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CINCO MESES ANTES...

–Siempre eres la más fácil de hacer ahogadillas –murmuró Jayden, con una sonrisa triunfal–.

Me desprendí de sus hombros, de los que me había agarrado casi sin darme cuenta, para no hundirme.

–Déjameeee –suspiré sonriendo–.

Él rió al ver mi «enfado», y se acercó a las escaleras. Yo le seguí, y salimos de la piscina. Cogió una toalla que había colgada sobre la valla que rodeaba la piscina, y se secó el pelo con ella. Lo miré, probablemente con la boca abierta. El pelo le caía alborotado sobre la frente, y gotitas de agua se esparcieron por todos lados cuando sacudió su flequillo.

–Tengo que decirte algo –dijo de repente, levantando la cabeza, mirándome–.

Me quedé atónita, contemplándole, pero él no se estaba riendo.

Mi hermana pequeña se acercó a nosotros de pronto, acompañada de Paula.

–No se os ve muy mojados, ¿eh?–rió Lucy mirándonos de arriba abajo–

Reí sin pensarlo, mirando a Jayden, intentando adivinar lo que estaba pasaba por su cabeza. Él también rió, pero se le veía nervioso.

–Bueno, cuéntame –dije al ver que Lucy y Paula no se iban–.

Tampoco tenía por qué ser algo tan importante, pero yo era siempre una dramática con todo lo que me pasaba.

Al oír su respuesta me di cuenta de que SÍ que tenía que ser algo realmente importante.

–No, mejor a solas –dijo él–.

Jayden no era así, nunca hablaba en serio, probablemente al final todo esto se tratara de alguna estúpida broma.

–Ah, vale vale –respondió Lucy–.

–Ya nos vamos –añadió Paula–.

Esperé a que se alejaran, y cuando ya estaban a una buena distancia, me giré hacia Jayden, que me estaba mirando fijamente a los ojos. Quieto. Intenté de nuevo adivinar lo que sentía. Sus ojos chispeaban. No sé si sería nerviosismo o travesura.

–A ver, cuéntame –le dije intentando parecer tranquila–.

Me dijo que quería hablar conmigo a solas...

Estaba nervioso...

No pude evitar imaginarme lo que podría decir.

–Vale, a ver –comenzó él, mirando a los lados, nervioso–.

Al verle así me transmitió su nerviosismo.

– Como ya te he dicho antes, tengo algo que decirte...

Sí. Pensé. Era eso. Tenía que ser eso.

–Llevo pensándolo bastante tiempo... –continuó–

Mi corazón, como tantas veces en esta historia, latía demasiado rápido. Sonreí, esperando a que terminara la frase, alegre de que este momento que tantas veces había soñado, llegara por fin.

–Pero nunca he sido capaz de decírtelo... –siguió él–

Yo, obviamente, estaba a punto de sufrir un ataque cardiaco. POR FIN. Por fin había llegado el día. Tantas noches pensando en este momento, en la manera en la que me lo diría, en sus ojos, en mi respuesta...

No me había imaginado que me lo diría en una piscina, sin camiseta, y con gente alrededor, pero daba igual, el momento estaba siendo perfecto.

Pensé en lo que había dicho, que «no había sido capaz de decírmelo»... Pero si le había mandado muchísimas indirectas, había estado mucho con él a solas, tantos momentos juntos...

–Y es que... –siguió, con la voz entrecortada–.

Nunca le había visto tan poco seguro de sí mismo.

–Me... –continuó–.

¿Por qué iba tan despacio? Me estaba poniendo muy nerviosa. Quería que terminara ya de decirlo, contarle que yo sentía lo mismo, y darle un abrazo, o besarle...

Quería que pensáramos juntos en lo que haríamos los dos, hablar de cuanto pensaba, poder contarle todo. Incluso lo que había sufrido en la interminable espera. Me centré otra vez en su cara, inquieta.

–...me gusta Lucy. –terminó.

Suspiré, soltando todos los nervios. Había pensado de verdad que me diría algo serio. Reí, y le di una palmadita en el hombro. No sabía que actuara tan bien, pero claro, había olvidado que él era capaz de todo.

–Venga, que tengo frío –le repliqué–.

Me giré, dirigiéndome a la piscina. ¿Cómo no me lo podía haber imaginado viniendo de él? Reí.

De pronto, alguien me agarró del brazo, y me giré inmediatamente, desconcertada.

–Ella –dijo la cara de Jayden a pocos centímetros de la mía–. Va en serio. Me gusta Lucy.

Por supuesto, ninguna historia en la que yo fuera protagonista, tendría nunca un final feliz.

Todos mientenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora