Capitulo 5

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Jeon Jungkook paseaba por la enorme suite del hotel como un león enjaulado. Estaba de culpa de un rubio de ojos azules. Bueno, no todo, también era por culpa del retrato de Hyuna.

Había tenido que echar mano de todo su auto control para mirar el retrato, Hyuna era lo más parecido a una hermana que había tenido nunca y le pareció casi incestuoso mirar su desnudo.

En cuanto al título del cuadro "La mujer que espera", qué adecuado, pensó irónico. Hyuna había esperado durante dos años que Park Seo Joon se casara con ella.

Tenía doce años cuando nació Hyuna y para sus padres adoptivos el nacimiento de la niña había sido un milagro. Jeon adoraba a la recién nacida y cuidaba de ella como haría un hermano mayor hasta que se fue de casa, a los dieciocho años.

Debería haberla vigilado más, debería haber estado más atento. Pero después de la universidad se concentró por completo en su trabajo de ingeniero y levantando su propia empresa. No había tenido mucho tiempo para visitar a su familia, sólo en los cumpleaños y las navidades, pero entonces Hyuna parecía estar muy bien. Y como los Jeon jamás le hablaron de ningún problema, Jeon no se preocupó Cuando Hyuna cumplió 21 años, Jeon, ya el presidente de la corporación J'Jung, hizo una fiesta a bordo de su yate, Hyuna parecía feliz, entusiasmada con su carrera como artista gráfica. Satisfecho, él siguió adelante con su vida, respetando el derecho de su hermanastra de hacer lo que quisiera con la suya.

Pero ya no podía ser.

¿Cómo pudo tener una aventura con un hombre mucho mayor que ella? ¿Cómo pudo posar desnuda para un hombre que podría haber sido su padre? ¿Cómo pudo conducir estando borracha y morir en aquel accidente? ¿Cómo pudo dejar que un hombre le hiciera eso?

No había respuesta para todas aquellas preguntas y desde la muerte de Hyuna llevaba sobre sus hombres una terrible carga de culpabilidad. Había vivido con ella desde que nació hasta que cumplió los seis años y sabía que debería haber hecho algo más para protegerla.

Sabía de su relación con Park porque Hyuna se lo contó durante un almuerzo en Corea dos años antes. En ese momento, seguía viviendo en un apartamento que él le había regalado y, aunque Jeon nunca había oído hablar de Park Seo Joon, no cuestionó su elección porque la veía feliz.

Pero ahora, recordando la visita de Hyuna a su casa de Génova cinco meses antes, lamentaba amargamente no haber investigado al pintor.

En esa ocasión, Hyuna había llorado amargamente sobre su hombro. Le contó que había dejado su trabajo y llevaba un año viviendo con él, pero que Se Joon la había enviado a casa tres meses antes de morir por culpa de su hijo. Le había dicho que Park Jimin era un niño mimado y posesivo que se negaba a conocerla.

Él no quería darle un disgusto, de modo Hyuna tuvo que marcharse, pero le aseguró que serían sólo unas semanas. que en otras palabras, según Hyuna el hijo de Park era un niño egoísta, un niño mimado y consentido. Hyuna ni siquiera supo de la muerte de su amante a tiempo para acudir al funeral.

Su trágica muerte unas semanas después fue un terrible golpe para Jungkook. Y no lo ayudó nada que el responsable de su muerte también hubiera muerto. En cuanto a los padres de Hyuna, estaban destrozados, Jeon había estado tres meses con ellos, dejando de lado su trabajo.

Aquél era su primer viaje desde la muerte de Hyuna y cuando vio el folleto en el vestíbulo del hotel se puso furioso. Pero al menos ahora sabía que el cuadro iba hacia Italia, donde pensaba destruirlo para que sus padres adoptivos no lo vieran jamás. Era lo mínimo que podía hacer por ellos.

Jeon se consideraba un hombre moderno y sofisticado. Disfrutaba de las mujeres y hombres y siempre tenía alguna amante. Había tenido muchas aventuras y al menos dos de sus conquistas habían aparecido desnudas en alguna revista. Eso no lo molestaba en absoluto. Sin embargo, no le parecía extraña su reacción ante el desnudo de su hermanastra.

Y lo que vio al conocer a Jimin era una forma de vengarse de la familia que tanto daño le había hecho a los Jeon, una venganza de la que pensaba disfruta.

Jake entró en el baño para darse una ducha fría. La última, pensó, con una sonrisa en los labios.

—☆

Jimin se miró al espejo por última vez. Se había puesto unos pantalones grises, un jersey rosa de cachemir y un cinturón con una gran hebilla. Un bolso gris y mocasines de ante completaban el atuendo. Elegante pero informal, pensó, con una sonrisa.

Aunque no tenía mucho donde elegir porque sólo había llevado un vestido negro; el resto de su equipaje eran vaqueros y camisetas. Se apartó un mechón de pelo de la cara, se miró al espejo y pensó, "estás muy guapo).

La noche anterior estuvo horas dando vueltas en la cama, pensando en Jeon, recordando una y otra vez la conversación, los besos y había tomado una decisión. Él había dicho que podían ser amigos, pero si quería algo más, estaba dispuesto.

Sólo había estado con él unas horas, pero lo atraía eso como ningún otro hombre. No tenía experiencia en el amor, pero aquel intenso deseo físico por él,   sentía que tenía que ser amor o algo parecido.

En su trabajo con el Servicio Internacional de Rescate había presenciado muerte y destrucción a escala increíble. Y si eso le había enseñado algo, era que la vida era preciosa pero que uno podía perderla en un instante.

Jimin era un chico de veintiséis años y virgen. Probablemente porque siempre se había comportado como una chica, era mejor que todos y los hombres con los que trabajaba lo respetaban.

No era inexperto del todo, había besado a algunos hombres y le había gustado. Pero todo eso cambió al conocer a Jeon.

Aquellas vacaciones, las primeras que tomaba en muchos años, debían ser supuestamente un cambio total en su estilo de vida. Podía hacer lo que le diera la gana y lo que quería hacer era estar con el pelinegro. Sabía en su interior que Jeon Jungkook podría ser su alma gemela.

En ese momento sonó el telefonillo. Era el conserje, para decir que el señor Jeon estaba abajo y si debía hacerlo subir.

-No hace falta, bajo enseguida _ contestó él rubio.

Le temblaban las piernas mientras tomaba el ascensor. Cuando se abrieron las puertas, respiró profundamente para calmarse, pero se quedó helado al ver al magnifico espécimen masculino que lo esperaba en el portal.

Venganza Amarga - KOOKMIN - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora