THE ALPHA ARTEM [PAUSA]

CAPITULO 5

El calor en mi cuerpo era anormal, incomoda y adormilada desacomodo las cobijas pero aun así no logro conciliar el sueño, abro los ojos, suelto un suspiro y decido reincorporarme, no podía conciliar el sueño. Me levanto, tomo una bata, con sumo cuidado abro la puerta sin provocar algún ruido la cual alarmara al personal de la casa o al mismo Alpha. 

- demonios... Necesito una gota de agua.- murmuro para mi misma mientras bajo las escaleras. Entro acelerada a la cocina, tomo un vaso y lo llevo al fregadero, abro la llave y cuando este se llena tomo desesperada. 

Dejo el vaso y toco mi frente inspeccionando que no tuviera fiebre pero para mi sorpresa estaba a temperatura normal, no comprendía las reacciones de mi cuerpo desde que llegue a esta mansión. Cierro los ojos tratando de tranquilizarme, estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien me acechaba desde el marco de la puerta que daba con la entrada de la cocina. 

Abro los ojos encontrándome con unos ojos dorados en la oscuridad, abro la boca como puedo a punto de gritar pero me tapan con una palma bastante grande que sencillamente podría tapar toda mi cara.  Dispuesta a pelear busco cualquier objeto dispuesto pero no había nada para mi decepción. 

- soy yo. - susurra en mi odio, inmediatamente reconozco su voz y me permito relajar mis músculos. 

Me suelta e Inhalo tratando de controlarme. 

- No deberías asustarte, este lugar es seguro, recuerda que no estas con cualquier persona. - me esquiva y toma mi vaso, repite mi acción y cuando este se encuentra lleno lo lleva a su boca, a pesar de la poca luz y la falta de iluminación en algunas partes podía detallar algunos rasgos que lo caracterizaba. 

- no podía dormir.- rompo el silencio- sentí mucha calor y no pude...

No pude hablar con naturalidad y lo detestaba, mis nervios me estaban traicionando. 

Sus ojos dorados se quedan estáticos y me observan ¿por que los tenia dorados en este momento?

- a lo mejor sea la reacción de tu cuerpo frente a la marca temporal que hice ayer en el desayuno. - habla con desdén. 

Pequeños Flashes vinieron en mi mente recordando lo que había pasado en el desayuno de ayer, frunzo el ceño al recordar tiempo después, no podía ser mas ridícula y tonta en este mismo momento. Molesta decido encararlo. 

- que mierda de marca temporal?. - espeto sin una pizca de gracia- ah verdad, hablas del mordisco que casi me quita la piel. 

- exagerada. 

Me pareció verlo sonreír, pero la luz, mis nervios y la nitidez me fallaban. 

- ¡No es exageración! se te olvido que mi cuerpo no reacciona de la misma forma que la de las demás?, estas completamente loco. - lo acuso- dolió. - llevo mi mano a mi cuello donde estaba su maldita marca de salvaje.- Eres un despiadado, si tuviera colmillos te los clavaria igual. 

Amenazo, hago un puchero con la boca sabiendo que no lo vería o eso creía, suelta una carcajada que me deja desconcertada.

Se estaba riendo y en lo que respecta no sabia si era de lo que había dicho o de mi. 

- no es gracioso. - me cruzo de brazos. 

- No necesariamente para ti debe serlo, Alessia. - se acerca a mi.- pero tienes razón, no medí mi fuerza, es difícil hacerlo con un cuerpo tan frágil. Tssss, esperaba una loba madura. 

Ofendida golpeo su pecho que estaba a pocos centímetros mío, rompe en risa y por mi parte muerdo mi mejilla conteniéndome, esto confirmaba mis sospechas, se estaba burlando de mi.