THE ALPHA ARTEM [PAUSA]

Capitulo 21

Alessia

La brisa golpea con suavidad mi rostro una vez sumerjo a la superficie, mi corazón estaba calmado por las tranquilas y placenteras corrientes que emergían de la cascada donde me había encontrado previamente con Desmond, mi mi mente no dejaba de darle un sentido de su repentina visita pero lograba tranquilizarme, al saber que Artem no lo había matado por mi culpa liberaba un peso enorme sobre mis hombros. Era consciente que Artem vendría por mi pero primero tenia que pasar por Eloise, arrugo mi nariz imaginando una escena; Artem encontrando a su hermana moviendo sus caderas seductoramente a un demonio. Lo matara y si ese no es el caso lo torturara. 

Nado con cierta agilidad hasta la orilla en donde se encontraba mis prendas de ropa las cuales fueron  despojadas con anterioridad, era insensato pensar en el justo ahora pero no puedo evitar sentir  una sensación extraña; Gaynor volvió, se comunico conmigo nuevamente pero desapareció, no tenia justificación para eso. 

- Alessia.- resuena su voz autoritaria, se encontraba en su forma lobuna; un lobo de pelaje oscuro de 2 metros y medio con un color ámbar, mordí mi labio. 

Mentiría si dijera que no sentía curiosidad por tocar su pelaje, se veía tan suave y definido. Hay rasgos que definen bastante bien a los alfas y en el caso de Artem resalta sus dotes positivos y masculinos como lo era su lobo, su mirada se intensificaba al transcurrir los minutos, no respondía, no salían las palabras de mi boca, ningún sonido producía desde el interior de mi garganta. Me levanto despacio mostrando mi figura desnuda, tomo mi cabello  en un solo lado y retiro el exceso de agua que quedaba en el. Un lobo de 2 metros y medio se encontraba en constante vigilancia hacia mi persona, cada movimiento era rastreado por su mirada esperando una respuesta verbal o muscular.

- Artem.- murmuro, el lobo se acerca sin medir distancia.- no culpes a Eloise, yo la lleve a la fuerza a ese lugar .- tomo mi encaje para ponerlo en mi piel mojada.- no fui capaz de ver como sufría por un lobo que tiene ya su mate. Aunque sea mi mejor amiga no puedo imaginar como puede que doler. 

Acaricio el hocico del lobo una vez que se rompió la distancia entre los dos, saca su lengua carrasposa y la pasa sobre mi mejilla, me disgustaba el tacto pero me parecía un gesto dulce por parte de Artem o bueno de su lobo. 

- gracias por entenderla Artem.- susurro tranquilamente, miro el cielo nublado, nubes grisáceas se encontraban en la luna impidiendo que los rayos lunares hicieran contacto con la tierra. 

Una vez que mi vista se centra nuevamente en el personaje principal observo como lame su pata para luego con un gesto acerca su hocico como puede a su lomo, tardo unos minutos en captar cuales son realmente sus deseos hasta que caigo en cuenta de sus intenciones. 

- no me digas que ¿quieres que viaje en tu lomo? - pregunto lo mas obvio. Artem asiente. -  yo nunca he viajado en el lomo de un lobo, no podría.

Gruñe mostrando sus colmillos blancos y largo sobre mi respuesta, imagine que se estaba exasperando  así que opte por asentir sin decir una palabra más, el lobo se inclina permitiendo una posición adecuada para que pueda montarlo, insegura paso una pierna sobre su lomo con dificultad, con un esfuerzo me agarro como puedo de los hilos negros que desprendía su pelaje,  me impulso para quedar adecuadamente en su lobo, una vez lista  se reincorpora.  Me llevo el susto de mi vida al sentir una distancia descomunal entre mi cuerpo y el suelo, mi cuerpo comienza  a temblar por el miedo y la fatiga  que me provocaba estar encima de Artem, diosa luna que tienes en la cabeza para emparejarme con un jodido lobo negro de 2 metros y medio. Cierro los ojos con fuerza cuando siento el movimiento de su cuerpo al moverse, no pude evitar sentirme tan indefensa y diminuta comparada con el lobo de Artem, seguramente me acabaría en solo una embestida.