THE ALPHA ARTEM [PAUSA]

CAPITULO 12

Gaynor

Queria una explicacion en este preciso momento, no era justo para Alessia ni para mi ver como Artem estaba con esa estúpida, sentí rabia al momento en que respondía por Artem pero aun mas porque Jacob disfrutaba de la presencia de ella, trate de conectarme con él pero interrumpia la conexión, quería hablar con, lo necesitaba. Camino por los pasillos procurando hacer el ruido menos posible, sumida en mis pensamientos no me doy de cuenta hasta estar a uno centímetros de la puerta de la oficina de Artem, dudosa me acerco, creí que estaba descansando en su cuarto, por un momento pensé en un intruso tratando de robar documentos importantes de su oficina pero rápidamente borre esa idea, era poco probable que se colaran en la mansión de alguien tan importante y roben papeles estando él aquí.

Me concentro para mejorar mis sentidos, sabía lo inferior que eran mis habilidades al tener gen humano pero aun así podía tener mejor visión, olfato y audición. Preparada decido abrir la puerta, con sumo cuidado la empujo despacio, dispuesta a entrar doy un paso que cortó en lacónicos segundos, abro mis ojos como platos, mi mente se nubla con la escena en frente mio... Ellis estaba encima de la mesa en una posición comprometedora, en cambio Artem tenía una sonrisa de oreja a oreja y la toma, la toma en unas embestidas bruscas provocando gemidos de placer por parte de ella, toma su largo cabello y la jala, minutos después Artem la toma entre sus brazos.

Decido apartar la vista y tomar un poco de aire, pellizco mis piernas, brazos, mejillas con la intención de reaccionar, entierro mis uñas tratando de despertar de la pesadilla, vuelvo a mirar, esta vez Ellis tenía envuelto a Artem con sus largas piernas. Mi respiración fallaba repetidas veces, mi vista empezó a estar borrosa, mis labios temblorosos, no podía dar crédito a lo que veía, trato una vez más de conectar con Jacob pero me rechaza nuevamente. No aguanto más así que decido cambiar con Alessia no sin antes disculparme por lo débil que soy en estos momentos.

Alessia

Para mi mala suerte el mareo repentino por el cambio de conexión provocó un sonido en seco al momento de caer al suelo, tenía ambos pares de ojos puestos en mi, Ellis me miraba con chispas, pero Artem era otra cosa, me miraba con desdén,me dolió saber que sus palabras del dia anterior solo fueron eso, palabras. No podía articular ninguna palabra, el nudo en mi garganta me lo impedía, me incorporo aun con las piernas temblorosas, sonrió sin ganas, seguro Gaynor tuvo una reacción peor que la mía. Observó directo a Artem... No se porque a pesar de haber visto esto tenía la esperanza de que reconociera su error, se excusara y me pidiera perdón como corresponde, pensé mal.

- llevenla al calabozo.- demanda con su voz de Alpha mientras recoge su pantalón.

No tardó ni un minuto cuando ya tenía varios guardias sobre mi, me tomaban sin medir su fuerza, quejidos de dolor es lo único que gesticulaba en ese momento, perdí fuerza alguna, solo podía ver la espalda de Artem y la sonrisa engreída de Ellis mientras me empujaban por los pasillos en dirección a las escaleras. Antes de desaparecer de sus campos de visiones susurro << idiota>>.

Pierdo toda fuerza alguna y sin resistirme permito que me lleven a donde les plazca, sentí una presión en mi pecho, quería desaparecer en este mismo instante. No se cuanto pasa pero la brisa helada choca contra mi rostro, me cargan por varios minutos para luego tirarme en algún lugar que desconocía, abro los ojos, mis lágrimas caían como cascadas, mi cuerpo estaba tembloroso, aún no asimilaba la traición de Artem y su Jacob.

Me limpio como puedo miro a mi alrededor encontrándome con un cuarto similar a donde me habían llevado desde un principio solo que este en vez de tener una puerta metálica tiene barrotes... Una prisión.

Cierran con llave la puerta para dejarme sola, observo el techo por unos minutos abrumada, sin parpadear, derramando lágrimas hasta que decido levantarme, el piso estaba húmedo al igual que las paredes, había una cama pequeña en una esquina, en la otra estaba un retrete bastante antihigiénico. Resignada me siento en la pequeña, recojo mis piernas y escondo mi cara en ellas. Quería hablar con Gaynor... Pero ella estaba igual o peor que yo. Sin caer en cuenta quedo profunda en la base dura de la pequeña cama.