Capítulo 75: Rememorando el pasado

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Me quede petrificada al escuchar las palabras de Billy.

- ¿Qué?, ¿sorprendida? -dijo sonriendo

Algunas lágrimas caían por mis mejillas, esto parecía una pesadilla.

- Quería comprobar si eras mejor en la cama que tu mamá, pero me la estás haciendo difícil

¿Cómo pudo mi mamá acostarse con este imbécil? Tenía una ola de emociones en este momento, es decir, mi propia madre se acostó con este tipo y aun así tiene el descaro de decir todo lo que me dijo.

- Tuvimos un pequeño reencuentro al principio de las vacaciones, estaba igual de buena

¡Dos veces!, se acostó con él dos veces.

- Pero quería saber si su hija estaba igual de buena o mejor -me dijo cerca de mis labios- No hagas esto más difícil, o tendré que ser rudo contigo

Billy volvió a intentarme besar pero otra vez aparte mi cabeza. Di un salto del susto cuando dio un golpe a su auto con mi muñeca, me queje del dolor.

- Sammy, me estás haciendo perder la paciencia

Me quede quieta y en silencio mientras temblaba del miedo.

Billy suspiró y luego soltó una risa.

- Te gusta hacerme enojar, ¿eh?

Soltó mis muñecas y rápidamente me agarro de la cintura pegándome a él, yo puse mis manos en su pecho intentando alejarlo pero era en vano. Billy me tenía agarrada con fuerza por la cadera y con una mano recorría mi espalda y tocó mi trasero y mi muslo.

- ¡Déjame!

Billy volvió a agarrar mis muñecas y las azotó contra el auto.

- Quédate quieta -dijo cerca de mi rostro

Volvió a besar mi cuello y en ese momento ya mis mejillas estaban llenas de lágrimas. Sin embargo llegó un recuerdo a mi mente.

— Pero un buen golpe en los huevos nunca falla...

Sin dudar golpeé con mi rodilla su entrepierna lo más fuerte que pude. Billy soltó mis muñecas mientras se retorcía de dolor, cuando agachó un poco la cabeza le di un golpe en la mejilla con todas mis fuerzas, por supuesto no pude tirarlo al piso, pero fue suficiente para escapar.

No tenía de otra, tenía que entrar al bosque, si corría por la carretera era seguro que Billy me iba a atrapar. Corrí de mi lugar pero no pude llegar tan lejos porque Billy agarro mi tobillo haciendo que me cayera.

- ¡Zorra de mierda, ven acá! -grito

Desesperada me arrastre entre las hojas y gracias a Dios encontré el aerosol de pimienta. Sin dudar me gire y le tiré aerosol a los ojos de Billy, el dio un fuerte quejido haciendo que soltara mi tobillo. Rápidamente me puse de pie y me adentre en el bosque.

Corrí lo más rápido que pude esquivando árboles, troncos y ramas. Me dolían los pulmones pero seguía corriendo. Esto era como revivir lo que me pasó en el bosque cuando era pequeña, no se sentía nada bien, ahora esconderme arriba de un árbol no creo que ayude mucho.

Seguí corriendo hasta que no pude más, me di la vuelta y me alivie cuando no vi a Billy detrás de mí, ni siquiera se veía la carretera, todo era árboles.

Seguí corriendo hasta que no pude más, me di la vuelta y me alivie cuando no vi a Billy detrás de mí, ni siquiera se veía la carretera, todo era árboles

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Me detuve mientras recuperaba el aliento. Me quedé parada en medio del bosque intentando llenar mis pulmones de oxígeno, pero aún estaba desesperada y con miedo, además no podía evitar que mis lágrimas salieran otra vez.

Me senté en el suelo rogando que Billy no apareciera ni nadie más. Al sentarme pude calmarme un poco y volver a mi respiración normal. Me quedé ahí un rato descansando de lo que corrí, pero al mismo tiempo no paraba de llorar e intentaba no hacer tanto ruido.

Cuando por fin me tranquilice, me puse de pie y comencé a caminar sin rumbo. Por mientras pensaba en lo que me había dicho Billy, apenas podía creer lo que me dijo, tenía una mezcla de tristeza y enojo, solo quería gritar y sacar todo, pero ahora no es un buen momento para hacerlo.

Seguí caminando agradeciendo los consejos de Jess y el regalo de Steve.

¡El regalo de Steve!

Rápidamente busque en mi bolso guardando de paso el aerosol y me dedique a buscar el regalo de Dustin. Al fondo de mi bolso encontré la brújula, la milagrosa brújula.

Sonreí de alivio cuando la tuve entre mis manos.

Tras caminar unas horas pude salir del bosque y solté un suspiro de alivio. Gracias a Dios y a la brújula que me dio Dustin pude llagar un lugar reconocible. Estaba en el Parque de Caravanas de Forest Hills. Al ver la casa de Eddie no pude evitar recordar ese momento y comencé a llorar de nuevo. No lo comprendo, ¿por qué Eddie haría eso?, ¿jugó conmigo todo este tiempo? Ya no quería pensar en eso, y me esforcé por concentrarme en llegar a casa, que por supuesto sería otro problema más.

Al estar más orientada pude ir más rápido hasta mi casa, lo que me aliviaba bastante, pero eso no quita el gran problema que me espera ahí dado que estaba amaneciendo.

Cuando estuve cerca de mi casa pude ver un auto de policía estacionado frente a la casa y visualice a Mamá y a Nancy hablando con el policía. Era de esperarse, se supone que Nancy me iría a buscar a la casa de Jess.

Me acerque temblorosa hasta que notaron mi presencia.

- ¡Hija! -me dijo mamá acercándose a mí con preocupación y abriendo sus brazos

Yo la evite por completo y corrí hasta Nancy y la abrace fuerte mientras rompía a llorar. Nancy me abrazaba fuerte y no dijo nada, solo se concentró en consolarme y lo agradecí mucho porque apenas podía hablar.

- Estaba muy preocupada por ti, Sammy -escuché que me dijo y yo escondí mi rostro en su cuello aun llorando desconsoladamente

Logre oír como mamá hablaba con el policía, no sé qué exactamente pero supongo que le decía que ya me habían encontrado.

Hoy fue una de las peores noches de mi vida, siempre tuve miedo de pasar lo mismo y de sentir el mismo miedo que sentí aquella noche, sin embargo tuve la esperanza de que no fuera a volver a ocurrir, que equivocada estaba.

Diferente - Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora