Capítulo 20

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Eloise se encontraba moviendo sus caderas al ritmo de las canciones que sonaban, las luces multicolor cambiaban constantemente con cada segundo que sonaba la música llenando la pista de baile con una luz hipnótica, la multitud de lobos y lobas que movían de manera exagerada las partes de su cuerpo era en gran multitud a tal punto que recibía ciertas pisadas como resultado salió cierto gemido de dolor. Estaba recibiendo un calor insoportable que me mareaba y me hacía sentir fatal, el sudor y el olor mezclado con trago, jóvenes pubertos y lobas en celo era una mezcla de olores que provocaba náuseas.

- suéltame.- demandó intentando apartar con brusquedad unas manos tatuadas.

- cariño, no seas tan brusca conmigo.- susurra cerca de mi oído la voz insoportable de la persona que menos quería.

- no seré brusca si me sueltas de una puta vez.

Una carcajada sonora resuena por mis tímpanos, era placentero escuchar reír a alguien de esa forma en un lugar tan podrido y asqueroso con olores mezclados y un ambiente donde te mareas con solo entrar. Su sola forma de reír era seductora, desatando un encanto irresistible a su alrededor, podía sentir la necesidad de dejar sus brazos rodeando mi cintura para siempre, pero como todo buen ambiente debo romper su encanto.

Me aparto de el y lo encaró por primera vez, la sonrisa seductora de Samael era irresistible al igual que su mirada intensa recorriendo cada parte de mi cuerpo, su mirada queda fija por unos lacónicos segundos en mi pecho para después pasar a mi mirada que destellaba dagas a su persona, era un completo idiota sin escrúpulos, no tenia la decencia de disimular o aparentar sus deseos.

Los tatuajes de Samael parecían cobrar vida cada vez que se contraen sus músculos, era un escenario bastante provocativo y seductor, no imaginaba a nadie más luciendo tal porte, una camiseta ajustada mostrando sus bien tonificados músculos junto con unos jeans rotos y su cabello desorganizado sumando su mirada cautivadora y su sonrisa atractiva y coqueta que te daba un mensaje bastante claro de <<ven a probar el pecado que puede dejar mis labios>> era irresistible como él mismo podría serlo.

- apártate ahora mismo que necesito llevarme a Eloise en este instante.

- ¿Eloise?

Pregunta y señaló a la chica de cabellos negros bailando con un chico bastante musculoso y al igual que Samael bastante tatuado para mi gusto. Este ríe aún más haciendo un ligero movimiento de cabeza hacia atrás permitiendo tener una mejor vista sobre su manzana. Trago saliva porque era consciente que estaba cayendo ante su persona.

- déjala hermosa, se nota que la está pasando bastante bien con Jackson... Así como yo hare que pases en grande esta noche como para que accedas a ser mi reina del inframundo y no tenga la necesidad de venir a este asqueroso lugar.

Sin darme tiempo siquiera de parpadear me carga estilo princesa y con una agilidad sobrehumana nos acercamos a la pareja de hace rato, menciona algo al tipo musculoso creo que lo llamo Jackson, me mira y me guiña un ojo para volver a tomar a Eloise entre sus bien marcados brazos, parpadeo y busco con la mirada a Samael, cuando estaba a punto de reclamarle siento el viento chocar contra mi rostro con brusquedad sintiendo la necesidad de cerrar los ojos.

- que mierda... - froto mis ojos un poco mareada, detallo bien el lugar donde nos encontramos dándome a entender que estamos alejados del bar de hace rato. - ¿donde mierda estamos?

- lejos de ese lugar - Samael hace una mueca de asco.- El olor a vampiro infecto mis fosas nasales y por poco devuelvo el desayuno pero veo que es asquerosamente constante.

Me deja con cuidado, mareada apoyó ambas piernas, lo observó confundida pero veía cierta intranquilidad e ira en su mirada, Samael veía en una dirección en concreto

THE ALPHA ARTEM [PAUSA]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt