THE ALPHA ARTEM [PAUSA]

CAPITULO 10

Alessia

El camino era eterno, llevamos media hora de trayecto para volver a mi pueblo natal, mi corazón se aceleraba, deseaba con todas mis fuerzas volver a ver a mis tres personas favoritas desde que tengo memoria. Artem estaba tranquilo, sus facciones eran relajadas parecía importarle menos.

-Alice se emocionara al conocerme.

Comenta divertida Gaynor, en este punto no sabía quien estaba fascinada y nerviosa por volver al pequeño pueblo cercano a las montañas.

- espero que le agrade esta noticia.- respondo para Gaynor, por su parte recibo un bufido.

- es más que claro que se alegrara por nosotras. Ten un poco de fe. - me reprende, sonrío y cierro los ojos lentamente.

- tienes razón.

Escucho un golpe poniéndome alerta, abro los ojos como puedo y noto la falta de presencia de Artem, con un movimiento observo las ventanas ubicando mi lugar de nacimiento pero no lograba reconocer esta parte de la zona donde nos encontrábamos, la puerta delantera se abre, por instinto cierro los ojos nuevamente, asumo que el chofer fue quien ingresó por la puerta delantera enciende el motor y continúa el trayecto, pasan los segundos, minutos hasta llegar al punto de quedar profundamente dormida.

Mi cuerpo es zarandeado sutilmente, un quejido de disconformidad se produce en mi garganta.

- mi luna.- pronuncia una voz masculina.- debo informarle que llegamos a su pueblo.

Detengo mis quejas mentales, mis quejidos y lamentos de no poder seguir durmiendo en el asiento trasero del coche para poder abrir completamente los ojos, mi vista pasa seguido a la entrada del pueblo, era tarde pero reflejaba los últimos rayos del sol en su puesta de atardecer, ansiosa abro la puerta, salgo de un brinco olvidando por completo mis objetos de pertenencia. Junto ambas palmas rodeando mi boca seguido gritó con todas mis fuerzas:

- gracias.- rio nerviosa, retomo mi camino pero esta vez con pasos veloces.

La plaza volvió a ser familiar, los caminos igual, me tranquilizaba.

Acarició mi pecho, trataba con todas mis fuerzas de golpear la puerta pero dudé por unos instantes, aprieto mi mano en un puño, inhalo y exhalo, golpeó la puerta repetidas veces y me detengo cuando es suficiente. La puerta se abre lentamente mostrando un rostro demacrado, pálido y con ojeras. Doy un paso dejando caer mi cuerpo en el pecho del rostro demacrado, lloriqueo llamando la atención de las personas que se encontraban en la casa.

- Alessia...- me rodea con un abrazo calido.- cariño, Alessia.

Mi mama gritaba eufórica en dirección a la casa, las palabras perdían fuerza, estaba en shock lo sabía, su voz no era natural al igual que su apariencia, unos segundos después una voz familiar se fue haciendo presente en la puerta, me separo para ver una imagen borrosa de mi padre, mis lágrimas no cesaban pero no me importo en absoluto y fui abrazarlo como pude, mis piernas fallaban, sentía un mar de emociones en este momento.

- cariño... Escapaste. - susurra mi papá acariciando mi cabello como solía hacer cuando me encontraba triste.

- Perdónanos por no hacer nada Alessia.- se acerca mi mama para volverme abrazar.- te juro que quería ir por ti pero tu padre dice que no podemos desafiar la autoridad de Artem.

- es la verdad cariño, Artem por poco acaba con nosotros si no fuera por el sacrificio de Alessa en ese momento.

Noto arrepentimiento en su mirada.

- cariño pasa, tu cuarto sigue igual de intacto a esa noche.- Repone su voz.

- llamaré a Alice.- comenta mi papá alegre y me separa, corre a la sala buscando el teléfono seguido los ruidos al presionar las teclas se hacen presente.