Capítulo 53: Cerebro

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— Hija, quería pedirte... ¿que fue eso?

Se escucho un fuerte golpe y luego un quejido de dolor.

— Ohm... deben ser Mike y Will —dije nerviosa acomodando la cortina

— Estos niños... —dijo mamá rodando los ojos

Mamá me pidió si le podía prestar un libro para la hija de su amiga, según ella era porque la amiga de mi mamá quería que su hija fuera más como yo.

— Ya sabes que va a muchas fiestas —me comentaba mi madre cuando le pasé un libro al azar.

— No le veo lo malo —le dije

— Pues deberías, pasan muchas cosas afuera

Apenas mi madre salió de mi habitación me asome a la ventana para ver si Eddie estaba bien, era claro que el ruido que se escucho era de él.

Lo vi irse cojeando hasta su camioneta, no pude evitar soltar una risa, sin embargo tenía muchas ganas de salir para verificar que estuviera bien.

Volví a pintar y luego de un rato sentí el walkie talkie.

— ¿Princesa?

Rápidamente tomé el aparato y me senté en la cama..

— Dios mio, Eddie, ¿estas bien? —le pregunté preocupada

— Sí, sí —contestó— Bueno, me duele algo la espalda pero no es nada grave

Eddie soltó una risa.

— ¿No tuviste problemas? —me pregunto

— No, esta todo bien —conteste

— Eso me alegra —me dijo— Sinceramente casi me hago pis del susto

Solté una carcajada.

— También me asuste

Escuche la risa de Eddie a través del walkie talkie.

— Espero que algún día puedas entrar a mi casa de forma normal para verme —dije con un poco de tristeza

— Esta bien, preciosa —contestó— De todos modos me gusta ir a verte por la ventana, es como ir a ver a Rapuncel a la torre

Me reí.

— Si tuviera el cabello más largo seria mas fácil para ti —le seguí el juego

— Tal vez —dijo riendo— Pero hay que admitir que soy algo torpe para escalar

Volví a reír y escuché la risa de Eddie también.

Estuvimos hablando durante mucho tiempo hasta que mi madre me llamó a cenar.

— Ya tengo que ir a cenar —le dije triste

— Te comes todo, ¿me oíste?

— Sí —dije riendo

— Hablamos después, preciosa

— Adiós, cariño

Luego de despedirme de Eddie baje a cenar.

— Will, tu madre está en el teléfono —le aviso mamá

Estábamos todos sentados a la mesa comiendo, la cena estaba rica y yo disfrutaba la comida.

— ¿Arreglaste las cosas con Jane? —le pregunté a Mike

— Sí —contestó— Pero si no fuera por Max no habría nada que arreglar

— Deja de culpar a Max por todo

— Es la verdad, está siempre interfiriendo

— Mike, entiende que no giras en torno a la vida de Jane

Diferente - Eddie MunsonWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu