THE ALPHA ARTEM [PAUSA]

CAPITULO 11

Alessia

Los ojos oscuros de Artem pasaron a ser un carmesí intenso, Alice temblaba al igual que mis padres. Artem no le dio tiempo y se acerca peligrosamente a la rubia, sin previo aviso la tomó del mentón con una fuerza descomunal, sonríe mostrando sus colmillos con suficiencia.

- no olvides tu posición en mi manada.- sonríe cínicamente.- Mide tus palabras conmigo si no quieres terminar muerta.

La suelta con desdén y la mira sin una pizca de empatía, estaba conmocionada pero salgo de mi trance y corro directo a ella.

- Que mierda Artem.- tomó a mi mejor amiga acariciando sus manos temblorosas. Fulmino a Artem, lo nota, se molestara conmigo estoy segura.

- esto es una sorpresa.- murmura mi papa rompiendo la tensión que se creaba entre los dos.- no sabiamos que tenias una loba mucho menos que Artem fuera tu mate. Es una sorpresa acumulada cariño.

Desvió la mirada y sonrió como niña.

- pense que seria igual que mi mama. - Exclamó divertida pero al notar la mirada penetrante de esta se me borra.

- Alpha Artem por favor siéntase como en casa, si gusta puede descansar. Enseguida prepararemos un cuarto para usted.

Mi padre y Artem terminan conversando asi que aprovecho el momento para tomar a Alice del brazo y agradecerle entre susurros <<gracias por todo>> parecía desanimada pero no quería que le afectara las palabras de Artem. Se incorpora, caminamos hasta la puerta pero me abraza antes de irse y me dedica una sonrisa tranquilizadora. Cierro la puerta, giró sobre mis talones pero ya no veo a nadie, me hago la idea de que fueron a la habitación de huésped así que tomo mis pocas cosas que dejé en la sala y caminó en dirección a mi cuarto.

Una vez adentro empiezo a desvestirme, dejo mis prendas en la cama sin ningún cuidado, caminó hasta el baño, entro, abro la ducha, mientras espero decido por primera vez en todo este tiempo mirarme. Abro los ojos como platos al ver que yo no era la de hace unos dias, tenia que darle razón a Alice, me creció el busto y no solo eso tambien mi cabello, este cogio un tono mas claro, mis caderas se marcaban bastante pero igual destacaba cada facción de mi cuerpo inclusive mis ojos redondos de un color grisáceo.

Después de reaccionar decido entrar a la ducha, varios minutos después decido salir, envuelvo mi cuerpo en una toalla abro la puerta, caminó en dirección a mi armario, decido buscar mi ropa interior, me peino por último busco un saco para poder dormir plácidamente en mi cama. Lista me tiro a la cama boca abajo sin ningún ánimo, no quería pensar en Artem pero era inevitable, aunque Alice se haya enfrentado a él no era rival, a estas alturas me preguntaba si alguien era capaz de hacerle frente y pararlo. Estaba a punto de cerrar los ojos pero una voz profunda resuena por toda mi habitación quitando señales de sueño de mi parte. Giro mi cabeza buscando el dueño de esa voz tan sensual e hipnótica,en la esquina de mi cuarto se encuentra parado.

- ¿qué haces en mi cuarto Artem? - me acomodo en mi cama. Nuestras miradas se conectaron por unos leves momentos logrando una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo.

- visito a mi luna.- responde con un poco de ironía. Ruedo los ojos. Si así responde prefiero que olvide que soy su luna y se ahorre en visitarme.

- Debiste tocar la puerta.- protesto.

- ¿debería? .- levanta una ceja como si lo que hubiera dicho fuera lo más extraño del mundo.

Asiento repetidas veces, arreglo mi cama y me acuesto, inconscientemente mi mirada busca su presencia pero no lo encuentro, mi piel se puso de gallina, era rápido.

- la vista no está mal.- resuena su voz por todo el cuarto, abro los ojos como puedo, lo noto, está parado en mi ventana viendo las pequeñas cosas del pueblo. Sonrió para mi, era atractivo ese perfil.