Diferente - Eddie Munson

Capítulo 97: Pesca

— Ya no estés así —le dije aun abrazándolo

Eddie me abrazaba por la cintura y tenía su rostro escondido en mi cuello mientras yo acariciaba su cabeza.

— No puedo creer que me duermo unos minutos y ya te estén coqueteando

— No me estaba coqueteando

— Si lo hacía —hizo puchero

— Solo me pidió que le sacara una foto con su perro

— ¿Por qué no hablas de libros conmigo? —me miró

— No pensé que te interesaría

— Todo de ti me interesa —respondió— Es cierto que no soy mucho de leer, pero eso no significa que no me guste hablar de ello en especial contigo

— Está bien —le dije sonriendo acariciando su nuca

Eddie me abrazo por la cintura por debajo del suéter mientras me daba pequeños besos cortos en los labios.

— Te amo —le dije entre besos

— Yo más, princesa —contestó con una sonrisa— Ven, vamos

Eddie me soltó y se dio la vuelta dándome la espalda para luego agacharse un poco.

— Sube

Riendo me subí a la espalda de Eddie y él comenzó a caminar. Mientras caminaba le daba pequeños besos en la mejilla.

— Mira —le dije mostrando una de las fotos

— ¿Me sacaste una foto durmiendo? —preguntó con cierta indignación

— Es que te veías tierno

— Bueno, aun así está mejor que la foto donde salgo con esas cosas en el pelo

Me reí.

— ¿Qué es eso? —le pregunté a Eddie apuntando a lo que parecía una casa cubierta con láminas de metal.

— Ah, eso —dijo mirando hacia su dirección— Es como una bodega, Rick guarda ahí su bote y sus cosas de pesca

— ¿Tiene un bote? —pregunté con emoción

— Sí —respondió él riendo

— ¿Lo podemos usar?

— Si quieres —respondió— Pero eso será mañana

— ¿Por qué no ahora?

— Porque ya es tarde

— Que aburrido —me queje y él se rio

— Además, ¿qué haríamos en un bote?

— Pescar

— ¿Sabes pescar? —preguntó impresionado

— Eso creo —respondí— Cuando era pequeña leí un libro sobre pesca que encontré en mi casa, fue antes de que me comenzaran a comprar libros

— ¿Y no había un libro sobre natación en tu casa? —bromeó

— Qué gracioso —dije con sarcasmo

— ¿Qué quieres cenar, mi vida?, ¿waffles con miel, o miel con waffles?

— Miel con waffles —respondí riendo

— Sí, a mí también se me antojan

Llegamos a la casa y comimos los waffles, Eddie solo sacó cajas de waffles así que eso sería nuestro desayuno, almuerzo y cena, bueno, al menos trajo fruta pero ya la comimos.