Diferente - Eddie Munson

Capítulo 14: Te gusta

Eddie y yo nos estábamos divirtiendo tanto que ni siquiera me di cuenta que oscureció. Llegó una ráfaga de viento y note que ya era de noche.

— Ya debemos irnos —le decía mientras cruzaba los brazos para abrigarme

— Sí, ya es tarde —respondió guardando lo que quedaba de picnic

Mientras Eddie guardaba lo que quedaba de comida y la basura en la canasta, yo ordenaba mis cosas y las metía a la mochila temblando un poco por el frío.

— Ten —me dijo de repente Eddie dándome su chaqueta de cuero

— No te preocupes, estoy bien —le dije

— Escucho como tus dientes castañean desde aquí. Tómalo —me dijo

— Pero tú tendrás frío

— Tal vez, pero no voy a permitir que mi princesa tenga frío

Me sonroje un poco pero gracias a Dios Eddie no lo noto porque era de noche. Recibí su chaqueta y me la puse, me quedaba grande pero al menos me abrigaba.

— Gracias —le dije

Eddie me respondió con una sonrisa y tomó la canasta y la manta para volver a su vehículo.

Camine lo más cerca de Eddie posible para calmarme pues en mi memoria aún estaban esos malos recuerdos, sin embargo estoy muy feliz de por fin haber creado un recuerdo lindo de este lugar.

Llegamos al vehículo y Eddie se dirigió a la parte de atrás para guardar las cosas. Aún que pude subirme al vehículo mientras tanto, igualmente seguí a Eddie, parecía como un perrito atrás de su dueño.

— Bien —dijo Eddie cerrando las puertas trasera— Vamos

Nos subimos a la Chevy van y nos pusimos en camino.

— Creo que voy tarde —dijo Eddie mientras conducía

— ¿A dónde? —le pregunté

— Se supone que hoy toco con mi banda —explicó

— Perdona

— ¿Por qué? —me miró confundido

— Te entretuve mucho y se te hizo tarde

Eddie soltó una risa y dijo:

— No me estaba quejando, Sam, solo lo decía

— Ah, lo siento

— Te disculpas mucho ¿no crees?

— Tienes razón, lo siento

Eddie y yo nos miramos y nos echamos a reír por disculparme otra vez.

Seguimos por el camino con la música metal a tope. Eddie por mientras me explicaba de la buena música según él, en realidad me estaba gritando ya que la música estaba muy alta.

Llegamos luego de unos minutos y Eddie se estacionó frente a mi casa.

— Gracias por todo, Eddie —le agradecí mientras me sacaba su chaleca

— No hay de que, princesa, yo debería agradecerte a ti

Le sonreí y le di su chaleca.

— Que te vaya bien con tu banda —le dije antes de bajarme

— Gracias. Espero algún día puedas ir a vernos, sería lindo que alguien nos escuchara sobrio

Me reí y le dije:

— Sí, lo haré

Eddie me dio una sonrisa de oreja a oreja.

— Buenas noches, Eddie —le dije dándole un beso en la mejilla