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En diez minutos era la hora de comer. Yo estaba escribiendo en mi cuaderno la nueva información que ahora sabía, mientras Val se cepillaba el pelo en el baño. Busqué el siguiente punto que tenía que investigar. Por ejemplo, por qué Niall y Paula ocultaban su relación. Eso ahora ya era obvio. Val no podía saber nada sobre ellos, por eso no le dijeron a nadie que tenían algo. Además, había una extraña regla, que fue creada antes de que yo llegara al internado, que prohibía las relaciones entre los alumnos. Supongo que sería para que la gente no se distrajera de los estudios o yo que sé, pero obviamente mucha gente la incumplía. Si los profesores se enteraban de tu relación con alguien de clase, probablemente te riñeran o incluso podían ponerte una incidencia o llamar a tus padres. Esa podía ser otra causa por la que Niall y Paula ocultaban su relación, para no arriesgarse a que los profesores lo supieran.

La molesta alarma del reloj me sacó de mis pensamientos, avisándome de que ya era hora de ir a comer. Me levanté de la silla, llamando a Val, y fuimos juntas al comedor, como siempre. Cuando llegamos, ya estaban todos sentados, con la mesa puesta. Llegábamos bastante tarde. Miré a Niall, ahora de otra manera. Nunca le vería igual, era inevitable. Me giré, buscando a Paula entre la multitud, pero no la encontré. Miré en la mesa donde Lucy estaba sentada, y donde Paula solía estar, pero tampoco estaba allí. Ya preguntaría por qué.

Nos sirvieron la comida, como todos los días, pero había un ambiente extraño en la mesa, al igual que el día anterior. Todos callados comiendo la sopa, como si fuera lo único que existiera en nuestras vidas.

–Voy al baño, ahora vuelvo –dijo Alex–.

Los demás asentimos, sin añadir nada más.

Miré a Val, de manera diferente a como siempre la había visto. Tenía una pistola debajo del suelo de nuestra habitación. Aunque a lo mejor no era suya, ahora que lo pensaba, pero probablemente sí. De quién iba a ser si no.

Un ruido me hizo levantar la mirada de la sopa. Un vaso se había caído de la mesa de atrás, la de Avery. Maia se levantó de su silla, riendo, y luego se fue del comedor, probablemente para coger una escoba y recoger los restos de cristal del suelo. Alex se sentó de nuevo a la mesa, terminando su plato.

Me volví a centrar en mi sopa, al ver que nadie de mi mesa comentaba nada. Si Jayden hubiera estado sentado con nosotros y nada de esto hubiera pasado, probablemente ahora se estarían riendo del susto que se había pegado Val al oír el vaso caer.

Quería que todo volviera a ser como antes. Quería ver sonreír otra vez a Jayden, y también a mis amigos, que desde que él no estaba no les veía mucho hacerlo.

Por fin terminó la comida, y con el mismo silencio que habíamos tenido durante toda ella, nos fuimos a nuestras habitaciones.

Cogí mi cuaderno, sentándome en el escritorio, para escribir sobre el dinero de la biblioteca. Todas las cosas extrañas que me pasaban tenía que anotarlas en el cuaderno. Al abrirlo, un pequeño papel blanco cayó al suelo. Me agaché para cogerlo, extrañada. Estaba doblado a la mitad, así que lo abrí y leí las palabras que había escritas.

Dos palabras.

Solamente dos.

Escritas en tinta, claramente impresas:

23:00 trastero

Las volví a leer. Estaban dirigidas a mí. Alguien quería que yo estuviera a esa hora en el trastero. ¿Por qué? ¿Quién había dejado ese mensaje ahí?

Lo volví a meter entre las hojas del cuaderno, sin que se arrugara. Abrí una nueva hoja, a continuación de las notas anteriores. Me senté en la silla y comencé a pensar:

El cuaderno estaba vacío por la mañana, había estado escribiendo, y no había ninguna nota. Entonces, la nota la habían puesto a la hora de la comida. La habitación estaba abierta, así que cualquiera podría haber entrado. Pero claro, estábamos comiendo, y a no ser que fuera un profesor, todos habíamos estado en nuestras mesas.

Pero espera, ¿Todos? No, no todos. Si lo pensaba bien, había tres personas que habían salido del comedor. Lo escribí en el cuaderno por orden:

Paula: Ya cuando llegué, no estaba. La busqué en su mesa pero no estaba ahí. Al final de la comida no comprobé si volvió o no. Pudo dejar la nota en cualquier momento de la comida.

Alex: Se fue al baño en mitad de la comida, suficiente tiempo como para subir corriendo a la habitación y dejar la nota.

Maia: Al romperse el vaso, salió del comedor a por una escoba. El trastero con material de limpieza está al lado de nuestra habitación, al subir tuvo tiempo de sobra para entrar y dejar la nota en mi cuaderno.

Podía ser cualquiera de esos tres. Los tres habían tenido tiempo suficiente como para subir y dejar la nota sin que nadie les viese. Puede que por la noche viera a una de esas tres personas, y el misterio estaría resuelto, pero no estaba mal hacer una lista de sospechosos. Y ahora que no tenía nada más que hacer, tenía que descubrir por qué Paula no había bajado a comer. ¿Es que no querría ver a Niall, después de la discusión que habían tenido? ¿Le habría pasado algo?

Guardé el cuaderno en el cajón de la mesa, y salí de la habitación, sin siquiera mirar a Val o darle explicaciones de mi huida. Ella tampoco preguntó, simplemente me miró indiferente, y siguió con el móvil.

Fui a la habitación de Lucy, pensando de camino en una excusa. Llamé a la puerta, y la propia Paula me abrió. Abrió la boca, sorprendida al verme allí, como cualquiera habría hecho al estar prohibido salir de tu habitación.

Antes de que pudiera decir nada, empecé a hablar:

–Hola, estaba buscando a Lucy, que creo que tiene una sudadera mía. ¿Está ahí?

–Ehm, no, todavía no ha llegado. Si quieres se lo digo luego.

–Ah vale, perfecto. Muchas gracias –agradecí con una sonrisa–.

Me di la vuelta, como si me fuera a marchar, para que no se notara que solo había ido allí para preguntar:

–Ah, oye –me giré– ¿Estás bien? Es que en la comida no te he visto.

Su cara palideció durante un segundo, pero luego volvió a la normalidad.

–Ah, sí. Es que no me encontraba muy bien, y me he quedado descansando en la habitación.

–Vale, vale. Pues que te recuperes –sonreí, alejándome por el pasillo–.

Todos podían haber sido. Esa nota había sido dejada por uno de los tres. Pero, ¿quién?

Todos mientenHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin