sus palabras, que en la mente de Xi Huai era él quien lloraba tanto en la cueva pero no se iba...

¡Tenía que ser claro!

Pero también tenía que evitar que Xi Huai se volviera loco.

Sólo pudo preguntar con cautela: "Xi Huai, ¿cómo te sientes ahora?"

Xi Huai respondió casualmente: "Estoy bien".

"Entonces... yo..."

"Si tienes algo que decir entonces dilo, no lo dudes".

Chi Muyao echó una mirada rápida a Xi Huai, un poco aprensiva, y finalmente soltó: "Lo he pensado detenidamente, no somos adecuados el uno para el otro".

Xi Huai finalmente dejó de moverse, se sentó frente a él y le preguntó: "¿Por qué no somos adecuados?"

"Primero vístete". Estaba demasiado avergonzado para mirar a Xi Huai con ese aspecto.

"Está bien". Xi Huai por fin se puso sus nuevas túnicas.

Sólo después de que Xi Huai se atara las solapas, Chi Muyao habló solemnemente: "En primer lugar, nuestros géneros no son apropiados".

Xi Huai se rió ligeramente después de escuchar esto: "¿Sólo por nuestros respectivos géneros?".

"¡Simplemente no es apropiado!"

A Xi Huai esto no le importaba en absoluto: "Mn, ¿Además?"

Ch MuYao lanzó una segunda razón: "Nuestras personalidades tampoco encajan".

"Encajan muy bien".

"¿Dónde encajan?"

"Si digo que encajan entonces encajan".

Miró a Xi Huai durante mucho tiempo y no pudo pensar en ninguna palabra, ¿qué debería decir para rechazar a alguien? Realmente no se le daba bien lidiar con este tipo de situaciones, incluso prefería negociar con comerciantes sin escrúpulos.

Finalmente hizo su gran jugada: "Además, no me gustas".

¿Está bien esta vez?

Al escuchar esto, Xi Huai se rió por completo: "No te gusto, pero arriesgaste tu vida varias veces para salvarme, ¿Te gusta salvar personas?"