Capitulo 22

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-Ah, ya veo que estás despierto _ hablo el más alto.

A Jimin se incorporó en la cama, sorprendido al ver a Jeon con un batín de seda marrón entrando en el dormitorio. En las manos llevaba una bandeja con el desayuno... y una rosa roja de tallo largo en un búcaro de cristal.

-No es champán y caviar, debido a tu estado. Pero traigo té y huevos revueltos _ Jeon parecía encantado consigo mismo.

-No tenías que haberte molestado -murmuró Jimin.

-Ah, veo que siguen las hostilidades _ dijo Jeon irónico.

Por un segundo, Jimin quiso aceptar la rama de olivo que le ofrecía, pero sólo durante un segundo. Le había hecho demasiado daño. Descubrir la verdad lo había cambiado todo.

-Estoy embarazado, no soy un inválido. Podría haberme hecho yo mismo el desayuno.

-No tienes que hacerlo, ése es el trabajo de Jennie. Pero le he dado el día libre por alguna razón que ahora no recuerdo _ dijo Jeon, sarcástico, mientras servía una taza de té.

-Gracias.

-Desayuna, luego tenemos que hablar.

-No tenemos nada que hablar _ replicó Jimin _ Lo dijiste todo anoche.

No quería hablar, ni siquiera quería mirarlo. Jimin sentía como si le hubieran quitado una venda de los ojos y pudiera ver a Jeon como era en realidad por primera vez desde que conoció. Era un hombre sin piedad, un ser arrogante que aplastaría a cualquiera que se pusiera en su camino.

-Anoche dije demasiadas cosas, pero el pasado está muerto, murió con tu padre y Hyuna, espero que lo entiendas _ dijo, muy serio _ Nos casamos ayer, Jimin, olvidemos lo de noche y empecemos de nuevo _ suspiró luego, sentándose al borde de la cama.

-Puede que para ti sea fácil olvidar lo de anoche, pero para mí no. Debí de estar loco para casarme contigo, eres un mentiroso, un falso _ le dolía en el alma haberse enamorado de Jungkook, pero no pensaba mantener aquella farsa _ Por mi parte, el matrimonio está roto.

La sonrisa desapareció de los labios de su marido. Y si no lo conociera casi habría pensado que había dolor en sus ojos.

-No seas ridículo, Jimin...

-No soy ridículo, sólo estoy diciendo lo que quiero.

Nadie llamaba mentiroso a Jeon Jungkook, ni siquiera Jimin.

-Nunca. Eres mi chico.

Tenía tantas esperanzas aquella mañana, mientras le hacía el desayuno, que había querido olvidar lo que pasó por la noche. Pero él parecía más decidido que nunca a desafiarlo y él estaba cada vez más frustrado.

-Te quedarás aquí _ le ordenó _ En mi casa, en mi cama. ¿Me oyes?

Jimin no se dejó amedrentar.

-Ni lo sueñes, me iré mañana mismo.

-No...

-No voy a quedarme contigo, Jeon, acostúmbrate a la idea.

-No tienes elección. La seguridad en esta casa es tremenda. No puedes irte sin que yo te dé permiso...

-¿Qué? No puedes obligarme a quedarme aquí, no tienes ningún derecho _ replicó Jimin, atónito _ No te atreverás...

-No tendré que hacerlo porque te conozco, tú sabes qué es lo mejor para ti y para nuestro hijo. Y lo mejor es que sus padres vivan juntos en perfecta armonía. Y también sé que eres demasiado orgulloso como para volver a Inglaterra y admitir que has fracasado...

-Según tú, estoy atrapado en esta casa. ¿Qué piensas hacer, encerrarme?

Jeon dejó escapar un suspiro.

-Maldita sea, Jimin... ¿cómo esperas que reaccione cuando dices que nuestro matrimonio está roto?

-¡Como un hombre civilizado! _ Jimin frustrado se pasó una mano por el pelo.

-Y todo esto por un maldito cuadro... que ni siquiera es bueno.

-Un cuadro sobre el que tú me has mentido _ replicó Jimin _ Dijiste que era una inversión y yo te creí, pero debería haber imaginado que tenías otro objetivo vi que lo mirabas como si estuvieras hipnotizado. Debería haberte dejado plantado en ese mismo instante...

-No era una mentira. Compré el cuadro e hice con él lo que quería hacer. Y en cuanto a mirarlo como si estuviera hipnotizado... me sentía incómodo mirándolo, Hyuna era mi hermanastra, la había visto nacer.
Lo compré para destruirlo, Jimin, para que mis padres adoptivos nunca pudieran verlo. Ya habían sufrido suficiente con la muerte de Hyuna y no quería que vieran su cuerpo desnudo expuesto ante todo el mundo. Y tú, Jimin, podrías haber pensado eso antes de exponer la colección de tu padre sin tener la decencia de preguntar a los interesados, simplemente por el dinero...

-¿Qué estás diciendo? ¿De qué hablas? ¡Son cuadros, objetos de arte te gusten a ti o no!, entiendo tu preocupación por el dolor de tus padres adoptivos, pero eso no tiene nada que ver conmigo. Yo no sabía nada.

Podría haberle dicho, además, que el dinero había sido donado a varias obras benéficas, pero no se lo merecía. Jeon estaba tan seguro de sí mismo, tan seguro de que se saldría con la suya en todo... y el no pensaba permitirlo.

-No me conoces en absoluto _ dijo, con amargura.

Jeon sacudió la cabeza. La imagen de Jimin como un chico calculador que había tenido la suerte de heredar un negocio y explotar la obra de su padre había ido perdiendo peso con el tiempo. Si era sincero del todo, seguramente él mismo habría admitido que la exposición era buena decisión comercial... si no contuviera el retrato de Hyuna.

Además, Jimin no había permitido que le comprara regalos, no le pedía nada. Y la revelación de que trabajaba con un equipo de rescate, había hecho que empezara a pensar que Hyuna estaba equivocada.

-Quizá no te conozco, pero me gustaría conocerte, por eso tenemos que hablar _ suspiró Jeon.

Jimin tuvo la impresión de que estaba nervioso. Algo raro en él.

-¿Hablar de qué? ¿Cómo voy a hablar con un hombre que acaba de decirme que no puedo irme de aquí si lo deseo? _ le espetó Jimin.

De nuevo, Jeon suspiró _ Quizá no hemos sido sinceros el uno con el otro...

Venganza Amarga - KOOKMIN - TerminadaWhere stories live. Discover now