Capítulo 6

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Tras unas cuantas noches de tormento, Lu Lingxi se adaptó milagrosamente al sonido de los ronquidos en la sala. Tras una buena noche de sueño, se levantó temprano, pensando en dar un paseo por el pequeño jardín de la parte trasera del hospital.

El mayor hospital de Fengcheng era enorme, y constaba de varios edificios, como el edificio médico, el edificio de consultas externas y el departamento de hospitalización, por no mencionar que el hospital había reservado deliberadamente un pequeño jardín en la parte trasera del departamento de hospitalización como lugar de descanso para los pacientes. Este era el objetivo de Lu Lingxi.

Ayer ya lo había probado con el pothos dorado del vestíbulo del hospital y había comprobado que el misterioso panel blanco podía mostrar no sólo el chlorophytum que tenía en la sala, sino también otras plantas. Quería ir al jardín para continuar con el experimento, pero ya era tarde y había demasiada gente en el jardín, así que tuvo que resistirse a la idea por miedo a que alguien viera su anomalía. A primera hora de la mañana, antes del amanecer, Lu Lingxi no podía dormir y seguía pensando en este asunto. Sintió vagamente que el panel blanco era como un detector de plantas, y que él era el "médico de las plantas" que sostenía el detector en su mano. Esta nueva identidad le daba una cercanía indescriptible a las plantas.

Tras limpiarse brevemente, Lu Lingxi se vistió y bajó las escaleras. Era julio y los pansies¹ del pequeño jardín estaban en plena floración. Las flores de todos los colores competían entre sí, balanceándose ligeramente bajo la cálida luz anaranjada del amanecer, los vibrantes colores hacían que la gente se sintiera repentinamente alegre.

Cuando Lu Lingxi era un joven hijo de la familia Lu, había visto una vez al jardinero de la familia plantando pansies en un rincón del jardín. Se decía que esta flor era mayoritariamente silvestre en Europa y era muy popular entre los propietarios de jardines porque era fácil de cultivar, tenía un alto índice de supervivencia y un largo periodo de floración. Sin embargo, a ojos de algunos profesionales, los pansies eran demasiado comunes como para molestarse en ellos. Lu Lingxi no pensaba así. A sus ojos, no había diferencia entre una petunia silvestre en el borde de la carretera y una famosa orquídea que la familia Lu había comprado por una gran suma de dinero y cultivado cuidadosamente. Ambas eran regalos de la naturaleza, ¿cómo podría haber superiores e inferiores entre ellas?

Como aún era temprano, no había mucha gente en el jardín. Cuando Lu Lingxi se dirigió allí, sólo había dos ancianos con ropas ordinarias que estaban en cuclillas uno al lado del parterre² de la entrada del jardín, señalando los pansies en flor y diciendo algo. Lu Lingxi escuchó despreocupadamente a los dos ancianos, que parecían ser los jardineros encargados del pequeño jardín. Sin prestar demasiada atención, buscó un parterre cercano, se agachó allí como los ancianos y tocó suavemente con la punta de los dedos un pansie que tenía delante. El panel blanco apareció en el aire y flotó frente a él.

Nombre de la planta: Pansie o pensamiento

Necesidades de la planta: Abono

Viabilidad de la planta: Alta

La sonrisa en los labios de Lu Lingxi se congeló al ver la palabra "abono" en las necesidades de la planta. Ya fuera el clorofito o el pothos dorado, lo único que necesitaban era agua. Lu Lingxi casi olvidó que había otras cosas, además del agua, que una planta necesitaba para crecer bien. Por ejemplo, la luz y el abono. Pero si el riego estaba bien, ¿qué debía hacer con el abono? Lu Lingxi tocó unos cuantos pansies más a su lado, y todas las plantas necesitaban ser abonadas. Se encontraba en un dilema: por no hablar de cómo abonar, ¿de dónde saldría el abono?

Lu Lingxi miró inconscientemente a los dos ancianos que parecían jardineros no muy lejos de allí, y uno de ellos, un anciano ligeramente regordete y de aspecto amable, se levantó por casualidad y afirmó: "Le falta un poco de abono, tenemos que volver a abonarla".

La vida cotidiana de el pastoral [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora