Las intrépidas aventuras del chaval pito en llamas y su novio el fósil viviente

➤ Capítulo 85: Salvación del vestido de rosa

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Los puntos fuertes y débiles de la guerra son constantes.

A lo largo del mundo, la guerra siempre ha existido, y nunca parece que deje de existir.

En el mundo humano, desde la época de la conquista del reinado del Emperador Jie por el general Tang[1] hasta las disputas entre los señores de los Períodos de Primavera y Otoño[2], siempre ha habido disturbios y guerras.

Cada vez que hay una guerra, se produce una tragedia de muchas personas hambrientas y triste.

En el mundo humano, las guerras se libran con gritos y caballos relinchando.

En el mundo inmortal, en cambio, se utilizan grandes formaciones junto con las técnicas de los cultivadores de todas las diversas raíces espirituales, trabajando junto para apoyarse.

Pero la guerra en estos dos mundos también tenía muchas similitudes.

Por ejemplo, los estandartes, tambores y de los Tres Emperadores Celestiales[3] también se utilizan en las batallas del mundo de la cultivación.

Cuando Xi Huai se dirigía a los Cielos Exteriores Nubosos, vio varias banderas, entre ellas banderas de reconocimiento y banderas de rebelión.

Cuando las vio, ya intuyó que algo iba mal.

En términos de formación, la Secta Demoniacas siempre habían sido inferior a las sectas justas.

Los cultivadores de las sectas demoniacas practican diferentes técnicas y tienen una variedad de estilos de entrenamiento. Muchos cultivadores son libres, mimados, a veces sus ataques son indistinguibles unos de otros, lo que los hace inadecuados para el combate en grupo.

La mayoría de ellos son muy valientes cuando luchan solos, pero se convierten en un desastre cuando luchan en grupo.

A diferencia de los cultivadores de las sectas justas, son organizados y disciplinados, y siguen órdenes, y hacen lo que les dicen los cultivadores superiores.

Tienen una gran formación, a diferencia de las sectas demoníacas que no están bien organizadas, con personas con diferentes pensamientos, así que ¿cómo pueden luchar?

Solo podían arriesgarse, usando sus diferentes técnicas al mismo tiempo, quemando todas sus banderas y destruyendo algunas de las torres de formación sólida.

Una vez hecho esto, se retirarían a toda prisa.

Esta vez le resultaría difícil ocultar su rastro, ya que el grupo de santurrones de los Grandes Celestiales de la etapa YuanYing estaría en guardia e iría tras ellos si percibiera algo diferente.

Su fuego era diferente del fuego ordinario, y podían reconocerlo muy fácilmente.

Su padre presidía la situación, y era el único que podía usar la llama del dragón serpiente para causar problemas en ese momento.

No sería prudente luchar contra ellos en un lugar donde estuvieran reunidos todos los cultivadores de las sectas justas, y como ya había conseguido causar problemas, se apresuró a ir a los Cielos Exteriores Nubosos.

Para su sorpresa, los Grandes Celestiales aún no habían ido tras él, y el primero en atacar inesperadamente fue Yu Yanshu. No sabía qué llevaba encima para romper el efecto de su arma de invisibilidad, pero fue capaz de verle.

Xi Huai se detuvo y miró a Yu Yanshu.

Yu Yanshu, por su parte, se asombró de su nivel de cultivo y le miró sorprendido durante un buen rato antes de calmarse y preguntar: "¡¿Dónde está Chi Muyao?!".