Capitulo 8

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¿Truco?

Jimin no sabía si sentirse halagado porque Jeon lo veía como un hombre sexy o insultado porque pensaba que su rubor era un truco. Si él supiera...

Ponerse colorado había sido siempre un problema para el. Y con una piel tan clara, resultaba imposible disimular.

Entonces se le preguntó algo: ¿Jeon no se había dado cuenta de que era su primera vez?

Aunque no importaba, claro. En realidad, lo halagaba que pensara que era un hombre con experiencia, tenía la impresión de que, de haber sabido la verdad, Jeon no lo habría tocado. Entonces se preguntó qué edad tendría, treinta y cinco, seguramente, y un cuerpazo, un cuerpo que él ahora conocía íntimamente.

Jimin sonrió, al menos ahora era un hombre de verdad, pensó, eufórico.

- Al fin, ¡Sí, sí, sí! _ gritó, levantando los puños, dando un pequeño saltito de alegría.

Jeon volvió del baño, con un albornoz a medio abrochar, y se detuvo en medio de la habitación.

Con el pelo rubio cayendo por su frente, rubio natural ahora lo sabía, y su precioso rostro sin gota de maquillaje, Jimin estaba levantando los puños al aire como si acabara de meter un gol. Era el chico más sexy que había conocido nunca, pero en aquel momento parecía una cría de quince años.

-¿Eso es por mí? _ preguntó Jeon con una pequeña sonrisa.

Y luego soltó una carcajada cuando Jimin se escondió entre las sábanas.

-No, sí, quizás -murmuró, lo había pillado haciendo el tonto cuando él quería parecer un chico sofisticado.

-Destapate cariño, tengo hambre _ hablo Jeon coquetamente.

No era comida lo que tenía en mente. Con su precioso pelo alborotado sobre la almohada y ruborizadlo hasta la raíz del pelo, Jeon sintió un absurdo deseo de protegerlo y, como le recordó la inmediata tensión en su entrepierna, de todas las formas posibles.

Esa idea lo aturdió. Su intención inicial había sido acostarse con Jimin y luego olvidarse de ella, pero no había salido así. Con su cuerpo exquisito temblando debajo de él, tan estrecho, tan húmedo, había sido imposible contenerse.

Cautivo de su propio deseo, lo había tomado con una pasión que no pudo controlar, y cuando Jimin dijo su nombre en un gemido ahogado, se había ido con él, algo que raramente le pasaba. Él solía controlarse mejor, pero estaba deseando volver a meterse en la cama y poseerlo de nuevo.

Ahora entendía por qué Hyuna había estado tan enamorado de Park Seo Joon. Si aquel hombre era tan sensual como su hijo, era de entender que Hyuna se hubiera vuelto adicta.

Recordar a Hyuna y cómo Jimin la había herido negándose a conocerla hizo que Jungkook se lo pensara dos veces.

El Jimin con el que había pasado el día, con el que acababa de hacer el amor, no parecía un niño egoísta y mimado, pero la experiencia le había enseñado que los hombres y mujeres eran muy capaces de disimular.

-Voy a pedir la cena, reúnete conmigo cuando estés lista _ dijo entonces Jeon, saliendo de la habitación abruptamente.

Jimin se quedó mirándolo, atónito. Se había portado como una cría, sí, pero no entendía porque lo había molestado tanto.

Pero la noche era joven, pensó. Y Jeon era su amante, una ducha, la cena y Jeon otra vez... sonaba bien. Jimin se levantó de la cama y entró en el cuarto de baño.

Era un baño espléndido, con el suelo de mármol blanco y las paredes de espejo. Incluso había una ducha de hidromasaje,  ¡y jabones de aromaterapia! Estupendo. Mimarse era justo lo que necesitaba, se dijo a sí mismo.

De modo que aquello era el amor, pensó, suspirando. Mientras se enjabonaba, recordaba las caricias de Jungkook en su cuerpo y la increíble fuerza de su pasión.





.........






Cuando Jeon le dio una propina al botones y volvió a entrar en el dormitorio, pensó encontrar a Jimin en su cama, pero la cama estaba vacía. Jimin se había ido.

Venganza Amarga - KOOKMIN - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora